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Comercio

Viernes 16 de Abril de 2004

Negociaciones sobre agricultura en la OMC

por Goh Chien Yen

Informe de la Red del Tercer Mundo sobre la semana de negociaciones sobre agricultura en la OMC, 22 al 26 de marzo de 2004

Ginebra, 4 de abril de 2004 Durante la semana del 22 al 26 de marzo hubo en la OMC un frenesí de reuniones para reanudar las negociaciones sobre agricultura. Las reuniones finalizaron el 26 de marzo sin haber logrado una coincidencia concreta de opiniones o puntos en común entre los estados miembros. “El proceso no logra llegar a una etapa de solución de los problemas. Los miembros todavía están en la etapa de oír y escuchar”, dijo el embajador de Nueva Zelanda, Tim Groser, el 26 de marzo en su resumen durante la sesión Informal/Formal sobre agricultura. Groser es el Presidente actual de la Sesión Especial sobre Agricultura hasta la próxima Reunión Ministerial.

También anunció que las fechas de las futuras sesiones de negociación sobre agricultura serían 20 a 23 de abril, 2 a 4 de junio, 23 a 25 de junio y 14 a 16 de julio.

El proceso de negociaciones

Un rasgo importante de la semana fue el “nuevo” proceso de negociaciones. Los diferentes grupos de países miembros se habían reunido tanto bilateral como plurilateralmente en el curso de la semana: el Grupo de los 33 con la Unión Europea, el Grupo Africano con el Grupo de los 10 y el Grupo de los 20, Estados Unidos y el Grupo Cairns, el Grupo de los 20 con la Unión Europea, los Estados Unidos y el Grupo Africano, etc. Varios miembros han considerado que este criterio de establecer contactos directos entre los delegados resulta una forma de trabajo más constructiva. Con anterioridad a esta forma de negociación directa, los miembros habían tendido a negociar con el Presidente, ya sea de la sesión de negociación o del Consejo General, en lugar de entre sí. El Presidente solía presentar al final un proyecto de texto que podía llegar a ser controvertido y rechazado (por lo menos algunas de sus partes) por varios. El nuevo método utilizado fue una forma de admitir que sería infructuoso seguir con el viejo sistema.

Durante la semana, varios miembros plantearon la cuestión del proceso. En una conferencia de prensa de la Comisión Europea realizada a mitad de semana, la embajadora Mary Minch resaltó que para lograr un marco exitoso, el proceso debe “integrar a todos”. Añadió: “Sencillamente, no funciona si en la undécima hora surge repentinamente un documento, y nos creemos que el problema se resolverá en 24 horas. Por eso creo que el proceso será importante si se quiere que todos se suban a bordo en la medida que nos movamos”.

[Esta es una observación interesante, viniendo de la Unión Europea, ya que ésta tradicionalmente favoreció que apareciera un proyecto en las últimas horas de una Conferencia Ministerial, como ocurrió en la reunión Ministerial de Doha de 2001, cuando se redactó un proyecto de Declaración Ministerial en la mañana del último día, después de una reunión reducida y exclusiva de “Sala Verde” que duró toda la noche. En Cancún no se pudo hacer lo mismo, y tal vez eso hizo que la UE cambiara de opinión con respecto al proceso.]

El Grupo de los 33 planteó el tema del proceso durante la Sesión sobre Agricultura del 26 de marzo, y señaló que siempre habían estado preocupados por “la cuestión de la integración en el proceso de negociación”. Recordó a los miembros individuales y a los grupos que en sus reuniones tuvieran voluntad integradora. El Grupo de los 33 también exhortó al Presidente, en la medida que mantiene reuniones, “a que esas reuniones revistan un formato abierto para asegurar que todos los grupos estén representados”.

El Grupo de los 33 es una agrupación de más de 40 países en desarrollo (coordinada por Indonesia) preocupada por los problemas que sufren los pequeños agricultores que tienen que hacer frente a las oleadas de importaciones; también recibe el nombre de Alianza para los Productos Especiales y el Mecanismo de Salvaguardia Especial.

