Viernes 28 de Abril de 2006
Resolución adoptada por los sindicatos metalúrgicos afiliados a la FITIM en Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay
Reunidos en la ciudad de Asunción en los días 21 y 22 de abril 2006, los
sindicatos metalúrgicos afiliados a la FITIM en Argentina, Brasil, Chile,
Paraguay y Uruguay analizamos las posibles repercusiones que puedan tener
los resultados de las negociaciones en productos no agrícolas (NAMA) en el
ámbito de la Ronda de Doha de la OMC.
Nuestra mayor preocupación al respecto es sobre los efectos que una nueva
liberalización comercial pueda tener sobre las perspectivas de desarrollo
sustentable y sobre las condiciones de vida y de empleo de los
trabajadores y las trabajadoras de los países de nuestra región.
Analizando esas cuestiones concluimos que:
1. La reducción arancelaria propuesta por los países desarrollados (la
llamada formula suiza) puede generar la pérdida de millones de puestos de
trabajo en la industria, que tendría reflejo en otros segmentos
considerando los empleos indirectos que la actividad manufacturera genera.
Otra consecuencia sería que muchos de eses trabajadores y trabajadoras,
que actualmente son integrados en el mercado formal del trabajo, pasen a
convivir con desempleo, precarización y trabajo ilegal.
Pero los impactos negativos no atingirían solamente los países en
desarrollo o más pobres. También en los países más industrializados habría
riesgos de perdida de puestos de trabajo y aumento de la precarización
laboral.
2. Las reducciones arancelarias que se están discutiendo en la OMC
tendrían un impacto muy pesado en sectores intensivos en mano de obra de
los países en desarrollo y podrían comprometer las posibilidades de
futuros proyectos industriales.
3. Los países en desarrollo ya han abierto su mercado industrial en la
Ronda de Uruguay, mientras que los países desarrollados siguen manteniendo
sus políticas proteccionistas en la agricultura. Ahora con la promesa de
bajar esa protección piden una nueva reducción arancelaria para industria
y servicios.
La propuesta de los países desarrollados para NAMA no solamente es injusta porque significaría para nuestros países mayor precarización del
trabajo industrial, mayor desempleo y consolidación de una estructura
productiva de bajo valor agregado. Perjudicaría políticas comerciales e
industriales y de promoción del desarrollo, sin la garantía de más acceso al mercado agrícola de los países centrales.
Frente a esas conclusiones consideramos fundamental la lucha común de los sindicados metalúrgicos por un empleo de calidad, como clave de unidad y solidaridad entre los trabajadores y las trabajadoras de todos los países, tanto en el Norte como en el Sur.
En torno a ese objetivo unificador hay que ampliar y consolidar una fuerte
alianza entre los sindicatos y organizaciones democráticas de la sociedad civil.
Asunción, Paraguay, 22 abril 2006
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