Instituciones Financieras Internacionales
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Jueves 3 de Junio de 2004
El director del FMI debe ser seleccionado por un sistema abierto, participativo y en función de los méritos.
por Martin Khor, Goh Chien Yen
El 4 de marzo, Horst Kohler renunció a su cargo de Director Gerente del FMI, después de haber sido nominado como candidato para la presidencia de Alemania. Cuando resultó claro que su
sucesor sería seleccionado a través del sistema tradicional de “tratativas entre bambalinas” para instalar un ciudadano europeo a la cabeza de la institución, la Red del Tercer Mundo emitió el 22 de marzo la siguiente declaración criticando este proceso “carente de transparencia
e indecoroso”.
Como posteriormente se vio, el subsiguiente nombramiento del español Rodrigo Rato, el 4 de mayo, confirma ampliamente las preocupaciones expresadas en esta declaración.
La Red del Tercer Mundo, que es una red de grupos cívicos del mundo en desarrollo, exhorta a los miembros del Fondo Monetario Internacional a utilizar un sistema justo, transparente y participativo para la selección de su nuevo Director Gerente. Los candidatos deberían ser considerados y finalmente escogidos no por su nacionalidad o algún
otro criterio discriminatorio sino en función de sus méritos.
Este sistema moderno y democrático de nombramiento para ocupar el cargo máximo del FMI debería sustituir al tradicional sistema de “tratativas entre bambalinas”, carente de transparencia e indecoroso, en que unos pocos países desarrollados poderosos
escogen un candidato entre ellos y luego los demás miembros del
FMI tienen que aceptarlo, les guste o no.
La norma no escrita de que el Director Gerente del FMI debe ser un ciudadano europeo es antigua, obsoleta e inaceptable. Seguramente el cargo debería ser otorgado a la persona en el
mundo más apta para manejar la organización, y no debería ser el
coto privado de determinada nacionalidad.
El FMI promueve constantemente entre sus clientes los principios de buena gobernanza, transparencia, democracia y meritocracia.
En efecto, el FMI insiste en que los países prestatarios deben
adoptar esos principios para obtener los préstamos.
Esos mismos principios deben ser ahora utilizados para seleccionar al nuevo Director Gerente.
Si bien el FMI tiene 184 países miembros, y teóricamente el nuevo
Director Gerente puede provenir de cualquiera de esos países, es
la “tradición” que el cargo sea reservado a un europeo. A cambio
de eso, el cargo de Presidente del Banco Mundial, la organización
hermana del FMI, se reserva para un estadounidense. En el pasado, la selección del Director Gerente del FMI no se ha hecho a través de un proceso abierto en el que participen los 184 miembros del FMI, sino a través de “tratativas entre bambalinas” en las que participan unos pocos países ricos.
La selección del Director Gerente anterior, Horst Kohler, cuatro
años atrás, fue el resultado de una indecorosa reyerta entre los
principales países ricos, y en ese entonces fue muy criticada por su
arbitrariedad. Esta vez, los europeos insisten nuevamente en su supuesta
prerrogativa. El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi,
manifestó que estaba “profundamente convencido de que este cargo debería
ser ocupado por un europeo”. Pero este “coto privado” del máximo cargo
para un ciudadano europeo no figura en ninguna disposición constitucional.
Es solamente un convenio, y además un convenio cuestionado por los países
en desarrollo así como por ciertos ámbitos oficiales.
El periódico “Financial Times” de Londres declaró en un titular de
editorial: “El FMI no debería ser un feudo europeo: es hora de terminar con el reparto de los cargos más altos del Fondo y el Banco Mundial”. Y concluía: “Es hora de poner fin a los 55 años del tradicional regateo que asigna la dirección del FMI a un europeo y la del Banco Mundial a un estadounidense, e instituir una búsqueda mundial de candidatos en función de sus méritos, y no de su
nacionalidad”.
La exhortación de los países en desarrollo. Algunos funcionarios de países en desarrollo han estado
argumentando justamente eso. Tienen mayores intereses en juego
en el FMI ya que son los receptores de los préstamos del FMI y de
las políticas que los acompañan. Los errores de política cometidos
por la gerencia y el personal del FMI pueden tener (y han tenido)
efectos devastadores en la economía y el entramado sociopolítico de los países en desarrollo. Por eso consideran que se les debe
reconocer mayores derechos de participación en la toma de
decisiones, incluida la elección de la persona para el máximo cargo
del FMI.
Además, hay muchas personas en el mundo en desarrollo que califican como candidatos aptos para el puesto.
El 19 de marzo, los Directores Ejecutivos del Grupo de los 11
emitieron una declaración en representación de los países
emergentes y en desarrollo de Asia, África, América Latina y Medio
Oriente, a la cual adhirieron un grupo de Directores Ejecutivos de
Australia y Suiza, cada uno representando a una gran variedad de
países, junto con el Director Ejecutivo de la Federación rusa. En total representan a más de 100 países.