Durante la sesión formal sobre agricultura varios otros miembros dijeron que estaban satisfechos con el proceso actual. Algunos miembros también dijeron que los acontecimientos políticos fuera de Ginebra habían creado un entorno más propicio para el reinicio de las conversaciones en la OMC. Al respecto, Groser señaló durante la sesión formal que ahora hay una “interacción” y un entendimiento mucho mejores entre el proceso político (es decir, ministros y capitales) y el proceso de Ginebra. Sin el proceso político, señaló, el trabajo en Ginebra sería una “pérdida de tiempo”. Pero los marcos se negociarán en Ginebra. Si allí se fracasa, las negociaciones habrán fracasado por completo. “Este documento se redactará en Ginebra o no se redactará nunca”, enfatizó Groser.

Marco y Modalidades

Groser dedicó cierto tiempo en sus conclusiones a la cuestión de finalizar un “marco” para las negociaciones, como algo diferenciado de las “modalidades”. El contenido y naturaleza del documento marco sería, dijo, servir como punto de observación en el camino hacia las “modalidades completas”. Sin embargo, manifestó que ambos no estarían separados. Añadió que existe un “continuum” que comenzó con el mandato de Doha, pasaría por el “marco” y luego las “modalidades completas”, y terminaría con un acuerdo y compromisos finales.

En este sentido dijo ser consciente de que hay, por lo tanto, una “hipótesis de trabajo” de que tal vez los marcos no incluyan números (tales como reducciones de porcentaje o coeficientes en fórmulas), aún cuando algunos miembros todavía no están convencidos de que eso sería lo más conveniente. Algunos países, señaló Groser, han argumentado que los números podrían ser necesarios para dar un grado de certeza acerca de la profundidad que tendrían los recortes.

[Sin embargo, según un vocero de la OMC, la evaluación del Presidente es que las delegaciones pueden vivir con cierta incertidumbre en los marcos en tanto no haya incompatibilidad con el grado de ambición del mandato de Doha.]

[Previamente, durante la reunión, algunos miembros habían advertido que el criterio marco no debería socavar las perspectivas de tener modalidades apropiadas. Por ejemplo, Kenia manifestó: “Si bien seguimos construyendo el acuerdo marco, debemos asegurar que ese criterio no socave la posibilidad de negociar modalidades equitativas y justas”. Añadió que lo que necesitamos es un marco que aumente el acceso al mercado en productos de interés para los países en desarrollo, que reconozca que el proceso de liberalización no debería ser en detrimento de los países en desarrollo, que permita la flexibilidad suficiente como para adoptar un Trato Especial y Diferenciado sustancial, y que las cuestiones de interés para los países en desarrollo (tales como productos especiales, mecanismo de salvaguardia especial y preferencias) deberían ser elementos del marco y no conceptos a ser definidos más tarde.]

El Presidente agregó que, en todo caso, a partir de sus observaciones y de las conversaciones que mantuvo con los delegados, en su opinión existe consenso para lograr un “marco” (es decir, puntos clave de lo que más tarde serían principios más detallados o “modalidades” del acuerdo final) antes del receso de verano (austral, o sea entrado el mes de julio).

El Presidente dijo que los contenidos del marco deberán darlo los miembros y que su función sería únicamente concentrarse en el proceso para lograr eso. Luego aconsejó a los miembros que reflexionaran sobre los diferentes problemas, puntos de vista y preocupaciones antes de reunirse nuevamente del 20 al 23 de abril. Están planteadas nuevas reuniones para el 2-4 de junio, 23-25 de junio y 14-16 de julio.

Acerca de la materia de las discusiones que tuvieron lugar en el correr de la semana, Groser dio su opinión de que hace falta trabajar mucho más en el acceso al mercado, en comparación con las cuestiones de apoyo interno y competencia de las exportaciones, dado los desacuerdos existentes entre los miembros.

