No. 45 - Junio 1995

Fue el 25 de abril de 1945 cuando las Potencias Aliadas victoriosas de la Segunda Guerra Mundial acordaron realizar la Conferencia sobre Organización Internacional en San Francisco. Al término de esta conferencia, el 26 de junio de ese año, la firma de la Carta daría nacimiento a las Naciones Unidas. Al entrar en vigor la Carta de la ONU, el 24 de octubre del mismo año, la organización contaba sólo con 51 miembros. Sin embargo, su membresía comenzó a hincharse en las dos décadas siguientes, en que un país del Tercer Mundo atrás de otro fue liberándose de los grilletes del colonialismo y adhirió a la organización.

En los albores de esta expansión masiva de la representación del Tercer Mundo en la ONU, era inevitable que la declarada organización internacional, que se había convertido, de hecho, en un club cerrado de las potencias del Norte, experimentara la tensión entre la realidad y la retórica. En efecto, a medida que fueron aumentando su presencia en la ONU, los países del Tercer Mundo comenzaron a exigir que la organización fuera reestructurada y reformada para reflejar en los hechos sus proclamados ideales internacionales.

Fue el 25 de abril de 1945 cuando las Potencias Aliadas victoriosas de la Segunda Guerra Mundial acordaron realizar la Conferencia sobre Organización Internacional en San Francisco. Al término de esta conferencia, el 26 de junio de ese año, la firma de la Carta daría nacimiento a las Naciones Unidas. Al entrar en vigor la Carta de la ONU, el 24 de octubre del mismo año, la organización contaba sólo con 51 miembros. Sin embargo, su membresía comenzó a hincharse en las dos décadas siguientes, en que un país del Tercer Mundo atrás de otro fue liberándose de los grilletes del colonialismo y adhirió a la organización.

En los albores de esta expansión masiva de la representación del Tercer Mundo en la ONU, era inevitable que la declarada organización internacional, que se había convertido, de hecho, en un club cerrado de las potencias del Norte, experimentara la tensión entre la realidad y la retórica. En efecto, a medida que fueron aumentando su presencia en la ONU, los países del Tercer Mundo comenzaron a exigir que la organización fuera reestructurada y reformada para reflejar en los hechos sus proclamados ideales internacionales.

La batalla por la reforma de las Naciones Unidas se ha desarrollado ya a lo largo de casi tres décadas. Es sabido que, durante los años de la Guerra Fría, los problemas reales fueron, de una u otra manera, oscurecidos por la confrontación Este-Oeste. Pero este año 1995, en que las Naciones Unidas se aprestan a conmemorar su 50 Aniversario en un mundo unipolar, el clamor por cambios se ha vuelto compulsivo y no puede ser ignorado por más tiempo.

La reforma de las Naciones Unidas es el tema de tapa de este número, en el cual incluimos un artículo de Erskine Childers, un ex-asesor de las Naciones Unidas con una larga trayectoria en la lucha por la reforma de la organización mundial, quien brinda una utilísima aproximación al tema mediante un análisis de los antecedentes históricos de algunas de las exigencias actuales claves de los países del Sur. Entre otros aspectos, Childers nos muestra cómo las potencias del Norte desvirtuaron la Carta de la ONU al quitarle a la Asamblea General la misión original de establecer los lineamientos de la economía mundial.

Dentro del mismo tema, incluimos los conceptos vertidos por Chakravarthi Raghavan, editor de Third World Economics y representante de la Red del Tercer Mundo en Ginebra, en una intervención reciente ante el Consejo Mundial de las Iglesias Evangélicas, y el balance hecho por Martin Khor Kok Peng, nuestro jefe de redacción internacional, de los resultados de la Cumbre de la ONU sobre Desarrollo Social, llevada a cabo en marzo último, en Copenhague.

Destacamos además: una nueva entrega en torno al tema de las drogas en América Latina, elaborada por Diana Cariboni; un relato fantástico que nos envió Mabel Flores desde Cochabamba, Bolivia, donde se encuentra la comunidad sede del Movimiento Pachamama; la crónica de Valeria Zapesochny, desde Buenos Aires, sobre el impacto en la sociedad argentina de las últimas confesiones de los responsables de la llamada "guerra sucia" en ese país; y el artículo de Marcus Colchester sobre un video producido en Gran Bretaña que recoge las opiniones de los pueblos indígenas sobre el Proyecto del Genoma Humano.