Después de una reunión para discutir el proceso de selección para un nuevo Director Gerente del FMI, emitieron una declaración en la que manifiestan que el grupo es de la opinión de que el candidato nominado para el cargo debe ser una persona eminente, que esté
familiarizada con los objetivos de la institución.
Establecieron que el procedimiento para identificar y seleccionar al
candidato debe ser abierto y transparente a efectos de conseguir a la
mejor persona para el puesto, independientemente de su nacionalidad. Una pluralidad de candidatos que representen a la diversidad de miembros de todas las regiones redundaría en un mayor beneficio para el FMI.
Añadieron que habría que consultar a todos los miembros del Directorio Ejecutivo para la consideración de candidatos que culmine en la selección del Director Gerente, e informarlos
oportunamente con relación a los candidatos, en especial sus
credenciales y conocimiento de la institución.
La Red del Tercer Mundo apoya la declaración conjunta de los
Directores Ejecutivos del Grupo de los 11 y otros, que representan
la mayoría de los miembros del FMI. Esta posición debería ahora
ser apoyada también por todos los demás miembros, especialmente los principales países accionistas.
La RTM también apoya la exhortación del director de la secretaría del Grupo de los 24 (que representa a los países en desarrollo en el FMI y el Banco Mundial), Ariel Buira, quien manifestó en un informe de prensa en Ginebra el 9 de marzo que el nuevo Director
Gerente del FMI debería ser escogido a través de “un proceso transparente, democrático y participativo sobre la base de los méritos, independientemente de su nacionalidad, y no a través de
tratativas entre bambalinas entre unos pocos países. La exhortación de los países en desarrollo a que se realice un proceso de selección justo coincide con un informe del grupo de trabajo
sobre el nombramiento de los directivos del FMI y el Banco Mundial, encomendado por los Directorios Ejecutivos de ambas
organizaciones. Los directorios habían apoyado el informe del grupo el 25 de abril de 2001.
El informe del grupo de trabajo recomendaba que al elegir el
director Gerente del FMI, todos los Directores Ejecutivos deberían
ser informados oportunamente con relación a los candidatos, sus
credenciales y conocimiento de la institución. Todos los miembros
del Directorio Ejecutivo deberían ser consultados durante el proceso de consideración de los candidatos. La elección de un candidato que represente la diversidad de los miembros del FMI de todas las regiones redundaría en un mayor beneficio para la institución, independientemente de la nacionalidad.
Esas recomendaciones, que han sido adoptadas por el propio directorio del FMI, deben ahora ser aplicadas para la selección del nuevo Director Gerente. El tema de cómo se selecciona al jerarca del FMI es parte del problema mayor de la gobernanza
antidemocrática del FMI y el Banco Mundial. El poder decisorio de
esas instituciones se divide en votos que a su vez están ponderados según las cuotas que cada país tiene asignadas para poseer acciones en las instituciones.
Un porcentaje mayoritario de las cuotas lo tienen los países desarrollados (por ejemplo, Estados Unidos tiene el 17 por ciento del total, Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido 22 por ciento,
y Canadá, Holanda, Italia y Bélgica 11 por ciento).
Las cuotas originales fueron establecidas hace más de 50 años y
no reflejan el cambio de realidades, tales como el aumento de la
participación de los países en desarrollo en el ingreso y el
comercio mundiales y las reservas de divisas. Pero es difícil
cambiarlas debido a la resistencia de los países ricos que se benefician del sistema.
Aún cuando lograr la reforma del sistema antidemocrático de
derechos de voto llevara más tiempo, sí se podría y debería implementarse ahora la reforma de los procedimientos con los que se escoge al Director Gerente del FMI.
El nuevo Director Gerente debería, pues, ser seleccionado del
campo más amplio posible y no restringido a una nacionalidad.
El criterio de selección debería incluir que el candidato esté
familiarizado no solamente con las finanzas internacionales en
general, sino con el contexto del desarrollo y los problemas que
enfrentan los países en desarrollo, en especial los problemas que
el FMI no ha sido capaz de resolver satisfactoriamente o incluso a
los que pudo haber contribuido con sus pasados asesoramientos en materia de política o condicionamientos para la concesión de préstamos.
El candidato debería tener también antecedentes que den confianza de que él o ella pueden ejercer un liderazgo para manejar o solucionar acuciantes problemas financieros mundiales,
entre ellos la volatilidad de las corrientes de capital, las
fluctuaciones de las tasas cambiarias, los problemas de endeudamiento externo, la necesidad de reformar los
condicionamientos de los préstamos y de construir una nueva arquitectura financiera internacional. (FIN) Third World Network Resurgence.
Martin Khor es Director de la Red del Tercer Mundo. Goh Chien Yen es Asesor Jurídico de la Red del Tercer Mundo.
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