Si bien las cuestiones de subsidios a las exportaciones (y otros aspectos de la competencia de las exportaciones) y apoyo interno enfrentan decisiones políticas difíciles, se ha trabajado bastante desde el punto de vista técnico y de otro tipo para hacer que esos dos pilares sean accesibles.

Lo siguiente es un informe de las posiciones adoptadas por diversos miembros y grupos en torno a las cuestiones principales de acceso al mercado, apoyo interno, competencia de las exportaciones.

Acceso al mercado

Esta sección da cuenta de las posiciones en torno al acceso al mercado en general, y la próxima sección trata de la cuestión específica de los Productos Especiales y el Mecanismo de Salvaguardia Especial (que es parte del acceso al mercado).

El Grupo de los 20, representado por Brasil, manifestó que el acceso al mercado era el tema más complejo de abordar. Es necesario trabajar mucho para crear una estructura que sea amplia y equilibrada, que no excluya el grado de ambición del mandato y las necesidades de desarrollo de los países en desarrollo. El Grupo de los 20 pidió “una mente abierta para explorar nuevas alternativas a la fórmula de reducción o mejoras en la actual que posibilitaría los resultados”. En un entendimiento de ese tipo, es necesario tener presentes tres objetivos:

i) generar más comercio a través de un acceso al mercado eficaz ii) tener en cuenta las especificidades de las estructuras rurales de los países en desarrollo, y iii) considerar las distintas estructuras arancelarias de los países desarrollados y en desarrollo

El Grupo de los 20 dijo que un elemento decisivo del mandato que todavía no ha sido incluido es el de asegurar un trato especial y diferenciado que funcione y sea eficaz, incluso que “guarde proporción entre sus reducciones arancelarias con relación a las adoptadas por los países desarrollados, así como por otros instrumentos tales como los Productos Especiales y el Mecanismo de Salvaguardia Especial”.

Asimismo argumentaron que “también deben facilitarse nuevos accesos al mercado a través de una ampliación significativa de los contingentes arancelarios autónomos, en función de criterios objetivos”, y no debe descuidarse la cuestión de la administración de los contingentes arancelarios autónomos.

El Grupo de los 33, en la sesión formal del 26 de marzo, expresó su preocupación por la fórmula mixta de reducción arancelaria. El Embajador Gursmardi de Indonesia, hablando por el Grupo de los 33, subrayó que la “fórmula mixta actual puede hacer que los países en desarrollo tengan que adoptar un compromiso de reducción arancelaria mayor al de los países desarrollados”. Añadió que tenemos que asegurar que la fórmula acordada “no socave el concepto de Trato Especial y Diferenciado”. Con relación a los contingentes arancelarios autónomos, el Grupo de los 33 continúa manteniendo la posición de que no debería haber una ampliación de los mismos para los países en desarrollo, particularmente para los Productos Especiales.

El Grupo ACP, representado por Trinidad y Tobago, dijo que discutiría con el Grupo de los 33 en un plano técnico para idear formas de hacer avanzar el proceso. Señaló que hay opiniones divergentes sobre el método de reducción de aranceles. “Tenemos que asegurar que la fórmula de reducción de aranceles sobre la que exista acuerdo no socave el Trato Especial y Diferenciado que deben recibir los países en desarrollo”.

El ACP también manifestó que como parte del trato especial y diferenciado, las preferencias comerciales deberían ser reconocidas como instrumentos de desarrollo legítimos, así como también la necesidad de tener normas flexibles que faciliten su preservación.

