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Comercio

Martes 20 de Setiembre de 2005

Presidente de agricultura indica cambio de estrategia

por Goh Chien Yen

La semana de negociaciones agrícolas en la OMC concluyó un día antes de lo programado, ante la falta de "movidas" nuevas de los principales miembros.

Las negociaciones celebradas en Washington a mediados de setiembre entre los funcionarios de comercio de Estados Unidos y de la Unión Europea es posible que tengan un peso importante en la postura que los dos grandes adopten con respecto a la agricultura, y que por lo tanto toda novedad en la Organización Mundial de Comercio (OMC) tendrá que esperar a que concluyan sus negociaciones bilaterales, señalaron varios diplomáticos.

En una reunión informal abierta celebrada el jueves 15, el presidente de la Sesión Especial del Comité de Agricultura, el embajador de Nueva Zelanda Crawford Falconer, indicó que el objetivo de las negociaciones sería alcanzar modalidades, en lugar de las “primeras aproximaciones” que se habían previsto, infructuosamente, para el Consejo General realizado en julio. También indicó que habría una modificación en la estrategia de negociación, y que se pasaría de la estrategia “incremental” utilizada por su antecesor (Tim Groser, también de Nueva Zelanda) hacia una estrategia más “integral”.

Al parecer quiso decir que se analizaría una amplia variedad de temas de manera simultánea, en lugar de que las negociaciones se concentraran en un ámbito a la vez.

En esta nueva etapa de las negociaciones también se consideraría el nivel de ambición, para tomar en cuenta los números y no sólo la estructura y la forma de las modalidades. Y también tomaría en cuenta las compensaciones y las vinculaciones con otros campos de negociaciones.

Falconer dijo que el cambio es necesario porque las negociaciones se modificaron desde la situación existente antes del receso veraniego, cuando los negociadores trabajaban sobre una “primera aproximación” de las modalidades. Explicó que ahora, debido a la “sensación manifiesta de mayor urgencia”, los negociadores están trabajando directamente hacia las “modalidades”.

Durante las discusiones hubo diferencias entre los miembros acerca de sobre cuáles temas se haría hincapié, a medida que las negociaciones se amplían hacia un orden del día más “integral”. Los miembros del G-33 y de otros países en desarrollo subrayaron la necesidad de concentrarse más en lo que ellos consideran que es la “dimensión del desarrollo”. En particular ésta incluye flexibilidades adicionales para los países en desarrollo: productos especiales, el mecanismo especial de protección y que los países en desarrollo estén eximidos de la obligación de reducir la protección nacional “de minimis” (a los países en desarrollo se les permite en la actualidad una protección del tipo Compartimento Ámbar hasta 10 por ciento de su producción agrícola).

Kenia exhortó al presidente que no deje para el final en todos los aspectos de las negociaciones los temas de tratamiento especial y diferenciado, ya que es posible identificar los elementos de TED (tratamiento especial y diferenciado) en esta etapa. También desea que la Presidencia encuentre soluciones al problema de las materias primas como lo planteara anteriormente en su presentación por escrito.

Por otra parte, la Unión Europea expresó que desea discutir las indicaciones geográficas.

Otro tema importante de inquietud que plantearon los países en desarrollo es la necesidad de tener un proceso de negociaciones participativo y transparente. Implícitamente se referían a la situación insatisfactoria de los últimos meses, cuando la mayoría de las negociaciones las realizaron las llamadas "cinco partes interesadas" (Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil, India y Australia), mientras otras delegaciones quedaron en un segundo plano.

Filipinas, en nombre de los países del G-33, destacó la necesidad de adoptar un enfoque "desde abajo hacia arriba" por el cual ningún miembro sea excluido del proceso de las negociaciones agrícolas. Esta estrategia será necesaria para que los miembros ejerzan la titularidad sobre los resultados de las negociaciones. Y eso no se logrará en los casos donde unos pocos adopten las decisiones y redacten los textos que luego imponen al resto de los miembros, señaló el G-33.

En referencia a su reciente declaración el G-20 también subrayó la necesidad de una estrategia de abajo hacia arriba. El grupo señaló que eso sería necesario en este nueva etapa de negociaciones para garantizar la participación de todos los miembros. En su conclusión, Falconer dijo que la discusión destacó la insistencia de los miembros referida a que las negociaciones deben ser "desde abajo hacia arriba" (término que significa que la totalidad de los miembros deben adoptar las decisiones y no que sean impuestas por pequeños grupos o por la Presidencia). Prometió a los miembros que no habría "papeles caídos del cielo" ni "papeles sacados de la galera". La estrategia sería que "no habría sorpresas" para las delegaciones.

Los miembros también se refirieron al "nivel de ambición". Estados Unidos manifestó que es necesario un nivel alto de ambición y que eso dependerá de cuánto acceso a los mercados se logre. Por lo tanto, ha llegado el momento de tomar en cuenta los puntos específicos y los números en las modalidades.

