Lunes 13 de Junio de 2005
Asamblea Mundial de la Salud aborda problemas mundiales
por Martin Khor
Del 16 al 25 de mayo, la Asamblea Mundial de la Salud (órgano supremo de la Organización Mundial de la Salud) discutió y adoptó algunas decisiones sobre una amplia variedad de problemas, desde la malaria y la gripe del pollo hasta emergencias de salud pública y desastres como el maremoto de diciembre en Asia.
La Asamblea Mundial de la Salud es un acontecimiento muy interesante para todos aquellos involucrados en cuestiones médicas y de salud. La máxima reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reúne a ministros, altos funcionarios y organizaciones no gubernamentales para tratar grandes problemas relacionados con la salud humana.
La Asamblea de este año, celebrada del 16 al 25 de mayo en Ginebra, contó con la participación de 2.200 personas. Discutió y tomó decisiones sobre asuntos que varían desde enfermedades específicas, como la pandemia de malaria e influenza, hasta la forma en que los gobiernos deberían enfrentar las emergencias de salud, los medicamentos ineficaces y la falta de fondos.
Lo más destacado fue la adopción del Reglamento Internacional de la Salud (2005), que establece obligaciones y procedimientos para los países y la secretaría de la OMS, a fin de responder a nivel nacional e internacional a las emergencias de salud pública que preocupan a todo el mundo.
El Reglamento, que entrará en vigor en dos años, guía a los gobiernos sobre cómo decidir cuándo ha ocurrido una emergencia de salud, y los obliga a construir la capacidad necesaria para responder a ella. También les exige informar con prontitud a la OMS, que así podrá emitir recomendaciones sobre medidas a tomar, a fin de frenar la propagación de la enfermedad a otros países.
Otras cuestiones importantes discutidas fueron la inminencia de una pandemia de influenza aviar o “gripe del pollo”, la amenaza de la resistencia a antibióticos, y la prevención y el tratamiento de la malaria, la tuberculosis, el VIH/sida y el cáncer.
La cuestión más controvertida de la Asamblea fue la propuesta de un comité científico de la OMS de permitir nuevas investigaciones de ingeniería genética de las reservas de los virus de viruela que la organización permitió conservar a dos laboratorios, uno de Estados Unidos y otro de Rusia.
Muchos países expresaron preocupación por la propuesta y pidieron una revisión de ésta. Sin embargo, la secretaría de la OMS emitió un comunicado de prensa según el cual cuatro de las cinco actividades de investigación propuestas fueron aprobadas por los miembros de la Asamblea, y se revisará la quinta, sobre transferencia de genes del virus variólico a otros poxvirus.
El tema políticamente más cargado fue el deterioro de las condiciones de salud y la crisis humanitaria que enfrenta la población árabe en los territorios palestinos ocupados. Después de un acalorado debate, se aprobó por mayoría una resolución que expresa preocupación por esa situación y solicita a Israel que detenga las prácticas que afectan la salud de los palestinos y solicita a la OMS tomar varias medidas.
El director general de la OMC, Lee Jong-wook, advirtió que “la influeza aviar es la mayor amenaza a la salud que enfrenta el mundo actualmente”. Otros funcionarios de la organización advirtieron en una sesión informativa que una inminente pandemia de influenza podría enfermar a más de mil millones de personas, hospitalizar a 28 millones y matar hasta siete millones.
Una resolución de la Asamblea exhortó a los países a desarrollar planes nacionales para limitar el impacto de una pandemia de influenza y solicitó a la OMS que resuelva el problema de la escasez mundial de vacunas contra la influenza y evalúe el uso de reservas de medicamentos antivirales para contener el brote.
Otra resolución relacionada sobre bioseguridad destacó que la contención de agentes microbiológicos y toxinas en laboratorios es crítica para prevenir brotes de enfermedades como el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), también llamado neumonía atípica, y exhortó a los países a controlar la seguridad de los laboratorios y promover prácticas de bioseguridad.
En cuanto a acciones de salud en crisis y desastres como el tsunami asiático, otra resolución urgió a los países a disponer de planes de preparación para desastres y exhortó a la OMS a advertir en forma temprana sobre los brotes de enfermedades y ocuparse de problemas de agua potable y saneamiento.