El Grupo Africano señaló en todas las reuniones que mantuvo (con los Estados Unidos, el Grupo de los 33, el Grupo de los 10, el Grupo de los 20 y como parte del Grupo de los 90, el Grupo Cairns y los Estados Unidos), sus principales motivos de preocupación con relación a las exenciones y al acceso de los Países Menos Adelantados (PMA), la cuestión de los países en desarrollo importadores netos de alimentos, las preferencias prolongadas, las medidas sanitarias y fitosanitarias y los obstáculos técnicos al comercio, los productos especiales, los mecanismos de salvaguardia especial y los obstáculos que han implicado algunas medidas de competencia de las exportaciones y apoyo interno para el mayor acceso de los países africanos con intereses exportadores. El Grupo Africano también subrayó la importancia de encontrar una solución satisfactoria al asunto del algodón.

El Grupo Cairns de miembros exportadores agrícolas dijo que su mayor preocupación sobre los avances, hasta la fecha, era por el acceso al mercado.

Dijo que “todos los miembros de la OMC, salvo los PMA” deben contribuir con este objetivo. El grupo subrayó que el mandato reclama mejoras sustanciales en el acceso al mercado, y expresó su crítica a la “fórmula mixta” para poner en efecto los compromisos de reducción arancelaria propuestos en el texto de Derbez. Australia, en nombre del grupo, expresó: “No estamos convencidos de que la llamada fórmula mixta, tal como apareció en el proyecto marco de Cancún, logre este objetivo [de introducir mejoras sustanciales en el acceso al mercado].

Seguimos dispuestos a discutir formas de lograr un acceso real al mercado para todos los productos. Creemos que esto implicará cambios en la fórmula básica de reducción arancelaria, un mecanismo para asegurar la ampliación efectiva del contingente arancelario y una mejor administración de los contingentes arancelarios”.

Si bien por razones contrarias, el Grupo de los 10 dejó en claro durante la sesión formal sobre agricultura que la fórmula mixta no es algo que hayan aceptado como base de negociación de los compromisos arancelarios. En lugar de eso, “siempre hemos preferido la fórmula de la Ronda Uruguay. En la fórmula mixta debe asegurarse que exista equilibrio, de manera que el principio sea el elemento de la Ronda Uruguay ... Sobre todo, el Grupo de los 10 no puede aceptar un límite arancelario máximo ni una ampliación obligatoria de los contingentes arancelarios autónomos”, dijo el Embajador de Suiza, en representación del Grupo de los 10.

El destacado negociador en temas agrícolas de los Estados Unidos, Embajador Alan Johnson, en una conferencia de prensa del 23 de marzo de 2004 realizada en la misión de los Estados Unidos en Ginebra, confirmó su apoyo a la actual fórmula mixta. Esto aseguraría el mayor acceso al mercado que los Estados Unidos necesitan para reducir sus subvenciones, explicó.

Más específicamente, explicando cómo ven los Estados Unidos la forma que podría adoptar la fórmula mixta, Johnson declaró: “Comenzaríamos con Suiza 25” para la segunda parte de la fórmula mixta, lo que quiere decir un coeficiente de 25 para la fórmula suiza. Y para el primer grupo, que es el criterio de la Ronda Uruguay, nos gustaría ver ese número lo más pequeño posible”. En general, “nos gustaría que los recortes mínimos y máximos fueran lo más grandes posibles, recortes mínimos y medios mezclados y luego como parte de las conversaciones en torno a la fórmula acerca de lograr una mejora sustancial en el acceso al mercado, si no es a través de aranceles, entonces debe ser a través de contingentes arancelarios autónomos”.

También reconoció la preocupación de los países en desarrollo “de terminar recibiendo una parte desproporcionada de las dificultades en el acceso al mercado” cuando se aplique la fórmula mixta. Sin embargo, fue de la opinión que hay suficientes flexibilidades en el enfoque actual como para tener en cuenta preocupaciones tales como trato especial y diferenciado y los conceptos de Productos especiales y Mecanismo de Salvaguardia Especial. También señaló que el coeficiente para la parte de la fórmula Suiza, de la fórmula mixta, podría ser diferente para los países en desarrollo.

