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Comercio

Martes 8 de Noviembre de 2005

Calificativos a propuesta de Unión Europea varían desde “decepcionante” hasta “inaceptable”

por Martin Khor

Las reacciones iniciales a la propuesta sobre agricultura que la Unión Europea (UE) realizó el 28 de octubre han sido en general desfavorables. Algunos países la calificaron de “decepcionante” y otros de “inaceptable”, por distintas razones.

Países agrícolas exportadores como Estados Unidos, Brasil y Australia manifestaron decepción por las pocas oportunidades de acceso al mercado ofrecidas por la UE.

Otros consideraron inaceptable el condicionamiento de la oferta a grandes concesiones en otros sectores, en especial sobre servicios y acceso a los mercados para los productos no agrícolas (NAMA, por sus siglas en inglés).

En una reunión informal sobre agricultura que tuvo lugar en la sede de la OMC en la tarde del lunes 31 de octubre, la UE explicó la propuesta a los países miembros por primera vez y éstos pudieron dar sus primeras respuestas. La oferta sólo había sido divulgada el viernes 28 entre las “cinco partes interesadas”: Estados Unidos, Brasil, India, Australia y la propia UE.

Según fuentes diplomáticas, los ministros de Comercio de las cinco partes interesadas discutieron la propuesta durante dos horas mediante videoconferencia. El 2 de noviembre iba a realizarse otra videoconferencia para discutir más en detalle la propuesta europea. Los ministros de las cinco partes interesadas se iban a reunir además en Londres el 7 y en Ginebra el 8 de noviembre (quizá con otros países).

Durante la videoconferencia, las cuatro partes restantes criticaron la propuesta de la UE pero no la rechazaron de plano, según fuentes.

Estados Unidos criticó a la UE por proponer demasiados productos sensibles, insistir en la flexibilidad de la banda inferior de la fórmula arancelaria (es decir, que los recortes arancelarios puedan variar de 10 a 40 por ciento para los rubros arancelarios en la banda de 0 a 30 por ciento) y por su propuesta de tratamiento de las cuotas arancelarias, según las fuentes.

Brasil realizó críticas similares, mientras que India fue más crítica respecto del intento de la UE de vincular su oferta agrícola con compromisos de los países en desarrollo en materia de NAMA y servicios, también según las fuentes.

El ministro de Industria y Comercio de India, Kamal Nath, describió la oferta de la UE como “una mezcla”, según un comunicado de prensa oficial emitido en Nueva Delhi.

Kamal Nath opinó que la oferta con respecto al acceso al mercado para productos agrícolas era constructiva y demostraba voluntad de llevar las negociaciones adelante, pero rechazó “de plano” los elementos de la oferta que buscan vincular las negociaciones agrícolas con las negociaciones sobre NAMA y servicios.

El ministro rechazó la propuesta sobre NAMA porque procura introducir la noción de “países en desarrollo avanzados” y también promueve un único coeficiente para la reducción arancelaria, tanto para países industrializados como en desarrollo. En materia de servicios, consideró inaceptable el concepto de referencias cuantitativas para abrir el sector de los servicios, dado que no sería posible para muchos países en desarrollo cumplir esas obligaciones.

Por su parte, Brasil describió la oferta de la UE como “inaceptable”, según un diplomático comercial. Brasil no aceptó la propuesta sobre acceso al mercado de la UE, que incluye un gran número de productos sensibles (ocho por ciento del total) y flexibilidad en la banda arancelaria más baja.

El arreglo era que, si se permitían muchos productos sensibles, la UE cedería en la flexibilidad para variar las tasas de recortes arancelarios dentro de las bandas, o viceversa. Sin embargo, la UE quiere ambas cosas.

Además, Brasil consideró ilógicas e inaceptables las exigencias a los países en desarrollo en materia de NAMA y servicios. “La propuesta fue creada de tal manera que no permite el avance de las conversaciones”, dijo el funcionario brasileño.

Christine Baker, portavoz del representante comercial de Estados Unidos, declaró que su gobierno está decepcionado con la propuesta europea. “Aunque en algunos sentidos es un paso en la dirección correcta y reconocemos el esfuerzo de la UE, se precisa mucho más”, dijo la funcionaria.

“En primer lugar, las reducciones arancelarias propuestas son inferiores a las que propusieron los países en desarrollo del G-20 y Estados Unidos. El gran número de excepciones para productos sensibles aparentemente no ha variado frente a anteriores propuestas de la UE, y otro elemento, el “pivot”, es en realidad una retractación respecto de la oferta anterior”, agregó.

“Estos dos elementos habilitarían brechas sustanciales en los recortes arancelarios relativamente más bajos que la UE ha ofrecido. Si el acuerdo final de Doha sobre agricultura no avanzara más que esto, otras áreas también resultarían débiles y la Ronda de Doha ni se acercaría a su potencial de promoción del desarrollo, oportunidades y crecimiento económico mundial”, advirtió Baker.

El representante comercial de Estados Unidos, Robert Portman, reiteró tras la videoconferencia de las cinco partes interesadas la decepción de su país porque el plan europeo tenía “demasiadas lagunas”. Sin embargo, también dijo que las negociaciones estaban listas para ampliarse más allá de la agricultura, y que Estados Unidos estaba dispuesto a comenzar a discutir sobre servicios y otras áreas.

Mientras, el ministro de Comercio de Australia, Mark Vaile, dijo que la oferta de la UE de recortar sus aranceles estaba “muy por debajo de las demandas” de Estados Unidos, Brasil, Australia y otros países exportadores de alimentos, que pretendían un recorte promedio de 54 por ciento como mínimo.

En Ginebra, diplomáticos comerciales de varios países en desarrollo que no forman parte de las cinco partes interesadas manifestaron frustración con la UE por intentar trasladar la carga de las negociaciones a los países en desarrollo, que no ganarían nada en materia de acceso a los mercados de los países industrializados.

“La UE no está haciendo lo suficiente en materia de agricultura, por lo tanto no puede plantearnos exigencias tan extremas sobre NAMA y servicios”, dijo un diplomático africano.

“La mayoría de los países en desarrollo ya perdimos en esta Ronda, porque no nos beneficiaremos en ninguna área, y además estamos cargados con nuevas obligaciones y pérdida de márgenes de preferencia y de nuestros mercados”, señaló.

“Encima de esto, la UE intenta imponernos nuevos conceptos y obligaciones, como las referencias en materia de servicios. Esto es ilógico, en especial a esta altura de las negociaciones, sólo algunas semanas antes de la Conferencia Ministerial”, manifestó el diplomático.

“No tenemos la capacidad suficiente, aquí ni en la capital, para analizar el significado y las consecuencias de estas nuevas demandas, mucho menos para responderles. Nos están empujando contra la pared; no tenemos espacio para respirar”, concluyó. (FIN)




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