Miércoles 5 de Mayo de 2004
La Comisión de la ONU sobre Derechos Humanos condena las políticas homicidas de Israel.
por Chakravarthi Raghavan
Ginebra: La Comisión de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, en una resolución sobre la violación por los israelíes de los derechos humanos en los territorios árabes ocupados, condenó enérgicamente la política militar israelí de “ejecuciones
extrajudiciales” contra los palestinos.
La Comisión adoptó dos resoluciones por votación nominal: una sobre las violaciones por los israelíes de los derechos humanos en territorios árabes ocupados y la otra sobre los asentamientos israelíes en territorios árabes ocupados.
La votación se realizó al día siguiente de que el Presidente George W. Bush, después de una reunión en Washington con el Primer Ministro israelí Ariel Sharon, apoyara el plan de Sharon para el repliegue de las tropas israelíes de la Franja de Gaza, el mantenimiento de posiciones en partes de Cisjordania, y la negativa al derecho de los refugiados palestinos (de la guerra
árabe-israelí de 1948) y sus descendientes a regresar a sus tierras
que ahora están en Israel.
Los medios de difusión de Estados Unidos y Europa interpretaron
que se trataba de que a Sharon –asediado en su país por escándalos de corrupción y amenazas de juicio– le servía obtener el apoyo del Presidente Bush, y que a Bush -enfrentado ahora la
perspectiva de perder las elecciones por el fiasco de la guerra de
Irak- le servía obtener el apoyo de Sharon para lograr en las elecciones de noviembre algunos votos judíos en estados claves.
En un editorial del 15 de abril, Los Angeles Times manifestó que el
aval total de Bush a la política israelí dejó contento a Sharon, pero “la
causa de la paz sufrirá” por ello. El periódico opinó que Bush actuó
correctamente al apoyar la retirada de Sharon de Gaza y rechazar la demanda palestina del “derecho al retorno”, pero manifestó que Bush fue “demasiado lejos al consentir también la declaración de Sharon de que
cualquier plan de retirada dejaría varios asentamientos judíos grandes en
Cisjordania”. La política no que “histórica” ni “valiente”, como había expresado Bush, sino una garantía de que el conflicto se profundizaría.
El apoyo de Bush a los intentos de Israel de anexar partes de
Cisjordania constituye una marcha atrás en la política de los Estados Unidos, y fue criticado en Nueva York por el Secretario General de la ONU, Kofi Annan.
Bush (y el Primer Ministro británico Tony Blair), en los hechos echó por
tierra la Carta de las Naciones Unidas al marchar sobre Irak en violación
del derecho internacional y sin autorización de las Naciones Unidas. Pero ahora Bush dirige hacia la ONU su mirada para conseguir salirse del
atolladero.
El apoyo a Israel en la anexión de partes de Cisjordania también es
contraria a la Carta y va en contra de las resoluciones del Consejo
de Seguridad de la ONU sobre la guerra árabe-israelí de 1967, que
reclama a Israel la retirada de los territorios ocupados a cambio de la
paz.
Ha provocado la ira de la opinión pública palestina y árabe, y hará
más difícil para los amigos y aliados de los Estados Unidos en el
Medio Oriente, cooperar con los Estados Unidos en el tema de Irak, o para otros países ofrecer tropas (Francia, India y Pakistán han sido mencionados en los informes de prensa de los Estados
Unidos).
La resolución sobre la violación de los derechos humanos en los territorios árabes ocupados incluida Palestina, fue adoptada por votación nominal por 31 votos contra 7 (Australia, Alemania,
Hungría, Italia, Holanda, el Reino Unido y los Estados Unidos) y 15
abstenciones.
Las abstenciones fueron de Austria, Francia, Irlanda y Suecia
(miembros de la Unión Europea), Japón, Croacia, Argentina, Costa
Rica, República Dominicana, Etiopía, Gabón, Guatemala, Honduras, México, Paraguay y Perú. Pero Chile y Cuba votaron a favor.
La resolución sobre los Asentamientos Israelíes fue adoptada por
27 votos contra 2 (Congo y los Estados Unidos), y 24 abstenciones.
Las abstenciones fueron de varios estados árabes (algunos de los
cuales consideraron que la resolución no era suficientemente enérgica).
En la resolución sobre la violación de los derechos humanos en los
territorios árabes ocupados incluida Palestina, la Comisión de Derechos Humanos:
* condenó enérgicamente de nuevo la práctica del ejército israelí
de las llamadas "eliminaciones" o "ejecuciones extrajudiciales" de
palestinos, práctica que no sólo constituye una violación de las
normas de derechos humanos y una violación flagrante del artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y un quebrantamiento del estado de derecho, sino que también daña las
relaciones entre las partes y por tanto constituye un obstáculo para la paz;
* condenó enérgicamente la creación de asentamientos israelíes y otras actividades conexas en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental, como la construcción de nuevos asentamientos y la ampliación de los ya existentes, la expropiación
de tierras, la administración arbitraria del agua y la construcción de
carreteras de circunvalación, todo lo cual viola el artículo 49 del Cuarto
Convenio de Ginebra de 1949 y el Protocolo adicional al mismo, de 1977,
según los cuales esas violaciones son delitos de guerra;
* condenó enérgicamente la ocupación por Israel del territorio
palestino, ya que constituye una agresión y una violación flagrante
de los derechos humanos;
* condenó enérgicamente la construcción por Israel del muro dentro de territorio ocupado y en Cisjordania, que impide a los Palestino acceder a sus recursos naturales;
* condenó la expropiación de viviendas palestinas en Jerusalén, Hebrón y el resto del territorio palestino ocupado, la anulación de los documentos de identidad de los ciudadanos de Jerusalén oriental y la imposición de gravámenes anómalos y excesivos con
el fin de obligar a los ciudadanos palestinos de Jerusalén a abandonar sus hogares y su ciudad, con el objetivo de la judaización de Jerusalén;
* condenó la utilización de la tortura contra palestinos durante los
interrogatorios;
* condenó las ofensivas del ejército israelí contra los hospitales y los
enfermos y el uso de ciudadanos palestinos como escudos humanos durante
las incursiones israelíes en las zonas palestinas;
* condenó enérgicamente las prácticas israelíes de abrir fuego contra las ambulancias y el personal paramédico y los actos de asesinato en masa de palestinos, incluso niños, como en Nablus, la Franja de Gaza y Rafah;
* condenó enérgicamente los castigos colectivos;
* expresó preocupación por las restricciones a la libertad de
movimiento de Yasser Arafat;
* afirmó que las demoliciones realizadas en los territorios ocupados son violatorias del Cuarto Convenio de Ginebra.
El Informante Especial sobre la Situación de los Derechos
Humanos en los Territorios Ocupados recibió el mandato de continuar con la aplicación de esas recomendaciones e informar a la Asamblea General de la ONU en su próxima 59ª sesión y la
Comisión en su sesión el próximo año. (FIN)
Sobre el autor: Chakravarthi Raghavan es editor de SUNS (South-North Development Monitor).
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