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Viernes 28 de Febrero de 2003

ONGs Exhortan a rechazar documento sobre modalidades de negociaciones agrícolas de la OMC

Servicio de información de la Red del Tercer Mundo sobre asuntos de la OMC 26 de febrero de 2003

Estimados amigos y colegas:

Más de 80 organizaciones no gubernamentales (ONG) participaron de una reunión sobre la revisión del Acuerdo de Agricultura de la Organización Mundial del Comercio (OMC), celebrada del 19 al 21 de febrero en Ginebra. Las ONG fueron muy críticas hacia el proyecto sobre modalidades de negociaciones preparado por el presidente del grupo de negociaciones agrícolas, Stuart Harbinson.

Durante el encuentro, los participantes escucharon la opinión de un experto en comercio y representantes de varias delegaciones gubernamentales ante la OMC. Muchos de los delegados del Tercer Mundo expresaron su descontento con el texto.

El 24 de febrero, algunas de las ONG participaron en una conferencia de prensa durante la cual presentaron una declaración firmada por más de 50 grupos que criticaron el proyecto y presentaron su propia propuesta de nuevas normas.

A continuación reproducimos un informe de la reunión con un resumen de la declaración conjunta de las ONG, redactado por Goh Chien Yen, investigador de la Red del Tercer Mundo. Una versión abreviada del informe se publicó en el South-North Development Monitor (SUNS) el 25 de febrero.

Atentamente, Martin Khor, Director de la Red del Tercer Mundo

Informe de la Red del Tercer Mundo Por Goh Chien Yen Ginebra, 24 de febrero de 2003

Más de 50 ONG de todo el mundo exhortaron a rechazar el último proyecto sobre modalidades de negociaciones agrícolas presentado por el presidente de la Sesión Especial del Comité de Agricultura de la OMC, Stuart Harbinson, a dicho comité. Según las ONG, la propuesta de Harbinson sobre modalidades de compromisos ignora las promesas realizadas en la última reunión ministerial de la OMC de colocar “el desarrollo, la seguridad alimentaria y el sustento rural en el centro” de las negociaciones.

Las ONG emitieron una declaración conjunta como resultado de una reunión realizada del 19 al 21 de febrero en Ginebra, titulada “Agricultores, alimentos y comercio: Una audiencia sobre la revisión del Acuerdo de Agricultura de la OMC”. La reunión fue organizada por varias ONG, entre ellas el Consejo Mundial de Iglesias, EED, la Red del Tercer Mundo, IATP, CAP (Malasia), APRODEV, Canadian Foodgrains Bank y Germanwatch.

La declaración criticó el proyecto por las siguientes razones, entre otras:

* No cambia la estructura subyacente de las normas del comercio agrícola, que causa crecientes dificultades a los agricultores y desalienta los modelos sustentables de agricultura.

* El actual acuerdo y el texto de Harbinson legalizan el “dumping”, y al mismo tiempo debilitan los únicos medios de defensa de los países en desarrollo contra esa competencia desleal, que son los aranceles y otras medidas fronterizas.

* El proyecto no reconoce el papel central de las mujeres en la producción de alimentos y el bienestar nutricional de la familia y la comunidad.

* Ignora el creciente dominio de un puñado de empresas transnacionales sobre el comercio agrícola, que a la vez deprime los precios agrícolas en todo el mundo.

Las ONG urgieron a los gobiernos a rechazar el actual proyecto de Harbinson como base aceptable para las negociaciones y propusieron trabajar en la propuesta de nuevas normas de comercio agrícola que:

* Corrijan la verdadera fuente de distorsiones de los mercados agrícolas mundiales.

* Tomen plenamente en cuenta la seguridad y la soberanía alimentarias, en particular para permitir a los países en desarrollo proteger a sus agricultores pobres contra los bajos precios mundiales, y reconozcan el especial papel cultural de los alimentos en muchas comunidades.

* Permitan a los países introducir controles de importación y aranceles a los productos agrícolas objetos de dumping.

* Actúen en base al compromiso multilateral de los gobiernos de aumentar el empleo mediante la promoción del trabajo rural. En particular, que tomen en cuenta las necesidades de los grupos vulnerables como las mujeres, que producen la mayor parte de los alimentos del mundo.

