Nº 209 - octubre 2006
¿Nuevo plazo para concluir la Ronda de Doha?
por
Martin Khor
Las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio en el marco de la Ronda de Doha constituyeron uno de los temas destacados en las últimas reuniones anuales del Banco Mundial y el FMI, realizadas en setiembre en Singapur.
El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, dijo a ministros de Finanzas que gran parte del trabajo para revivir las negociaciones debía hacerse en cada país para convencer a los ciudadanos nacionales, e indicó que en marzo de 2007 vencerá el plazo para terminar la ronda.
Mientras, el ministro británico de Finanzas, Gordon Brown, dio una nota de optimismo al manifestar confianza en la reanudación de las conversaciones.
Sin embargo, algunos medios de prensa señalaron que la posición de algunos ministros clave se mantenía incambiada, por ejemplo la de la representante comercial de Estados Unidos, Susan Schwab, y la del ministro de Comercio de India, Kamal Nath.
Lamy dijo al diario The Straits Times, de Singapur, que el plazo para concluir las negociaciones de Doha vencería en marzo de 2007, a los efectos de aprovechar la actual autoridad del presidente de Estados Unidos para negociar acuerdos por la vía rápida.
En una entrevista se le preguntó a Lamy si era el momento adecuado para reanudar las negociaciones de Doha, que habían sido suspendidas en forma indefinida a fines de julio. “Todavía no”, respondió Lamy, y señaló la necesidad de una “diplomacia tranquila” y de “conversaciones multilaterales discretas” antes de que los países vuelvan a la mesa de negociaciones. Esto significa que las conversaciones de Doha no terminarán antes de diciembre, dijo, y agregó que marzo es el plazo último para que la OMC alcance un acuerdo integral, informó The Straits Times. “Si nos vamos más allá de ese plazo, aumentará el riesgo de que Estados Unidos no tenga autoridad para negociar”, advirtió.
Lamy visitó Singapur para participar en las reuniones del Comité Monetario y Financiero Internacional, el principal órgano de creación de políticas del FMI.
Sus comentarios a The Straits Times parecen estar de acuerdo con el cronograma estimado por el abogado estadounidense Lori Wallach, director de la división Global Trade Watch de la organización Public Citizen. Según ese calendario, el presidente de Estados Unidos debe informar al Congreso legislativo en abril de 2007 sobre su intención de firmar el acuerdo resultante de la Ronda de Doha, conforme al requisito de notificación con 90 días de anticipación, y antes de que venza su autoridad para negociar por la vía rápida, el 30 de junio de 2007.
Wallach explicó en una ponencia que si las negociaciones de Doha se concluyen de modo que el presidente de Estados Unidos pueda notificar al Congreso antes del 2 de abril de su intención de firmar un acuerdo final (es decir, si se completan las negociaciones antes del 2 de abril), los procedimientos de la vía rápida se aplicarán independientemente de la fecha en que el proyecto sea finalmente presentado al Congreso.
Según Wallach, el acuerdo debería entonces ser firmado antes del 1 de julio, y las extraordinarias excepciones de la vía rápida a los procedimientos parlamentarios normales se aplicarían aun si el acuerdo no se presentara a consideración del Congreso hasta un año después del 1 de julio de 2007.
En Singapur, Lamy dijo que los ministros de Finanzas demostraron en la reunión del FMI una mayor resolución contra el proteccionismo. Los ministros han comprendido que deben entablar más “debates domésticos” en sus propios países para poder relanzar las negociaciones de Doha, añadió.
La “gran noticia” de la reunión el 17 de setiembre del Comité Monetario y Financiero Internacional fue la declaración del ministro británico Gordon Brown, presidente de dicho Comité, de que sus pares creían que las conversaciones de Doha podían resucitarse, dado que los países más ricos habían acordado ofrecer 4.000 millones de dólares al año en “ayuda para la infraestructura comercial”. “Como resultado de nuestra reunión y de lo que hemos escuchado de distintos continentes, soy más optimista ahora en cuanto a que tenemos un camino por delante y una base para un acuerdo, y a que los países son ahora conscientes de la importancia de un acuerdo y la urgencia de lograrlo”, declaró a la prensa el ese mismo día. “Creo que las perspectivas de tal acuerdo aumentaron con la promesa de más de 4.000 millones de dólares al año en ayuda de los países más ricos al mundo en desarrollo para la infraestructura comercial. Nunca había percibido, en todos los años en que he participado en reuniones del FMI, tal determinación para conducir las negociaciones comerciales a una conclusión... En el comunicado dicen que no solo desean una rápida reanudación de las negociaciones, sino también un resultado ambicioso y exitoso antes de fin de año”.
