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Lunes 2 de Setiembre de 2002

Rio+10

Mientras transcurren entre tropiezos las negociaciones de la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable (Río+10), se ha lanzado una campaña mundial para impedir que las empresas sigan apoderándose del planeta, los gobiernos y las Naciones Unidas. El objetivo: juntar un millón de firmas para Johannesburgo.

"Nosotros los pueblos" creemos que otro mundo es posible

"Nosotros los pueblos"

"Nosotros los pueblos" son las altisonantes palabras de apertura de la Carta Constitutiva de 1945 de la ONU, que reafirmaron "la fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor del ser humano, y en los derechos equitativos para hombres y mujeres, y para naciones grandes y pequeñas."

No obstante, las empresas han cobrado ahora mayor importancia que los seres humanos y que incluso la mayoría de los Estados.
Tratados cuyo cometido era el de proteger al planeta y a los pueblos de la devastación del cambio climático, los productos químicos tóxicos y las tecnologías peligrosas, se convierten vertiginosamente en campos de batalla donde se protegen selectos intereses económicos a corto plazo.

"La globalización dirigida por las empresas"

Frente a tratados que versan sobre asuntos de vida o muerte, los gobiernos poderosos se oponen y luego los diluyen, por medio de negociaciones, para finalmente desistir de ellos, violando así la buena fe de la legislación internacional. A la vez, se instituyen nuevas normas y políticas para crear más derechos y obligaciones, privilegios y accesos para beneficio del sector empresarial. Los diez años transcurridos desde Río 1992 hasta Johannesburgo 2002, han sido un triunfo para la globalización dirigida por las empresas, impulsada por las fuerzas mercantiles y la liberalización económica.

Numerosos grupos cívicos están alarmados ante la desvalorización y el debilitamiento de las Naciones Unidas, y ante la intensificación de la influencia de las organizaciones internacionales financieras y comerciales que no detentar el espíritu ni los principios de "Nosotros los pueblos". Los gobiernos que sirven más a los intereses comerciales que a los intereses de los pueblos prefieren facultar a instituciones económicas tales como el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, o bien retener el control mediante acuerdos desiguales bilaterales o regionales. Los gobiernos que podrían lograr apoyo político e infundir energía a las Naciones Unidas, guardan silencio.

Privada de fondos durante largo tiempo, la secretaría de las Naciones Unidas parece esperar menos de sí misma e invita al sector empresarial a unírsele y formar asociaciones que son muy peligrosas. Varios gobiernos también forman parte de esa corriente.
Invitar al contaminador y al explotador a generar desarrollo sustentable y participar en el proceso de toma de decisiones, es poner en riesgo la capacidad del Estado de ser el árbitro ante los intereses de "Nosotros los pueblos."

"Ciudadanos comunes"

No obstante, aún en medio de crisis financieras, escándalos empresariales, condiciones económicas inestables, creciente proteccionismo comercial mientras se proclama el mantra del sistema de libre comercio, y crisis ecológicas, todavía hay lugar para una gran cuota de esperanza. "Nosotros los pueblos" siempre nos hemos manifestado y hemos actuado ante la injusticia. Los ciudadanos comunes hemos salido a la calle para manifestarnos contra la opresión de las condiciones limitantes impuestas por el FMI, contra las empresas que envenenan nuestras tierras y nuestros cuerpos, contra los gobiernos que violan nuestros derechos, contra las normas de comercio que nos despojan de nuestras tierras. Los ciudadanos del Norte se unen a las protestas en masa contra las fuerzas que quiebran el tejido mismo de la sociedad industrial y que socavan la sustentabilidad del resto del mundo.

Existe una amplia gama de prácticas y experiencias buenas e innovadoras en numerosos países. Muchas están arraigadas en conocimientos y sistemas tradicionales que han pasado la prueba del tiempo, y otras son innovaciones que han evolucionado a través de la experiencia y las necesidades de determinadas sociedades en momentos diferentes. Alianzas de pueblos -comunidades, organizaciones no gubernamentales, científicos, mujeres, jóvenes, algunos gobiernos y partes de la ONU- están trabajando activamente entre sí en todos las escalas, pero especialmente a escala de las comunidades. Allí donde exista espacio democrático para organizar políticas gubernamentales e influir en ellas, estas experiencias podrán difundirse, desarrollarse aún más e incluso llegar a convertirse en políticas oficiales.

Entre los diversos principios comunes que inspiran esas iniciativas cívicas de desarrollo sustentable están el respeto por las culturas y los sistemas de conocimiento locales; la armonía genuina con la naturaleza; productos de calidad que aporten beneficios reales a las comunidades locales y a los países; y la equidad y participación democrática. Con solidaridad y colaboración podremos avanzar sobre estos y otros fundamentos de manera que realmente podamos reformular la globalización dirigida por las empresas y devolver el planeta y las instituciones a "Nosotros los pueblos." Y cuando miles de ciudadanos y activistas comprometidos con estas causas se reunieron en Porto Alegre, Brasil, a principios de este año en la conferencia paralela al Foro Económico Mundial de la industria, el tema fue: Otro Mundo es Posible.

Así, lanzamos hoy la campaña mundial "Nosotros los Pueblos Creemos que Otro Mundo es Posible", en la celebración del día de la semilla por los agricultores de Bali.

Un millón de firmas

Como primer paso, los grupos cívicos tendrán la meta de llevar un millón de firmas a Johannesburgo. Este llamado colectivo se llevará a todas las partes de la ONU y a cada reunión de la Organización Mundial de Comercio, del Banco Mundial y del FMI. Es un llamado a todos los gobiernos para que vuelvan a mirar a sus pueblos y no se dejen privatizar a manos del poder empresarial. Es una celebración del valor de las mujeres y los hombres, los jóvenes y los viejos, que luchan a diario por sus derechos, sus comunidades, por el medio ambiente, por un planeta saludable, por la justicia y la igualdad. "Nosotros los pueblos" es una celebración de la diversidad de las semillas y de la libertad de las tierras, el agua y el aire, contra la apropiación por parte de empresas.

El reclamo de la campaña es el siguiente:

NOSOTROS LOS PUEBLOS CREEMOS QUE OTRO MUNDO ES POSIBLE.

Estamos comprometidos a:

* cambiar el curso de la globalización dirigida por las empresas y los paradigmas de desarrollo que destruyen a los pueblos y la naturaleza.

* rechazar las tecnologías y los productos que ponen en peligro la naturaleza, la salud y la vida, tales como los organismos modificados genéticamente, la tecnología nuclear y los productos químicos tóxicos.

* rechazar el patentamiento de la naturaleza.

* recuperar nuestros gobiernos nacionales y las Naciones Unidas de la apropiación de las empresas.

Para firmar, presione twnet@po.jaring.my




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