No. 75/76 - Enero/Febrero 1998
Avances
Desde hace un tiempo, todo el mundo habla de "formación", de educar "trabajadores expertos de la información" como forma de generar riqueza, reducir desequilibrios sociales y regionales, y propiciar el desarrollo económico. Bill Clinton anunció planes para llevar la formación informática a los barrios y subsidiar conexiones directas de escuelas públicas, a tal punto que llevó a muchos a darse cuenta que en el futuro éstas podrán competir como proveedores de servicios Internet (ISPs).
Las agencias de cooperación hace un tiempo que también abordaron el mismo tema con la financiación de numerosos "telecentros" o "cabinas públicas" en zonas urbanas deprimidas y zonas rurales en los países menos desarrollados. Estas iniciativas son dignas de aplauso.
Newt Gingrich, el ultraderechista presidente del Congreso estadounidense, también quiere llevar Internet al gueto, para que los niños pobres se despierten y "aprendan" en vez de mirar televisión, lo que naturalmente aviva alguna sospecha sobre si esto parte de un genuino ánimo redistributivo o tiene que ver con el hecho de que se espera que en el 2005 Estados Unidos tenga 1,3 millones de puestos de trabajo en informática que no podrán ser llenados por falta de personal capacitado.
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