En todo caso, considera que el mayor acceso al mercado para los países en desarrollo “es una herramienta de desarrollo muy importante, que cumple el mandato de Doha pues ayuda al desarrollo”.

[Esta opinión es contraria a la de varios países en desarrollo, cuya posición es que conceder mayor acceso al mercado reduciendo los aranceles constituiría una amenaza a sus agricultores y a su seguridad alimentaria].

En una conferencia de prensa aparte de la Comunidad Europea, realizada en Ginebra el 23 de marzo, la Embajadora Mary Minch también reconoció que “el acceso al mercado demuestra ser una cuestión difícil de resolver aquí”, especialmente con relación a la fórmula mixta. Recordó que la historia de la fórmula mixta contenida en el texto de Derbez es el resultado del texto conjunto de la Comunidad Europea y los Estados Unidos, que la embajadora considera podría resolver las dificultades de los países en desarrollo. “Nuestra posición es que debería haber una fórmula, un criterio único, si usted quiere, para la reducción arancelaria. Pero siempre hemos estado a favor de encontrar acuerdos especiales”, explicó. Esos acuerdos especiales incluyen el trato especial y diferenciado así como los productos especiales y el mecanismo de salvaguardia especial, por ejemplo.

Acceso al mercado - Productos Especiales y Mecanismo de Salvaguardia Especial

Un aspecto importante de las negociaciones para el acceso al mercado es el reclamo de los países en desarrollo en cuanto a la creación de instrumentos que les permitan proteger a sus pequeños agricultores y su seguridad alimentaria. Algunos de esos instrumentos son los “productos especiales” y el “mecanismo de salvaguardia especial”. Quien impulsa tales conceptos es el Grupo de los 33 (que ahora tiene más de 40 miembros), pero también cuenta con el apoyo de varios otros países.

Durante la sesión formal sobre agricultura, el Presidente, Embajador Groser, dijo que los productos especiales y el mecanismo de salvaguardia especial son aceptados en principio por todos los miembros.

Sin embargo, hay diferencias en cuanto al alcance, la aplicación y los mecanismos requeridos para hacer funcionar esos conceptos en las modalidades finales.

En una declaración de su coordinador, Indonesia, el Grupo de los 33 expresó a partir de sus reuniones con la Comisión Europea, Estados Unidos y otros grupos, que “existe actualmente una decidida aceptación de que el concepto de productos especiales y mecanismo de salvaguardia especial para los países en desarrollo sea incluido como un componente integral del trato especial y diferenciado, en cualquier marco agrícola que se convenga. Consideramos esto como un adelanto positivo, si bien reconociendo que hay más trabajo para hacer en torno a los elementos”. El Grupo de los 33 también fortalecería su cooperación con el ACP.

El Grupo de los 33 reiteró que para que los productos especiales sean un instrumento efectivo:

a. Debe constituirse como una disposición por sí sola, y no ser reconocida meramente como una flexibilidad adicional o vinculada con alguna parte de la fórmula de reducción para el acceso al mercado.

b. No debe haber compromisos de reducción arancelaria para todos los productos especiales.

c. No debe haber un nuevo compromiso de contingentes arancelarios autónomos para todos los productos especiales.

d. Los productos considerados como productos especiales deben tener acceso al mecanismo de salvaguardia especial.

e. Los países en desarrollo deben poder decidir por sí mismos qué productos consideran como productos especiales a través de un simple procedimiento.

Además, el Embajador Gusmardi de Indonesia expresó preocupación por la fórmula mixta, y dijo que la fórmula acordada no debería debilitar el trato especial y diferenciado. “El Grupo de los 33 tiene la posición de que la aceptación del concepto de productos especiales y mecanismo de salvaguardia especial no debería ser utilizado como excusa para exigir a los países en desarrollo un compromiso mayor en materia de reducción arancelaria”.