La Asamblea reconoció la creciente amenaza de la resistencia a los antibióticos y llamó a la acción mediante el uso racional de fármacos. La resistencia de bacterias y virus a los medicamentos existentes aumenta más rápido que el desarrollo de nuevas drogas.
El órgano también exhortó a los países a desarrollar un enfoque integrado para contener la resistencia, estimular el uso adecuado de agentes antimicrobianos y controlar el uso de estos agentes y el nivel de resistencia. También urgió a la OMS a promover el uso racional de los medicamentos.
Con respecto a la malaria, que cada año causa un millón de muertes que podrían prevenirse, la OMS trabajará con los países para alcanzar objetivos de control, incluso mediante la compra al por mayor de redes tratadas con insecticida y medicamentos contra la malaria.
La Asamblea discutió también el incremento de la tuberculosis resistente a múltiples fármacos y el aumento de la morbimortalidad entre los pacientes de tuberculosis portadores de VIH. El órgano instó a los países a establecer una colaboración entre programas contra la tuberculosis y contra el sida, y a incorporar la prevención y el control de la tuberculosis en planes de desarrollo de salud.
Asimismo, la Asamblea se concentró en el aumento de la epidemia de cáncer, actualmente la segunda mayor causa de muerte. Cada año, 20 millones de personas viven con cáncer y siete millones mueren por la enfermedad. La OMS atribuye esta epidemia al tabaquismo, a dietas poco saludables, al sedentarismo y a ciertas infecciones y carcinogénicos.
Una resolución sobre cáncer reclamó más medidas de prevención de la enfermedad, detección más temprana y mejor tratamiento, y más cuidados paliativos. La OMS elaborará una estrategia de prevención y control del cáncer para ayudar a los países a resolver esta creciente crisis.
En cuanto a nutrición de bebés y niños pequeños, la Asamblea pidió a los países que promuevan la lactancia materna exclusiva durante los seis primeros meses de la vida del bebé, como recomendación mundial de salud pública. También los instó a promover mejores prácticas en cuanto a la preparación y el uso de fórmulas lácteas para bebés, de modo de minimizar los riesgos de salud, e informar al público que esas fórmulas pueden contener microorganismos patógenos y deben prepararse y usarse de manera adecuada.
La Asamblea revisó los progresos realizados hasta ahora en cuanto a la erradicación de la poliomielitis e identificó medidas a tomar antes de fin de año para interrumpir la cadena final de transmisión del virus. Asimismo, señaló los progresos realizados en el tratamiento del VIH/sida.
Asimismo, la Asamblea revisó la aplicación de la política de la OMS sobre envejecimiento y adoptó una resolución sobre la promoción de una ancianidad activa y saludable. Más de 1.000 millones de personas tendrán más de 60 años para 2025, y esta cifra se duplicará para 2050.
El órgano también llamó a los gobiernos a promover los derechos y la dignidad de las personas con discapacidades, a respaldar la rehabilitación comunitaria y a incluir un componente de discapacidad en las políticas y programas nacionales de salud, con apoyo de la OMS.
La reunión discutió asimismo el problema de la deficiencia de yodo, una de las principales causas de daño cerebral en la infancia. La OMS estimó que 2.000 millones de personas corren riesgo de padecer esa deficiencia. La solución es simple y económica, porque el yodo puede incorporarse fácilmente a la sal de mesa.
Los participantes de la Asamblea también discutieron el problema del alcoholismo, que es factor causal de más de 60 dolencias, incluso enfermedades cardiovasculares, desórdenes mentales, conducta de alto riesgo, lesiones y muerte por accidentes de tránsito. La OMS elaborará políticas al respecto.
Asimismo, una resolución de la Asamblea urgió a la OMS a ayudar a los países a evaluar el impacto de los cambios en los sistemas de financiación de la salud sobre los servicios médicos, a medida que se vuelcan a la cobertura universal.
En la ceremonia de cierre, el director general de la OMS, Lee Jong-wook, advirtió que “queda poco tiempo para prepararnos para una pandemia” y urgió a los países a prepararse, prometiendo asistendo asistencia de la secretaría. Dijo que la Asamblea adoptó muchas resoluciones que tendrán un profundo efecto en la salud mundial y agregó que la secretaría trabajará en su seguimiento. – Third World Network Features
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