Martes 6 de Diciembre de 2005
Países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) defienden empresas nacionales
por Martin Khor
Algunos países miembros de ASEAN libraron una batalla diplomática en la OMC para defender su derecho a regular a las empresas extranjeras en el sector de los servicios. Se opusieron a un proyecto de declaración para la Conferencia Ministerial de Hong Kong que afectaría su actual derecho a elegir qué sector liberalizar, en qué grado y en qué momento.
Negociadores de varios países integrantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) libran una batalla conjunta contra una iniciativa de los países industrializados para abrir sus mercados de servicios mediante una gama de nuevos mecanismos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Malasia, Indonesia, Filipinas, Tailandia y Brunei presentaron dos declaracoines conjuntas en las que rechazaron las propuestas en una reunión crucial sobre servicios celebrada en la OMC el 18 de noviembre.
Las propuestas, contenidas en un proyecto de Declaración Ministerial sobre servicios, obligaría a la ASEAN y a otros países en desarrollo a:
* Comprometerse obligatoriamente a liberalizar un número mínimo de subsectores de servicios mediante “objetivos cuantitativos”;
* Participar obligatoriamente en negociaciones “plurilaterales”, en que un país tendría que enfrentar a grupos de otros países que harían peticiones de liberalización en nombre de sus empresas;
* Participar obligatoriamente en “negociaciones sectoriales”, en las que los países que pretendan apertura de mercado en sectores específicos, como finanzas o distribución, presionen a los países objetivo a abrir sus mercados.
* Hacer los mejores esfuerzos por aumentar los compromisos en cada modo o categoría de inversión y comercio de servicios (conocidos como “objetivos cualitativos”).
Actualmente, el tratado de servicios de la OMC, conocido como el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS), permite a un país elegir si comprometerse a abrir subsectores particulares o imponer condiciones a las empresas extranjeras que quieran invertir en ellos o comerciar con ellos.
Un país también puede decidir liberalizar un sector pero sin asumir un compromiso en la OMC, lo cual le permitiría retractarse. Por ejemplo, puede permitir a los bancos extranjeros un 70 por ciento de propiedad accionaria hoy, pero restringirla a 40 por ciento en el futuro. En cambio, una vez que se asume un compromiso en la OMC, no es posible volver atrás a menos que el país pague una compensación por las pérdidas provocadas.
La sección de servicios del proyecto de declaración para la Conferencia Ministerial de la OMC, a realizarse en Hong Kong del 13 al 18 de diciembre, propone modificar el GATS para eliminar o debilitar las opciones y los mecanismos de flexibilidad disponibles para los países. Esto facilitaría a las grandes empresas y países extranjeros que las representan ejercer presión sobre países en desarrollo para que eliminen restricciones de ingreso y propiedad.
Los países de ASEAN se oponen a los cuatro nuevos mecanismos contenidos en el proyecto de declaración. Se les unieron muchos otros países de África, América Latina y el Caribe.
Los miembros de ASEAN pidieron la eliminación directa de los párrafos referentes a objetivos cuantitativos y negociaciones sectoriales. También propusieron diluir la referencia a “negociaciones plurilaterales”, para que cualquier país pueda elegir si participar o no. El proyecto actual obliga a todos los países a los que se les solicite participar.
Asimismo, propusieron eliminar el actual texto detallado sobre “objetivos cualitativos” y reemplazarlo por otro más corto que no exija a los países aumentar su liberalización de modos específicos.
Por ejemplo, el actual proyecto exige a los países formular compromisos sobre “niveles mejorados de participación extranjera en la propiedad” y “permitir una mayor flexibilidad de los tipos de entidades legales permitidas”. Esto implica que los países deberían permitir a las firmas extranjeras poseer un porcentaje más alto de acciones en propiedad y eliminar o flexibilizar las condiciones de entidad legal.
Muchos países reclamaron restringir el porcentaje de propiedad accionaria de las empresas extranjeras en ciertos sectores, y que esas firmas formen emprendimientos conjuntos con empresas nacionales o que incorporen a la firma que está operando en el país (en lugar de actuar como subsidiaria). Esas condiciones serían difíciles de mantener si prospera el actual proyecto para Hong Kong.
Los países de ASEAN propusieron que esas prescripciones políticas detalladas fueran sustituidas por un texto que sólo inste de manera general a los países a mejorar sus ofertas.
En la reunión del 18 de noviembre en la OMC, el embajador de Indonesia dijo que los países en desarrollo no tienen la capacidad de participar en un “enfoque de fórmula inflexible”. El embajador habló en representación de Brunei, Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia.
“Sin un régimen regulador bien desarrollado y sin una autoridad nacional que evalúe y controle los acontecimientos en todos los subsectores de servicios, los países en desarrollo tienen derecho a tanta flexibilidad como precisen”, dijo.
Los países de ASEAN dijeron que definitivamente no podrían aceptar “objetivos numéricos” o una dilución de la flexibilidad que otorga el GATS a los países en desarrollo. “En el espíritu de la dimensión de desarrollo de la actual Ronda (de negociaciones de Doha), rechazamos todo y cualquier esfuerzo por debilitar la estructura del GATS que nuestros predecesores negociaron cuidadosamente en la Ronda Uruguay”.
La respuesta de ASEAN es muy oportuna. Un reciente documento de la Comisión Europea que enumera las demandas presentadas por empresas europeas muestra que los países de ASEAN están entre los principales objetivos de apertura de mercados.
En el área de servicios financieros, figuran en la lista países-objetivo que todavía no ofrecieron compromisos, como Malasia, Filipinas, Tailandia e India. En cuanto a servicios de distribución, Malasia figura junto con Indonesia, Filipinas, India y Egipto como países que no formularon compromisos.
Malasia también aparece como país que no hizo compromisos en servicios ambientales. El documento dice que ofrece “sólo compromisos parciales” en otros subsectores, como las telecomunicaciones, la construcción, la ingeniería, los servicios de computación, los servicios comerciales y los servicios legales. El objetivo es que los países con “compromisos parciales” realicen compromisos plenos.
El temor de los países en desarrollo es que, si la Conferencia Ministerial de Hong Kong adopta este proyecto, se los someta a intensas presiones para que abran todos los subsectores de importancia. Esto enfrentaría a sus empresas nacionales a una fuerte competencia extranjera que no podrían tolerar.
Además de los países de ASEAN, muchos otros miembros de la OMC intentan soportar la presión, pero les resulta muy difícil. El Presidente de las negociaciones sobre servicios ignoró sus opiniones y se negó a cambiar el proyecto.
Se prevé que la batalla que se librará en Hong Kong será una batalla crucial que los países deben estar preparados para pelear hasta el final, dado que está en juego el destino de las empresas nacionales. – Third World Network Features 2889
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