* Corrijan los desequilibrios entre ricos y pobres en el comercio agrícola.

Un motivo claro de distorsiones, dijeron las ONG, el el alto nivel de subsidios a las exportaciones y apoyo doméstico brindado por la Unión Europea (UE), que ha mostrado escasa voluntad para poner fin a esas subvenciones.

Durante el encuentro, Tim Rice, del grupo Action Aid, señaló que la reciente propuesta de la UE a la OMC de reducir su medida agregada de apoyo en 55 por ciento a partir del compromiso final de la Ronda Uruguay no comprometería al bloque europeo a hacer nada nuevo en una nueva ronda. De manera similar, la propuesta de la UE de reducir el valor de los subsidios a las exportaciones en 45 por ciento a partir de su compromiso final en la Ronda Uruguay no significaría ningún compromiso nuevo para el bloque.

Jesús Zorrilla, negociador comercial por la Comisión Europea, admitió en la reunión que la UE ya alcanzó las reducciones del nivel agregado de apoyo y subsidios ofrecidas en la reciente propuesta de la Comisión sobre modalidades para productos agrícolas, y agregó que lo hizo “para obtener crédito” por ello en la OMC.

Bhagirath Lal Das, un experto en comercio internacional, señaló que hay muchas insuficiencias e inequidades en el actual Acuerdo de Agricultura y que el proyecto de Harbinson sigue el mismo camino. Además, advirtió, cuando el presidente de un grupo de negociación presenta un texto, éste se transforma en la base de las conversaciones. Aunque los negociadores pueden reaccionar al texto del presidente, lo harían dentro del marco establecido por él, por lo tanto el presidente tiene la gran responsabilidad de plasmar la visión de todos los negociadores. Sin embargo, el tenor de las discusiones que han tenido lugar no se reflejó en el proyecto de Harbinson. Un presidente “no está facultado para hacer lo que se le antoje, sino para producir un texto fiel a las negociaciones”, recordó.

El primer borrador del proyecto del presidente fue preparado apresuradamente para presentarse a la “minireunión ministerial” de Tokio, pero con una gran diferencia de opiniones sobre la validez de ese texto. Según informes de prensa, los ministros reunidos en Tokio no estaban dispuestos a usarlo como base para las negociaciones. Aparentemente, el borrador fue rechazado porque no plasmó las preocupaciones de muchos países, en especial de países en desarrollo. Esto constituyó un gran golpe para el texto del presidente y debería destacarse, exhortó Das. La respuesta no debe ser un comentario de los miembros al texto, sino un cambio total en su estructura y enfoque, agregó. Desde 1995, cuando se implementó el Acuerdo de Agricultura, se volvieron evidentes las insuficiencias e inequidades del tratado, y el texto de Harbinson siguió la misma línea, aunque introdujo algunos aspectos positivos que podrían aprovecharse. La introducción de una “categoría de productos estratégicos”, por ejemplo, fue importante, aunque su tratamiento estuvo “lejos de ser el adecuado”, dijo Das.

El proyecto también reconoce el problema de la seguridad alimentaria y la situación de los pequeños agricultores de los países en desarrollo, pero una vez más, el tratamiento es inadecuado. Por lo tanto, es necesario restaurar el equilibrio en el Acuerdo de Agricultura y corregir sus errores e injusticias. Sólo entonces podrá extenderse significativamente el tratamiento especial y diferencial a los países en desarrollo. El texto de Harbinson no menciona la restauración del equilibrio, aunque ésta es una prioridad y debe hacerse sin que parezca un favor a los países en desarrollo. Para ello, todos los estados miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) deben eliminar de inmediato los subsidios, en especial a las exportaciones, arguyó Das.

Las normas sobre apoyo doméstico habilitan mecanismos para que los países en desarrollo puedan eludir la disciplina. La distinción entre medidas distorsionadoras y no distorsionadoras del comercio, y correspondientemente, entre subsidios reducibles y no reducibles, “es fraudulenta”, afirmó Das. Al permitir la continuación de los subsidios de la “caja verde”, los países de la OCDE eluden cualquier disciplina. Esos subsidios deberían sujetarse a medidas de reducción, con miras a su eliminación.

