No. 42 - Marzo 1995
ECOLOGÍA CUBA
Ecología a la fuerza
por
Emma Romeu
Cuba está de moda en la prensa mundial. Sin embargo, siempre se ha guardado silencio acerca de las exclusividades de su naturaleza. Las causas de tal silencio son diversas; quizás se puedan mencionar la falta de posibilidad de los periodistas cubanos de publicar en el extranjero, o la de los extranjeros de acceder a la información con facilidad, o la indiferencia sobre la divulgación de estos temas durante bastante tiempo.
Por eso puede ser noticia para muchos que en Cuba habita el ave más pequeña del mundo, llamada pájaro mosca o zunzuncito, un colibrí de apenas 4,5 centímetros. que parado sobre un lápiz casi le sobra espacio para modelar; o que el pájaro carpintero más grande que aún sobrevive en el planeta, el carpintero real, fue redescubierto hace pocos años en la región oriental de la isla, después de creerlo extinguido durante mucho tiempo.
Otros ejemplos espectaculares son el pequeñísimo murciélago mariposa y la diminuta ranita pigmea, considerados también extremos de poco tamaño de la fauna; y el murciélago pescador y el molusco Zacrysia petitiana, que compiten entre los más grandes, así como el curioso y escasísimo mamífero almiquí, considerado de los mayores insectívoros.
No sólo en cuanto a "records" tiene algo que decir la fauna cubana. Sus 13.000 especies terrestres muestran verdaderas distinciones en los diferentes géneros. Entre los 551 vertebrados, por ejemplo, a pesar de no ser alta la proporción de endémicos, tienen fama por su rareza algunas aves como la ferminia, bastante primitiva y difícil de ver, que habita sólo en la pequeña zona de Santo Tomás, en el interior de la Ciénaga de Zapata; una región donde abundan los mosquitos y los cocodrilos, a los que desafían los observadores de aves con tal de lograr la visión del pájaro. Allí aún existen otras joyas de avifauna autóctona, como el cabrerito de la Ciénaga y la gallinuela de Santo Tomás.
La flora, con justicia, también debería ser más conocida. En Cuba viven 6.000 especies de plantas, y de ellas ¡3.000 son endémicas!, cosa que asombra a algunos científicos por tratarse de un territorio tan cercano al continente. Muchas de estas plantas tienen usos medicinales, aunque la gran mayoría todavía no se ha analizado. Podría decirse que la flora de Cuba, al igual que la de tantos países con alto endemismo, es todavía una caja de sorpresas.
Todas estas maravillas vivientes mencionadas han estado sujetas a la misma situación que las maravillas vivientes de cualquier otra parte del mundo: destrucción de los hábitats, contaminación, caza, mal manejo, incultura de la naturaleza, capricho de los gobernantes...Han tenido en cambio algunas ventajas, y una de las más importantes es la existencia de gran número de profesionales en el país: biólogos, geógrafos, ecólogos, -con buena preparación, sensibilidad y valoración de la necesidad de proteger el patrimonio natural nacional- que han luchado durante años por preservar lo que reconocen como valioso y exclusivo.
De ahí que se hayan dado pasos para la preservación, como la protección de algunas especies, la creación de áreas naturales protegidas y de leyes de protección de la naturaleza, y la incesante investigación de las ciencias naturales y de la Tierra.
La madera de los balseros
Al contrario de lo que sucede con la naturaleza, la realidad social actual ha sido ampliamente divulgada por periódicos, revistas, la cadena CNN, etcétera. El año pasado, "La crisis de los balseros", por ejemplo, tuvo una repercusión mundial digna de su verdadero dramatismo.
El escenario terrestre fundamental de esos hechos estuvo situado en la costa de Cojimar, pueblo de pescadores, al borde del valle de Cojimar. Por supuesto ninguna información mencionó que apenas a unos cientos de metros de donde zarpaban las balsas vive el Piper cojimaranum, un arbusto del género de la pimienta, estrictamente endémico de esa región, del cual en 1991 sólo quedaban poquísimos individuos y todos en aquel lugar. No me parecería extraño que los balseros hayan acudidod al bosquecito donde habita el piper en busca de madera para conformar sus improvisados barcos, y que la especie hubiera terminado su existencia navegando hacia el norte, junto a unos jóvenes que jamás supieron que cortaron una planta que no existe en nungún otro lugar del mundo, más que en el país que abandonaban sin esperanzas.
Obligado retorno a la agricultura tradicional
La situación es realmente grave. Sin embargo, el ingenio isleño, tan encomiado por historiadores y etnólogos de todos los tiempos, no se ha dejado vencer y esta vez en algunas cosas también puede haber salido ganando la naturaleza. ¿Qué ha ocurrido en este tiempo que pudiera resultar ventajoso para el futuro ecológico de Cuba?
Algo que está llamando mucho la atención es la agricultura ecológica. Anteriormente se importaban grandes cantidades de pesticidas que eran regados sobre los campos cultivados con avionetas. Ahora, por la falta de divisas para comprar pesticidas, se ha comenzado a usar el control biológico. Según parece, el mayor de estos éxitos es el sistema desarrollado por los investigadores de la isla con la hormiga Pheidole magacephala como controlador biológico en las plantaciones de "boniato" o patata dulce.
Otro de los problemas en los campos de cultivo, la fertilidad de los suelos -preocupación común de todos los agricultores- está encontrando algunas soluciones interesantes dentro de la crisis cubana. Los fertilizantes químicos se han ido sustituyendo por biofertilizantes, y algunos microorganismos como el Azotobacter se producen en cantidades considerables para ser aplicados en beneficio del suelo.
Existen muchos otros ejemplos, como el reciclaje de la materia orgánica, las investigaciones sobre especies tolerantes a la salinización, y hasta los famosos huertos en las ciudades.