La Unión Europea dijo que el nivel de ambición no se define sólo en función de los números de las modalidades, sino en una mayor rigurosidad de las reglas, especialmente en las indicaciones geográficas. Nueva Zelanda, aunque coincide en que hay que incluir reglas, discrepó con la afirmación de la Unión Europea de que los temas de esas reglas deben incluir indicaciones geográficas.

China señaló que la cuestión no es si hay que empezar a negociar sobre los números, ya que han aparecido en borradores anteriores (como los textos de Harbinson y Derbez), sino si los miembros pueden llegar a un consenso sobre los números. China expresó que el nivel de ambición también debe ponderarse según consideraciones de desarrollo y no tratarse únicamente del acceso a los mercados.

Con respecto a las vinculaciones con otros campos de negociación que sugiriera el presidente, China y otros miembros señalaron que las compensaciones con otros temas, como el acceso a los mercados para los productos no agrícolas (NAMA) y los servicios, tendrán que manejarse en un nivel superior, como el Comité de Negociaciones Comerciales, y no deben considerarse en las negociaciones agrícolas.

Al resumir las discusiones, la Presidencia reconoció la insistencia de muchos miembros de que las negociaciones deben ser desde abajo hacia arriba: que el consenso debe surgir de las ideas de la totalidad de los miembros y no impuesto por pequeños grupos o por la Presidencia.

El presidente informó a los miembros que la próxima semana de negociaciones dedicada a la agricultura comenzará el 17 de octubre. Sin embargo, no esperará hasta entonces para empezar a trabajar, y dijo a los miembros que deberán "estar a la orden" para cualquier consulta.

En una conferencia de prensa celebrada el viernes 16, altos representantes del gobierno de Estados Unidos señalaron que la agricultura es la pieza clave para que las negociaciones puedan avanzar, y agregaron que el acceso a los mercados es el ámbito menos desarrollado en ese marco.

En respuesta a si Estados Unidos estaba preparado para avanzar sobre el tema de los subsidios, los funcionarios dijeron que Washington se comprometió hace tiempo a reducir los subsidios que distorsionan el comercio, con la intención de eliminarlos. Todo resultado que cumpla con el mandato de Doha resultará en una reducción sustancial de los subsidios de parte de Estados Unidos.

Los funcionarios indicaron que tanto Estados Unidos como la Unión Europea tendrían que avanzar juntos sobre los temas de la protección nacional y el acceso a los mercados. Para Estados Unidos, el nivel de ambición en la protección nacional está vinculado al del acceso a los mercados.

La reciente propuesta del G-20 sobre el acceso a los mercados, dijeron los funcionarios, está a medio camino entre la fórmula suiza y una fórmula tipo Ronda Uruguay y fija algunos parámetros específicos sobre los niveles para la fórmula de reducción de aranceles.

Estados Unidos desearía ver algo más ambicioso y querría ver alguna mejora en los niveles, el tipo de fórmula y el tope arancelario. El tope arancelario propuesto por el G-20 (100 países para los países industrializados y 150 por ciento para los países en desarrollo) es demasiado elevado.

Sobre el algodón y el reclamo de los países de África occidental para que se produzca un adelanto sobre este tema en Hong Kong, los funcionarios dijeron que Estados Unidos siempre ha respaldado las iniciativas sectoriales, ya sean del algodón o las semillas oleaginosas, cerdo, carne vacuna y frutas y verduras.

Aunque reconoció que el algodón estará dentro de las negociaciones, no desea que los sectores se interpongan en el camino de la fórmula general. Existe un orden importante, dijeron los funcionarios, que es el de conseguir primero la forma del paquete (las modalidades) antes de abordar los diversos sectores. Los funcionarios sostuvieron que se están haciendo algunas cosas en cuanto al algodón, como la exploración de la generación de capacidades técnicas en esos países.

Entre tanto, en una conferencia de prensa realizada también el viernes 16, el presidente de las negociaciones agrícolas, Falconer dijo, al resumir las negociaciones de la semana, que parece haber un amplio reconocimiento de que los miembros están en una etapa nueva, y que ahora parece comprenderse que no existe otra alternativa que prepararse para las modalidades en Hong Kong. Todos los términos utilizados antes de julio, como la "primera aproximación" a las modalidades, quedaron en el pasado, aseguró.

Aunque existe la voluntad de continuar con la labor técnica que se realizó hasta julio y que la misma deberá profundizarse, ésta deberá estar imbuida de la idea de que, si ha de hacerse, sería útil si hay una sensación más concreta de cuáles van a ser los números.

Con respecto al proceso, el presidente señaló que el inicio de la próxima semana de reuniones sobre la agricultura se programó para el 17 de octubre, pero advirtió: "No podemos darnos el lujo de esperar hasta el 17 de octubre".

Dijo que espera celebrar una reunión informal abierta de todos los miembros en la primera semana de octubre para que se pueda avanzar en el proceso. El orden del día de esa reunión se planificará en virtud del avance (si lo hay) logrado hasta esa fecha. (www.sunsonline.org)

Sobre el autor: Goh Chien Yen es investigador de la Red del Tercer Mundo.

Este artículo se realizó con aportes de Kanaga Raja.




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