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Instituciones Financieras Internacionales

Miércoles 2 de Junio de 2004

Cuatro Gigantes.....Y México

por Víctor M. Quintana S.

Llegó otra de nuestras frustraciones anuales. Los datos del Banco de México sobre el desempeño económico y del empleo durante el 2003 y las previsiones para el 2004. No nos acabamos de acostumbrar a los malos resultados de la economía, así como no nos acabamos de acostumbrar a los malos resultados de la Selección Nacional.

Guillermo Ortiz Martínez, gobernador del Banco de México nos proporciona cifras que no son para documentar optimismo alguno. En 2003 la economía del país creció apenas un 1.2%. Con ello el crecimiento promedio durante la primera mitad del sexenio de Vicente Fox es apenas de 0.6% anual, inferior casi en 12 veces al 7% prometido por él mismo cuando era candidato. Y las previsiones para este cuarto año, generalmente el mejor de los sexenios es de sólo 3%. Ni siquiera la mitad de la promesa foxista.

Y no es que uno se regodee jugando con las estadísticas. Porque estas cifras significan, primero que nada, un brutal impacto en el empleo de las y los mexicanos. La tasa de crecimiento económico, muy por debajo de la poblacional, quiere decir que se generan menos empleos de los que anualmente se requieren. Más todavía, siguiendo con los propios datos del Gobernador del Banco de México, del inicio del mandato de Vicente Fox, en diciembre de 2000 a la fecha se han perdido 770 mil puestos de trabajo en la industria manufacturera. Con el crecimiento económico previsto para este año sólo se podrán recuperar unas 300 mil plazas.

Menos de la mitad de lo perdido en lo que va del sexenio.

La economía mexicana no despega. Desde 1982 los años en que el crecimiento de la economía ha superado al crecimiento demográfico han sido la excepción. Precisamente 1982 es el año en que el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) empezaron a imponer a nuestro país los famosos “paquetes” de ajuste estructural. Una serie de políticas de corte neoliberal con el supuesto objetivo de sanear la economía y relanzar el crecimiento. Pero ¿cómo puede considerarse sana una economía que en 22 años no ha crecido lo suficiente como para brindar màs y mejores empleos y condiciones de vida a las y los mexicanos?

Contrastan las decepcionantes cifras del Banco de México con algunas de las constataciones del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Impactan los desempeños de dos grandes países asiáticos: China y la India. El año pasado crecieron alrededor de 10 y 7%, respectivamente.

Hay otras dos economías que, luego de grandes dificultades, muestran ya señales de gran dinamismo: Rusia y Brasil. Para el Foro Económico de Davos estos dos países junto con China y la India serán los cuatro gigantes económicos del siglo XXI. De México, que suscitó grandes expectativas hace tres años en este mismo Foro, sólo se constata su estabilidad, pero hasta ahí.

¿Qué es lo que ha hecho que los cuatro países antes mencionados estén en pleno auge económico o en el umbral del mismo? ¿Por qué no puede decirse algo semejante de México que, desde 1994 se matrimonió con la economía más importante del planeta mediante el TLCAN? Los expertos coinciden: China, India, Rusia, Brasil, como lo ha hecho Corea del Sur desde hace tiempo, han implementado una política económica basada en el interés nacional. Política pragmática, no principista, ni ideologizada: “si nos conviene abrir la economía en estos aspectos, la abrimos; si no nos conviene abrirla en estos otros, no la abrimos”. A partir de lo que le conviene al país negocian con los organismos multilaterales y con otras naciones. No son los campeones de los tratados de libre comercio, como México, pero crecen más y mejor que nosotros.

En cambio nuestro país lleva cuatro sexenios aplicando la misma receta. Los gobiernos de De la Madrid, Salinas, Zedillo y Fox se han tropezado con la misma piedra una y otra vez. Aplican con sumisión y sin la mínima crítica lo que el Banco Mundial y el FMI han prescrito para nuestra economía. Lo que los tecnócratas que la conducen aprendieron en las universidades norteamericanas, sin haber tenido jamás la experiencia de conducir siquiera una mediana empresa. Seguir aplicando la receta que no ha funcionado con los altos costos en ingreso y en empleo para las familias mexicanas ya no solo es terquedad, no solo es ignorancia.

Ya es materia de responsabilidad pública. Si a un funcionario la Secretaría de la Función Pública lo sanciona por utilizar indebidamente los recursos del erario, con mucho mayor razón debería sancionarse a quien utiliza con torpeza los instrumentos de la política económica, generando desempleo, pérdida del poder adquisitivo, inestabilidad social.

Sin haber cursado ninguna carrera profesional, sin la arrogancia de nuestros doctorados en Economía, Lula, el presidente brasileño está haciendo mucho mejor su trabajo que aquellos. Buena ocasión para que Vicente Fox reflexione. En economía lleva medio sexenio perdido. Si quiere dar un golpe de timón para la segunda mitad, más que el despedir 50 mil burócratas le beneficiará deshacerse de sus asesores económicos y buscar consejo en quienes ponen el interés nacional por delante. (FIN)

Sobre el autor: Victor M Quintana S es socio de DECA, Equipo Pueblo, que publica La Otra Cara de Mexico donde fue publicado este artículo (No. 84, enero-febrero 2004, ("Cuatro Gigantes… y Mexico") Este artículo fue escrito con la contribución de Carlos Heredia, socio de DECA, Equipo Pueblo.

Este artículo puede ser reproducido citando al autor, como fuente original a la Red del Tercer Mundo y la revista u organismo cooperador involucrado en el artículo.Rogamos nos envíe copia de la publicación.




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