En cuanto a seguridad alimentaria, el proyecto de Harbinson se refiere apenas al uso de aranceles y subsidios. Esta última opción quedó de hecho cerrada para los países en desarrollo, y los aranceles en sí mismos no necesariamente ofrecen una protección rápida y eficaz. Las soluciones generales de medidas antidumping y compensatorias resultaron poco prácticas para los países en desarrollo debido a la necesidad de demostrar el “daño a la producción doméstica”. Incluso una reivindicación legítima puede ser impugnada fácilmente y resultar muy costosa de defender en términos financieros. Paradójicamente, la disposición especial de salvaguarda fue formulada de tal manera que sólo los países industrializados la pueden emplear efectivamente. Las naciones en desarrollo deberían ser capaces de utilizar salvaguardas especiales para todos sus productos agrícolas.

Dados los desequilibrios básicos del texto de Harbinson, Das recomendó a los países en desarrollo que prepararan su propio texto alternativo y lo presentaran, en lugar de limitarse a comentar el actual. Algunos de los delegados del Sur presentes en la reunión coincidieron con Das. Los representantes de Brasil, Barbados, Filipinas e India dejaron claro que muchos países en desarrollo, incluso ellos mismos, estaban insatisfechos y decepcionados por el texto del presidente.

“Es dudoso que las modalidades propuestas produzcan un equilibrio sustancial”, expresó María Fe Alberto, la delegada de Filipinas. Las modalidades propuestas afectarían en forma desproporcionada las estructuras arancelarias de los países en desarrollo, forzándolos a una mayor liberalización. Por lo tanto, dijo, “Filipinas está decepcionada. La propuesta filipina para corregir las inequidades del acuerdo no se plasmó en el proyecto. El texto del presidente ignora la iniciativa basada en los tres pilares del acceso a los mercados, los subsidios a las exportaciones y el apoyo doméstico”. Alberto advirtió que este texto envía una señal política negativa de los países industrializados sobre que estos subsidios distorsionadores del comercio no pueden eliminarse en esta ronda.

Nicole Clarke, negociadora comercial por Barbados, señaló que países en desarrollo como el suyo no proveen subsidios a las exportaciones ni subsidios domésticos más allá del nivel mínimo, y están decepcionados por la falta de ambición en cuanto a la reducción de los subsidios y la falta de flexibilidad en el ritmo de liberalización del comercio agrícola para los países en desarrollo. La postura común del Sur, dijo Clarke, es la de promover una mayor liberalización del comercio agrícola en los países industrializados y más equilibrio en el Acuerdo de Agricultura.

El negociador de Brasil en la OMC, Flavio Damico, arguyó que esta organización está sesgada en contra de los países en desarrollo, y en especial lo están sus normas del Acuerdo de Agricultura que rigen el dumping. Sin embargo, señaló, la cuestión no es si esta ronda puede llamarse una ronda de desarrollo, sino “cómo incorporar el desarrollo a la OMC”.

El delegado de India, Rajesh Agarwal, destacó que la gran población de su país depende de la agricultura y no puede convertirse a otros sectores. También es difícil cambiar de un modelo de cultivo a otro, dado que depende de factores como el terreno, que puede ser montañoso o desértico. India procura entonces salvaguardas para proteger el sustento de sus agricultores. Agarwal agregó que el régimen agrícola post-OMC enseñó a los agricultores indios cuánto apoyo reciben los agricultores de la Unión Europea y Estados Unidos, por lo tanto ahora reclaman equilibrio y justicia. No se trata de una agenda de ciencia y tecnología para el desarrollo, sino más básicamente, de equilibrio. La cuestión es qué tipo de reducciones se adoptan, dijo, y añadió que el texto de Harbinson no es lo suficientemente ambicioso. No hay nada en él que impida cambiar el apoyo doméstico de una categoría a otra. Agarwal destacó la importancia del autoabastecimiento de alimentos para India, y advirtió que a menos que ese autoabastecimiento sea asegurado de manera adecuada, India no podrá estar de acuerdo.




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