El Grupo ACP también reconoció durante la sesión especial que “es fundamental que los productos especiales y el mecanismo de salvaguardia especial sean componentes integrales de las negociaciones”. Para el grupo ACP es una cuestión fundamental “la incorporación sustancial del trato especial y diferenciado en el Marco, en especial los instrumentos de productos especiales, mecanismo de salvaguardia especial y otros elementos de acceso al mercado”. Esto daría a los países en desarrollo el espacio político y la flexibilidad en las intervenciones políticas necesarios para salvaguardar su desarrollo.

El Grupo de los 20 señaló que el elemento crucial del trato especial y diferenciado para los países en desarrollo en el mandato todavía no había sido tenido en cuenta en general, ni por ejemplo “al guardar proporcionalidad entre las reducciones arancelarias de los países en desarrollo con relación a las adoptadas por los países desarrollados, o por otros instrumentos tales como los productos especiales y el mecanismo de salvaguardia especial”.

El Grupo Cairns manifestó que tenía un fuerte compromiso con el trato especial y diferenciado en el acceso al mercado, que espera se refleje por lo menos en distintos grados de obligación y aplicación gradual, así como en la elaboración de las disposiciones en materia de productos especiales y mecanismo de salvaguardia especial para los países en desarrollo con interés particular en el desarrollo rural y la seguridad alimentaria.

Apoyo interno

Con respecto al apoyo interno, el Grupo de los 20 estableció, durante la sesión formal del 26 de marzo que: “A efectos de lograr una reducción sustancial, es fundamental hacer reducciones profundas en la suma del apoyo general que provoca distorsiones al comercio (Cajas ámbar y azul, y cláusula de minimis). Es necesario que haya disciplinas más adecuadas que aseguren que los cambios en los distintos formatos del apoyo interno que provoca distorsiones al comercio, no quede limitado a un cambio de etiqueta mientras por otro lado se mantienen los efectos distorsionantes”. Además, “es vital que se mejoren los mecanismos de supervisión para que tengamos confianza en que lo que logramos sea respetado”.

También en la sesión formal el Grupo ACP dio sus impresiones acerca de las discusiones de la semana, observando que “las discusiones revelaron cierta renuencia de parte de [algunos] en torno a la necesidad de fortalecer las normas y compromisos aplicables al apoyo interno causante de distorsión del comercio”. Hablando en nombre del Grupo ACP, el Embajador Bernard Weston, de Trinidad y Tobago, añadió: “Las diferencias en este sector se relacionan básicamente con (i) el tema de la adhesión al mandato de Doha; (ii) la precisión del lenguaje que estaría contenido en el marco; (iii) el grado y la naturaleza de disciplinamiento de la Caja Azul y (iv) si debería haber o no una evaluación de la Caja Verde”.

El Grupo Cairns, en la sesión formal, declaró: “Nuestro punto de referencia es que hay que reducir sustancialmente el apoyo que provoca distorsiones al comercio, en especial a través de disposiciones que aseguren la reducción sustancial de los niveles generales de la Medida Global de la Ayuda (MGA), de minimis y el apoyo de Caja Azul. También deben reducirse los niveles del apoyo prestado a todos los productos básicos y que es causante de distorsión del comercio. Consideramos que un texto marco debería incluir una combinación efectiva de normas y compromisos de reducción de manera que los resultados finales constituyan una diferencia genuina para los mercados mundiales. Y por último, queremos ver el fortalecimiento de las disciplinas de la Caja Verde, en especial mejorando la supervisión de la adhesión a sus requerimientos”.

En la conferencia de prensa de la Comisión Europea del 24 de marzo, la Embajadora Mary Minch afirmó que: “La Comisión Europea, por su parte, está dispuesta a hacer algo realmente importante en materia de Medida Global de la Ayuda. Sin embargo, creemos firmemente que la caja azul es una herramienta útil para una reforma. Hemos realizado reformas muy importantes en la comunidad, pero todavía necesitamos esta famosa caja azul para ciertos tipos de pagos directos”.