El optimismo de Brown sobre las negociaciones de Doha fue ampliamente difundido por muchos periódicos en su cobertura de las reuniones del FMI y el Banco Mundial.
Brown citó una declaración del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, quien dijo que apoyaba firmemente la renovación del compromiso de Doha y alentó a sus pares del G-7 a trabajar juntos para alcanzar un ambicioso resultado en Doha.
Sin embargo, el optimismo atribuido a los ministros de Finanzas no pareció ser compartido por ministros de Comercio de algunos países clave, que son los que conducen las negociaciones de la OMC.
“Emerging markets”, un artículo producido especialmente por Euromoney para las reuniones del Banco Mundial y el FMI, señala que algunos actores clave entrevistados manifestaron “escasa inclinación a cambiar de postura”. Por ejemplo, la representante comercial de Estados Unidos declaró al diario antes de las reuniones: “Para abordar una ronda de desarrollo con seriedad, el primer, segundo, tercer y cuarto asunto de prioridad debe ser el acceso a los mercados, no los recortes a los subsidios internos”.
Todo país debe preguntarse qué está dispuesto a hacer en materia de acceso a los mercados que genere nuevos flujos comerciales, instó Susan Schwab, y consideró que la discusión sobre el recorte de subsidios internos no es más que una “distracción”. Schwab dijo a Euromoney que, en su opinión, faltaban dos o tres años para un acuerdo final.
Los comentarios realizados por el ministro indio Kamal Nath en los últimos días también contrarrestaron el optimismo manifestado por Brown. The Straits Times señaló que, mientras Brown expresaba su confianza, Nath “echaba agua fría sobre las probabilidades de un acuerdo decisivo, al decir que demasiados indios apenas viven de la tierra para que India abra más su mercado a las importaciones de productos agrícolas”. El periódico citó la siguiente declaración de Nath a la agencia Reuters: “India no hará ninguna concesión en materia de agricultura, porque su interés es la subsistencia”.
Según un informe de The Hindu, un diario de Chenai, Nath dijo que la “hoja de ruta” para reanudar las negociaciones de Doha existe gracias a la posición unida del bloque de países en desarrollo después del reciente revés en el proceso. Se supone que el ministro se refería a la reciente reunión ministerial del G-20 en Rio de Janeiro, junto con coordinadores de otros grupos de países en desarrollo (el G-33, el Grupo de África, el grupo de África, el Caribe y el Pacífico, el grupo de países menos adelantados, el grupo de economías pequeñas y vulnerables, los cuatro del algodón y el NAMA 11).
“Hemos acordado que las discusiones técnicas deben continuar y nosotros (los países en desarrollo) lo haremos. Pero las negociaciones solo podrán reanudarse cuando veamos cierto progreso de parte de los países industrializados”, advirtió Nath en declaraciones al margen de las reuniones del FMI, citadas en The Hindu. Las conversaciones de Doha no se suspendieron ni abandonaron, pero ahora hay un intervalo en la ronda, “un tiempo para la reflexión, para que los países industrializados ejerzan su liderazgo en esta ronda de desarrollo”, agregó.
En su comunicado del 17 de setiembre, el Comité Monetario y Financiero Internacional hizo referencia en un párrafo a las negociaciones de Doha: “El Comité manifiesta su profunda decepción por la suspensión de las negociaciones comerciales. Insta a todos los miembros de la OMC a mantener su compromiso con el sistema multilateral de comercio basado en normas, resistir las presiones proteccionistas y preservar los avances logrados hasta la fecha. El Comité insta a los principales países comerciales a realizar esfuerzos inmediatos para lograr la reanudación puntual de las negociaciones y el desenlace satisfactorio y ambicioso de la Ronda para el final del año, basándose en un compromiso con respecto a un programa amplio sobre la agricultura, los productos industriales y los servicios, al que deberán contribuir todos los países”.
En otro párrafo relativo a la ayuda para el comercio, el Comité reconoce la importancia de alcanzar las Metas del Milenio y en ese contexto subraya “la importancia de implementar el programa de Ayuda para el Comercio, que está firmemente arraigado en las estrategias nacionales de desarrollo, independientemente de los avances en la Ronda de Doha. Manifestamos nuestra satisfacción por los informes de los grupos de trabajo sobre el Marco Integrado y la Ayuda para el Comercio y por el financiamiento de los compromisos asumidos por los donantes con respecto al Marco Integrado reforzado”.
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