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   No. 157 - Junio 2002
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No. 157 - Junio 2002

ONU y el comercio

Un mensaje ambivalente y contradictorio

por Chakravarthi Raghavan

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) intenta un delicado equilibrio entre los que están a favor y en contra de una nueva ronda de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Un mensaje ambivalente y contradictorio del secretario general de la ONU, Kofi Annan, acompañó la reciente publicación de un informe que enjuicia las desigualdades del sistema multilateral de comercio.

El nuevo programa de negociaciones comerciales lanzado en Doha contiene una "gran promesa", sugirió el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, el 11 de abril, en un breve mensaje en ocasión del lanzamiento en Ginebra de la campaña "Comercio con justicia", de Oxfam Internacional. La campaña elaboró también un informe en el que se responsabiliza a las normas comerciales injustas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) de la situación de los países pobres y en desarrollo, en la medida que permiten que los países ricos roben a las naciones pobres.

El mensaje de Annan fue leído en su nombre por el subsecretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Carlos Fortin, en una rueda de prensa convocada por Oxfam para la publicación de su informe ante la UNCTAD.

El mensaje fue ambivalente y contradictorio, y demostró las dificultades enfrentadas por el sistema de la ONU a la hora de intentar respaldar las campañas de destacadas ONG contra el sistema multilateral de comercio injusto y la nueva ronda "antidesarrollo" de la OMC, a la vez que expresó su apoyo por las nuevas negociaciones comerciales lanzadas en la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC en Doha.

Normas manipuladas

El propio informe de Oxfam, en un resumen ejecutivo que había sido dado a conocer varias semanas antes a la ONU y a la UNCTAD, responsabiliza de la situación de los países en desarrollo y de los pobres de todo el mundo a los países ricos. Sin escatimar palabras, los culpa de manipular en su favor el sistema de comercio y las normas que lo rigen, para poder seguir manteniendo sus propios mercados cerrados a las exportaciones de los países en desarrollo en momentos en que el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a través de condicionamientos en los préstamos, presionan a los países en desarrollo a abrir sus mercados de golpe, a menudo con consecuencias perjudiciales para las comunidades pobres.

El informe responsabiliza a la comunidad internacional de no abordar seriamente el problema de los precios bajos e inestables de las materias primas, que hunden a millones de personas en la pobreza, y por permitir que las poderosas transnacionales realicen inversiones y utilicen prácticas laborales que contribuyen a generar pobreza e inseguridad, sin más trabas que unas débiles directrices voluntarias (en el Compacto Global de la ONU).

En el informe se dice: "Otra parte del problema es la Organización Mundial del Comercio (OMC). Muchas de sus normas sobre propiedad intelectual, inversiones y servicios protegen los intereses de los países ricos y de las poderosas ETN, al tiempo que imponen enormes costes a los países en desarrollo".

"La inclinación de la OMC hacia los intereses de los países ricos y las grandes empresas suscita cuestiones fundamentales sobre su legitimidad", expresó Oxfam en el informe, que identifica el grado de protección comercial contra los países en desarrollo practicado por las principales entidades comerciales, responsabilizando a la Unión Europea de ser la más cerrada y proteccionista de todas.

En un comunicado de prensa, el director general de la OMC, Mike Moore, felicitó el informe de Oxfam y su exhortación a que los países desarrollados hicieran mayores esfuerzos por abrir sus mercados. Los reclamos del informe por redistribución de la tierra, mayor financiación para el desarrollo, desarrollo de infraestructuras y directrices para las transnacionales estaban fuera del mandato de la OMC, expresó. Moore también opinó que los ataques del informe a las normas de la OMC sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (TRIPS) eran algo extraños, a la luz de la declaración de Doha sobre TRIPS y salud pública, e insistió en que la visión de Oxfam de que el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS) requeriría que los países en desarrollo privatizaran los servicios públicos, incluido el suministro de agua, estaba equivocada.

Sobre la democratización, Moore adujo que todas las decisiones críticas se tomaron sobre la base del consenso, omitiendo el hecho de que en Doha, tanto el propio Moore como el presidente de la Conferencia Ministerial, se unieron para manipular el consenso, incluso a través del exclusivo proceso de negociación de "sala verde" en la última noche del último día.

Con Dios y con el diablo

"Comercio con justicia" podría ser un tema de la ONU, y varios de los mensajes y advertencias del informe de Oxfam representan objetivos comunes de la comunidad internacional, y los gobiernos y otros actores de todo el mundo deberían traducirlos a la acción, dijo Annan en su mensaje. También habló sobre cómo "el comercio es una fuerza poderosa para lograr el desarrollo y reducir la pobreza", en una réplica de las consignas de la OMC, el FMI y el Banco Mundial.

Y dos párrafos más debajo de su mensaje de una página, Annan quedó bien con Dios y con el diablo y dijo: "El nuevo programa de negociaciones comerciales lanzado en Doha en noviembre pasado, contiene una gran promesa. No se debe perder esta oportunidad de abordar las necesidades especiales de los países en desarrollo y construir un sistema de comercio multilateral justo, basado en normas y predecible. Una de las claves para el éxito será erradicar no sólo los desequilibrios comerciales sino también la disparidad de la capacidad de negociación que impide a los países en desarrollo participar en lleno en la formulación de nuevas normas comerciales".