Estos huertos, de los que se burlan muchos citadinos de otros países, y que en Cuba antes de la crisis eran rarísimos de encontrar, ahora son una necesidad y un lujo de los que tienen un pedacito de tierra. Ya se han organizado huertos de grupos de vecinos, huertos en las escuelas, huertos en los centros de trabajo. La gente se intercambia semillas y posturas, y es evidente que se está creando la cultura del huerto, en el cual se incluye también la cría de animales apoyada por el gobierno, que ha llegado a repartir pollitos recién nacidos a los habitantes de las ciudades. La diversificación agrícola, tan defendida por los ecólogos en la actualidad, ha retornado como una respuesta a la necesidad, sobre todo de los pequeños campesinos, que nunca la abandonaron totalmente.
Para cualquiera que no haya vivido jamás en un país donde no hay nada, es un verdadero misterio entender cómo se sobrevive en Cuba: las tiendas están vacías, se consigue lo mínimo para comer, los cubanos "inventan" su existencia.
Cuando no hay nada para consumir...
Por supuesto que todos los ecologistas condenan el consumismo. Algunos pueden pensar que cuando pase esta etapa terrible el pueblo cubano estará preparado para enfrentarse a la abundancia "sin contaminarse del consumismo" y valorar mejor cada cosa que se adquiera.
Sin embargo, no es seguro que esto pase, pues aunque -según los viejos- esta es la etapa más difícil por la que ha pasado el país desde que constituyó la república en 1902, también han existido otras épocas duras y mucha gente lo ha olvidado. Pero aun contando con el olvido de las restricciones actuales, la realidad económica no se avizora facilitadora del consumismo de ninguna manera, aunque es una interrogante si la cultura del consumismo podría penetrar en la mentalidad cubana después de pasado el primer choque, aunque màs no sea como una expresión de la frustración de quienes no tienen dinero.
Tengo una razón para pensar que no: una niña cubana, que llevaba un año en el exilio en España, estaba sentada en mi presencia delante de la televisión. Pasaron un anuncio de champú, otro de muebles y otro de juguetes, todos con descuentos y trampitas publicitarias. La niña dijo en voz alta: "Esta gente piensa que uno es bobo, te comen el coco con los anuncios, pero todo es una mentira".
La crisis y el ambiente
A pesar de las ventajas que podría dejar esta "ecología a la fuerza", no se puede olvidar que hace cuatro años, cuando comenzó la crisis, alrededor de la mitad de la fauna vertebrada cubana estaba en alguna categoría de peligro de extinción, y la flora no corría mucha mejor suerte. Desde entonces los recursos para la protección de la naturaleza han disminuido, la calidad de vida del pueblo es pésima y el sufrimiento que se vive es absolutamente injusto. La situación política es complicada, pero aun más complicada la hace el bloqueo norteamericano que contribuye al ahogo y no deja aclarar realmente cuál es el camino para el bienestar del país. Y en lo que se aclara el camino, en lo que quienes mueven los hilos desentrañan la madeja, el alegre pueblo de Cuba, las tres mil plantas endémicas, el pájaro mosca, la ranita pigmea, el carpintero real..., merecen mejor suerte.
Mercosur
Brasil contra subgrupo sobre medio ambiente
Porto Alegre - En los primeros meses de diciembre de 1994, un grupo de ONGs de países de la región emprendieron un esfuerzo de coordinación y difusión de los temas ambientales con el objetivo de crear un subgrupo de medio ambiente en las negociaciones del Mercosur.
Casi un mes después, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luis Felipe Lampreia, consideró que la creación de una comisión ambiental del Mercosur no es prioridad para la Cancillería de su país.
El ministro Lampreia afirmó en una entrevista en Gaucha Ecologia, a fines de enero, que éste no es el momento para pensar en la creación de una agencia ambiental del Mercosur. Lampreia estimó que no existe tal necesidad pues ya hay un grupo específico tratando las cuestiones ambientales.
Interrogada al respecto, la investigadora de IBASE Flavia de Campos Mello, sostuvo que "lo que existe es lo que los diplomáticos llaman Reunión Esepcializada en Medio Ambiente, que hasta el momento se reunió apenas cuatro veces. En materia ambiental, lo hecho por los cuatro países integrantes del Mercosur fue crear un grupo de especialistas en la cuestión, que incluso demoró mucho en constituirse, pues estaba previsto que comenzara a funcionar en 1991, pero fue creado a fines de 1993".
En cuanto a los temas debatidos hasta ahora en la Reunión Especializada, se refieren a la compatibilización de las diferentes legislaciones ambientales con el único objetivo de que éstas no obstaculicen ni creen distorsiones en el comercio y las inversiones.
"El objetivo del Mercosur en su estado actual es apenas comercial, sin preocupaciones en cuanto a cooperación o acciones conjuntas en ningún área" dijo De Campos Mello.
Respecto a las posibilidades de resolver los problemas ambientales de la región sin la existencia de un ámbito con poder de decisión, la investigadora de IBASE afirmó: "En la actual situación de las sociedades civiles de los cuatro países y del movimiento ambientalista en general, es preciso organizarse para presionar a los gobiernos para que, en primer lugar, se reconozca que los problemas tienen una naturaleza regional y por tanto precisan de un ámbito adecuado para su consideración y la toma de decisiones en cuanto a medidas comunes transfronterizas. Me parece que en pricnipio este reconocimiento está más avanzado por parte de las autoridades estaduales y provinciales de países vecinos, que enfrentan problemas comunes. En este nivel más regional y local se podría iniciar una articulación para el debate de estas cuestiones y avanzar en el sentido de que se instauren foros para estas discusiones", finalizó.
Fuente: IBASE
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