Martes 20 de Diciembre de 2005
Poco para celebrar con los resultados de Hong Kong
Declaración de la Red del Tercer Mundo
Hay poco para celebrar en Hong Kong.
Luego de prolongadas negociaciones, la Unión Europea finalmente acordó eliminar los subsidios a la exportación para fines del 2013. Pero esto no resulta suficiente. Los mismos se deberían haber eliminado hace muchos años. El plazo fijado para fines del 2010, aceptado por todos los demás, hubiera sido lo mínimo pero la UE no estuvo de acuerdo.
Los resultados de Hong Kong no han contribuido a reducir la pobreza causada por la alta protección de los mercados en los países desarrollados y los masivos subsidios que han conducido a años de inundación de mercados con productos agrícolas artificialmente baratos lo cual ha afectado tanto a los productos como a los medios de sustento de los agricultores en el mundo en desarrollo.
La conferencia en Hong Kong hubiera sido más significativa de haberse tomado decisiones que condujeran a reducciones sustanciales en el total de subsidios internos que distorsionan el comercio a niveles por debajo de los actuales o de los niveles que se tiene planificado aplicar, y a una disciplina seria en materia de subsidios de la Caja Verde y su reducción, a fin de que el apoyo interno en general se viera realmente disminuido. Esto no sucedió.
La victoria obtenida por los algodoneros de países en desarrollo es muy limitada. Al tiempo que los subsidios a la exportación serán eliminados en el 2006, esto solo representa una pequeña porción de la distorsión del comercio. No se ha acordado ninguna medida con respecto a los subsidios internos que distorsionan el comercio y que ascienden a aproximadamente US$ 3.800 millones o al 80-90% del apoyo total de Estados Unidos al algodón. Los subsidios internos también constituyen casi la totalidad de los subsidios al algodón en Europa.
La decisión de Hong Kong es mísera y solo respalda el objetivo de que, “como resultado de las negociaciones, los subsidios internos a la producción algodonera que resultan distorsivos del comercio deberían ser reducidos”. La respuesta de la Asociación de Algodoneros Africanos es que “no se ha presentado ninguna propuesta concreta con respecto a la demanda más esencial”.
Los países menos desarrollados, a los que se ha sometido a una interminable retórica y a quienes esta reunión Ministerial se suponía que debía defender en primer término, han quedado con mucho menos de lo que se les había prometido. Los mismos habían solicitado un derecho consolidado y acceso al mercado libre de cuotas a los mercados de países ricos para todos los productos y países menos desarrollados. En la versión preliminar no se concede un compromiso consolidado. También se incluye una cláusula de escape por la que los países que enfrenten dificultades para otorgar dicho acceso al mercado podrán conceder acceso a un 97% de los productos. Esta cláusula de escape permite a los países desarrollados continuar protegiendo a los “productos sensibles” que representan una ventaja en materia de exportación para los países menos desarrollados, tales como productos textiles, vestimenta, arroz, azúcar, productos relacionados con el cuero y la pesca.
En lo que refiere a otros temas de tratamiento diferencial y especial no se reconoce ganancia alguna. Tampoco se registran avances sobre las propuestas de los países en desarrollo en lo que respecta a temas de implementación. En Hong Kong se confirmó que los “temas de desarrollo” consignados en Doha han sido colocados en un rincón en estado de coma.
El peor acuerdo es el que refiere a servicios y al acceso al mercado para productos no agrícolas (NAMA). El controvertido Anexo C sobre servicios que no recibió consenso en Ginebra y que fue acaloradamente discutido en Hong Kong (rechazando la mayoría de los países en desarrollo sus disposiciones clave durante casi todo el transcurso de la Conferencia) se mantiene fundamentalmente igual. Se han orientado las modalidades de las negociaciones del AGCS en la dirección exigida por la Unión Europea y otros países desarrollados. Se han acordado nuevos métodos de negociación (plurilateral, sectorial, modal) que habrán de erosionar la flexibilidad al alcance los países en desarrollo para liberalizarse solo en los sectores que los mismos escojan y en la medida en que estos lo deseen.
La propuesta alternativa sobre servicios de más de 100 países en desarrollo no se vio reflejada en la Declaración de la Conferencia Ministerial. Los cambios propuestos al texto por parte de los países en desarrollo fueron rechazados. En cambio, fueron adoptadas las modificaciones sugeridas por la UE. El resultado es que los países desarrollados van a intensificar sus esfuerzos luego de Hong Kong para que los países en desarrollo se vean presionados a liberalizar 19 sectores de servicios de amplio alcance.
Con respecto al NAMA, la fórmula suiza fue confirmada por los Ministros. Por primera vez en el sistema de comercio multilateral, los países en desarrollo deberán someterse a una fórmula de reducción de aranceles, y a una severa fórmula suiza a ese respecto, y lo que es peor, sobre una base línea por línea (afectando todos los productos). Las flexibilidades y exoneraciones son mínimas y aún éstas se encuentran amenazadas. El tratamiento de los aranceles no consolidados – utilizando las tasas aplicadas como base, lo cual nunca antes se había realizado y no debería realizarse – ha sido adoptado por los Ministros. El conjunto de todos estos elementos produce un efecto devastador sobre las perspectivas de desarrollo industrial de los países en desarrollo.
La base de estos problemas radica en las intensas presiones que tanto antes como durante la reunión en Hong Kong los países desarrollados han ejercido sobre los países en desarrollo para que liberalicen aún más sus sectores agrícolas, de productos industriales y de servicios. Los países desarrollados deben poner fin a estas presiones y permitir que los países en desarrollo cuenten con sus propias políticas y adopten las medidas necesarias para proteger sus propias empresas y haciendas a fin de cumplir con sus objetivos de desarrollo sostenible. En Hong Kong los países en desarrollo perdieron un mayor espacio para sus políticas.
Por más información, comunicarse con: Chee Yoke Ling twnet@po.jaring.my
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