Con posterioridad a Doha, varias organizaciones de caridad británicas y una amplia gama de organizaciones de la sociedad civil del Norte y del Sur han visto con desdén las pretensiones de que las negociaciones lanzadas en Doha constituyan una "Ronda del desarrollo", y en cambio la han bautizado como la "Ronda de todo menos desarrollo". En efecto, en Doha, y luego en Nueva York, en el proceso preparatorio de la Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo de Monterrey, los países del Sur congregados en el Grupo de los 77 se negaron a aceptar una formulación de la Unión Europea para declarar las negociaciones iniciadas en Doha como una "Ronda del desarrollo". Esto, no obstante, no ha impedido que Moore y la Secretaría de la OMC que él encabeza pongan la "Agenda del desarrollo de Doha" en la página Web de la OMC y que este organismo la presente en conferencias de prensa.

Las organizaciones internacionales, incluido el sistema de la ONU, en tanto procesos intergubernamentales, son sin duda reflejo de las relaciones de poder de los países poderosos y les resulta difícil en la situación actual expresar sus propias opiniones, aún cuando la Carta de las Naciones Unidas les exija hacerlo. Sin embargo, al tratar de asociarse con este tipo de campañas de la sociedad civil y de dar la imagen de que les presta apoyo -incluso cuando adhiere y propugna la agenda de las empresas-, el sistema de la ONU corre peligro de perder credibilidad y apoyo público.

El embajador de Brasil, Luiz Felipe de Seixas Corre, quien también participó en el acto, dijo que desde la perspectiva de Brasil, el resultado de Doha fue positivo desde un punto de vista general y específico, que Brasil se alegraba de que se hubiera lanzado una nueva ronda de negociaciones comerciales y que en las negociaciones Brasil procuraría sus intereses específicos en sectores tales como agricultura, negociaciones sobre normas en antidumping y subsidios (en particular créditos a la exportación), aplicación y propiedad intelectual.

Seixas Correa elogió el énfasis de Oxfam en la importancia fundamental de la agricultura en la nueva ronda y el papel importante que podrían desempeñar las ONG a poner ante la atención pública la manipulación y el doble rasero. El enviado brasileño también sugirió que había una serie de puntos en la Declaración Ministerial de Doha que presenta a los países en desarrollo oportunidades de corregir los desequilibrios actuales y abordar las desigualdades, mencionando al respecto la inclusión de los temas de aplicación, los programas de trabajo específicos sobre trato especial y diferenciado para los países en desarrollo, y la creación de grupos de trabajo para estudiar las relaciones entre comercio y transferencia de tecnología y entre comercio, deuda y finanzas.

La campaña de Oxfam, lanzada simultáneamente en varios países industrializados y en desarrollo, destacó que sus principales objetivos de política son:

* Mejorar el acceso de los países pobres a los mercados y acabar el ciclo de los subsidios a los excedentes agrarios y el dumping en la exportación por parte de los países ricos.

* Poner fin al uso de condiciones en los programas del FMI y el Banco Mundial para forzar a los países pobres a abrir sus mercados, sin tener en cuenta el impacto sobre los pobres.

* Crear una nueva institución internacional sobre materias primas para promover la diversificación y acabar la oferta excedentaria, para elevar los precios en niveles compatibles con unas condiciones de vida razonables para los productores y cambiar las prácticas empresariales de manera que las compañías paguen precios justos.

* Establecer nuevas normas sobre propiedad intelectual que garanticen que los países pobres puedan acceder a las nuevas tecnologías y a medicamentos esenciales; y que los agricultores puedan conservar, intercambiar y vender semillas.

* Prohibir las normas que obligan a los gobiernos a liberalizar o privatizar servicios básicos vitales para la reducción de la pobreza.

* Mejorar la calidad de las inversiones y de las condiciones laborales del sector privado.

* Democratizar la OMC de manera que los países pobres puedan hacer oír su voz.

* Cambiar las políticas nacionales, educativas, sanitarias y de buen gobierno en los países en desarrollo, para que los pobres puedan desarrollar sus capacidades, realizar su potencial y participar en los mercados en condiciones más equitativas.

Oxfam citó tres factores que motivaron su campaña:

* Es indefendible que el comercio mundial continúe según el modelo actual; ninguna comunidad civilizada debe tolerar los extremos de prosperidad y pobreza generados por las condiciones que prevalecen en el comercio; y nadie debe estar dispuesto a aceptar el abuso de poder, la injusticia y la indiferencia frente al sufrimiento en las que se sustentan esos extremos.

* Un bien informado interés propio de los países ricos para asegurar que el mundo en desarrollo pueda compartir el aumento de la prosperidad y la riqueza.

* La convicción de que el cambio es posible. (SUNS)




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