Sobre la caja verde, expresó: “Ya no veo que exista tanta discusión sobre la idea de poner un límite máximo o reducir la caja verde. Creo que está ampliamente aceptado que la caja verde es una herramienta válida para que la utilicen todos los miembros de la OMC. Algunos miembros de la OMC desean poner freno al criterio e introducir medidas para asegurar que no provoque distorsiones en el comercio. Y ese es un debate en el que estamos perfectamente dispuestos a participar”.

El Embajador Johnson, por su parte, manifestó en la conferencia de prensa de los Estados Unidos que: “Debe haber una reducción sustancial de la Medida Global de la Ayuda, debe haber una reducción general en el apoyo interno que provoca distorsiones en el comercio. En nuestro caso, aceptamos que deberíamos poner un límite máximo a la caja azul. Podríamos incluso estar a favor de la remoción de la caja azul. Pero si la caja azul va a existir, lo cual sé que es importante para las políticas europeas en su reforma de la Política Agrícola Común (PAC) -como política de transición desde lo que distorsiona más el comercio a lo que distorsiona menos y en el camino hacia un punto en que no se produzcan distorsiones en el comercio-, creo que debería servir un objetivo útil. Por lo menos, la forma en la que la utilizaríamos sería transitar a través de ese continuum, desde la caja ámbar, que está directamente ligada a la producción y los precios actuales. Utilizaríamos la caja azul de forma desconectada de la producción actual, pero seguiría vinculada con el precio actual, lo cual es importante porque si no, se promueve la sobreproducción. Por eso estamos tratando de desvincularla y luego nos encaminaríamos a la caja verde, que no está conectada con la producción ni con el precio actual. En términos de la caja verde, siempre hemos dicho que no debería distorsionar el comercio o que la distorsión sobre las políticas comerciales debería ser mínima, y siempre estamos dispuestos a estudiar disciplinas para asegurar que eso ocurra”.

Añadió que es importante para los Estados Unidos ver que otros países reduzcan sustancialmente sus subsidios porque “nuestros agricultores no desean quedar expuestos a los subsidios de otros países mientras nosotros reducimos significativamente los nuestros”. Por otro lado, desde el punto de vista de los Estados Unidos también hay una vinculación clara entre un mayor acceso al mercado y una reducción del apoyo interno. “De vuelta en el país necesitamos tener argumentos de que creamos oportunidades para nuestros agricultores si se reduce el apoyo estatal”, declaró.

Competencia de las exportaciones

El Grupo de los 20 dijo, en materia de competencia de las exportaciones, que “se percibió cierto movimiento y esperamos verlo materializado y que continúe”. El Grupo de los 20 consideró que “es fundamental llegar a una fecha cierta y creíble para la eliminación de todas las formas de subsidios a las exportaciones –incluso los contenidos en los créditos a las exportaciones, las operaciones de ayuda alimentaria y las actividades de las empresas comerciales del Estado– en todos los productos. Ese elemento es central para crear confianza y para avanzar en los otros dos pilares”.

El Grupo Cairns dejó en claro durante la sesión formal que para ellos “no hay posibilidad de lograr un resultado sin que haya el compromiso de eliminar todas las formas de subsidios a las exportaciones en todos los productos, para una fecha final creíble”.

El Embajador australiano, en nombre del Grupo Cairns, declaró: “Tenemos claro el compromiso con lo que llamamos “paralelismo”, es decir, para disciplinas equivalente en todas las formas de subsidios a las exportaciones, pero tenemos igualmente claro que no hay espacio para inventar en torno a la cuestión básica de la remoción de estos instrumentos, que son los que provocan mayores distorsiones al comercio. El mensaje de nuestros ministros en San José fue que una lista de productos para la cual la remoción de los subsidios a las exportaciones sería de interés especial para los países en desarrollo, sería desviacionista y separatista. Es en bien de los países en desarrollo –y de todos nosotros- que se supriman por completo esas políticas que provocan una elevada distorsión del comercio. Hemos escuchado el mismo mensaje aquí esta semana, de una gran cantidad de delegaciones y grupos. En nuestra opinión, si se resolviera este tema podría haber un avance real hacia un texto marco”.

La Embajadora Mary Minch declaró en la conferencia de prensa de la Comunidad Europea que ésta está dispuesta a comprometerse seriamente en este asunto. La Comunidad Europea ha propuesto que los países en desarrollo presenten una lista de productos de interés exportador en los cuales la Comunidad Europea estará dispuesta a eliminar gradualmente las subvenciones.

Sin embargo, según Minch, “los países en desarrollo no han avanzado ni respondido con esa lista. Hemos explicado que esta idea ciertamente no es para dividir a los miembros de la OMC. Por el contrario, creemos que esto es una forma de entrar en un diálogo real sobre este tema y eso es lo que seguimos buscando”.

Añadió que otros países también deben estar dispuestos a realizar compromisos en este sector de la competencia de las exportaciones. “Los distintos grupos con los cuales hemos estado hablando aceptan que tenemos que tener paralelismo. En las próximas semanas este será uno de los aspectos que impulsaremos para tener mayor claridad y avanzar en el trabajo técnico en lo que sea necesario. Hay un apoyo general a la idea del paralelismo y ahora tenemos que convertir esto en conceptos más claros.

“Desde el punto de vista de la Comunidad Europea, los reintegros a las exportaciones, si bien no gustan a algunos, son bastante transparentes comparados con otros tipos de subsidios a las exportaciones, tales como los créditos a las exportaciones, llamados ayuda alimentaria y empresas comerciales del Estado. En esto somos muy claros”.

En la conferencia de prensa de los Estados Unidos, el Embajador Johnson dejó en claro que es necesario tener como mira un punto final para los subsidios a las exportaciones. “Debemos encontrar una forma de fijar una fecha final. No fijar LA fecha, pero habrá una fecha final para los subsidios a las exportaciones”.

Según él, esto significa que “Europa necesita estar incluida en el proceso. Es sumamente importante escuchar cuáles son las dificultades que tienen”.

Añadió: “Uno de los temas que reviste gran importancia para los países europeos es el paralelismo y eso abarca lo que le ocurre a los créditos a las exportaciones, lo que le ocurre a la ayuda alimentaria, lo que le ocurre a las empresas comerciales del Estado y otras políticas, como los impuestos diferenciados a las exportaciones. En el caso de las herramientas que utilizamos creemos que es importante dar un paso más y hacer frente a las dificultades para darles la oportunidad de que los delegados tengan argumentos una vez de regreso a sus países. De manera que en los créditos a las exportaciones dijimos que eliminaremos el componente de subsidios de los mismos al mismo tiempo que se eliminen los subsidios a las exportaciones. En el sector de ayuda alimentaria, dijimos que estamos dispuestos a conversar sobre disciplinas. Después de reunirnos con 70 países, sentimos en general un objetivo común en torno a la ayuda alimentaria. Reconocemos que actualmente en el mundo la ayuda alimentaria escasea; en otras palabras, hay más demanda que oferta de ayuda alimentaria, de manera que nuestro objetivo en esas disciplinas no es que la cantidad de ayuda alimentaria existente disminuya como una consecuencia no buscada, sino en realidad queremos evitar que se use de manera tal que se transforme en un subsidio a las exportaciones. Tenemos un punto de partida en el texto de Harbinson, y la mayoría de los países reconocen que en realidad se trata más de un ejercicio técnico en torno al cual trabajar, que una gran diferencia sustancial entre nosotros ... Obviamente, también necesitamos que a lo largo de este proceso haya reformas en las empresas comerciales del Estado. Pero sin duda la clave es fijar esa fecha para la remoción de los subsidios a las exportaciones”.




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