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   Nº 208 - setiembre 2006
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Instituciones Financieras Internacionales


Nº 208 - setiembre 2006

Reforma en el sistema de voto del FMI sigue adelante luego de modificación

por Celine Tan

Una propuesta modificada para reformar la estructura de gobernabilidad del FMI sobre el tema de las cuotas y la representación habrá de ser votada ahora por la Junta de Gobernadores del organismo multilateral, quienes cuentan con tiempo para su aprobación hasta el 18 de septiembre, día previo a las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Singapur.

En caso de ser acordada, la propuesta modificada para reformar la estructura de gobernabilidad del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el tema de las cuotas y la representación dispone un aumento ad hoc inmediato de cuotas, y de este modo un incremento en el poder de voto relativo, para China, Corea del Sur, México y Turquía. También habrá de poner en marcha un paquete con medidas de reforma orientadas a incrementar la voz de los países en desarrollo en el FMI.
El Directorio Ejecutivo estuvo de acuerdo con la propuesta modificada luego que los directores ejecutivos africanos que integran este órgano votaran en contra de un borrador anterior que no garantizaba las acciones con derecho a voto de los países de bajo ingreso del FMI.
A pesar de la modificación acordada en el Directorio Ejecutivo, continúan registrándose críticas considerables en torno al marco de la reforma propuesta.
Las propuestas de reforma disponen los aumentos ad hoc iniciales de cuotas, a ser seguidos de negociaciones para la revisión de la fórmula actual utilizada para determinar la proporción de cuotas y el reequilibrio de las mismas así como de negociaciones para aumentar la proporción de votos básicos durante el transcurso de un período de dos años.
Se espera que las reformas beneficien a una proporción muy limitada de miembros del FMI, principalmente países de medianos ingresos, que la institución necesita atraer nuevamente a su lado, frente al alejamiento que los mismos evidenciaron en los últimos años, especialmente como resultado de las crisis financieras en Asia y América Latina a fines de la década del 90.
Los tres directores ejecutivos que representan a las dos circunscripciones subsaharianas y la circunscripción mixta que incluye a Ghana y otros tres países del norte de África se habían opuesto a la resolución del borrador original, en el entendimiento de que la propuesta, al dar prioridad al aumento de cuotas sobre la protección de los votos básicos, no defendía los intereses de los miembros más pobres.
En particular, los tres directores ejecutivos expresaban su preocupación acerca de que sus acciones con derecho a voto se verían seriamente erosionadas en caso de que se realizaran incrementos de cuotas sin efectuarse el compromiso correspondiente de aumentar los votos básicos adjudicados a todos los países sin importar su situación económica.
En una carta dirigida a los gobernadores africanos, que se filtró en la última semana de agosto, los tres directores ejecutivos expresaban su frustración con respecto a que la resolución preliminar no disponía “un incremento de votos básicos ni la protección de nuestras acciones con derecho a voto”, y de esta forma carecía del “compromiso firme necesario para proteger los intereses de los países de bajos ingresos, incluyendo aquellos en África”. Los directores ejecutivos africanos exhortaban a los gobernadores a votar en contra de la propuesta en caso de la misma fuera presentada sin modificación alguna.
La resolución preliminar original no incluía ni la implementación de los aumentos iniciales ad hoc de cuotas ni la segunda ronda de incrementos en base a la nueva fórmula acordada dependiente del aumento de los votos básicos. Por el contrario, el tema de los votos básicos y la voz de los miembros de bajos ingresos se hallaban relegados al final de la lista de prioridades para las reformas propuestas.
La resolución preliminar modificada, que se adoptó el 31 de agosto y se hizo circular entre los gobernadores el día siguiente, mantiene los plazos y modalidades de reforma pero introduce una disposición conciliatoria con respecto a que la segunda ronda de incremento de cuotas no entrará en vigencia hasta que se resuelva el tema de los votos básicos. El texto preliminar propone “al menos duplicar los votos ‘básicos’ que posee cada miembro”, con lo cual, como mínimo se protege “las acciones con derecho a voto existentes de los países de bajos ingresos como grupo” y se garantiza que “la relación entre la suma de votos ‘básicos’... y la suma del poder de voto total de los miembros se mantenga constante” luego de los incrementos de cuota propuestos.
No obstante, las medidas de la reforma continúan concentrándose primordialmente en el tema de la revisión de cuotas, incluyendo el dejar a un lado la fórmula utilizada para calcular la adjudicación de cuotas y prestar mayor consideración al producto interno bruto (PIB) de los miembros y otras variables, teniendo en cuenta la “apertura de las economías de los miembros” en dichas formulaciones para poder captar mejor sus “posiciones relativas en la economía mundial”. El paquete de reforma actual, por lo tanto, hace poco por revertir los déficit democráticos dominantes de una estructura de gobernabilidad que no se basa en la igualdad de los estados sino en el poder geoestratégico.
Los actuales arreglos de gobernabilidad en el FMI continúan estando impregnados del legado de la posguerra, que confiere mucho mayor poder de voto y en consecuencia mayor influencia para ejercer el control a cinco países del Grupo de los Siete (G-7) así como un poder de veto efectivo a Estados Unidos que posee el 17 por ciento del total de los votos del organismo multilateral. Aunque existe una disposición compensadora limitada por la cual a cada miembro se le adjudica una cantidad básica de votos (actualmente 250 votos), el poder de voto de cada miembro depende primordialmente del peso que tenga la economía del país en la economía mundial. Este peso económico relativo se refleja luego en las cuotas adjudicadas a cada miembro, lo cual a su vez se traduce en la proporción de los aportes y votos en el FMI.
Los países en desarrollo vienen presionando desde hace tiempo por una reforma de esta estructura de gobernabilidad, sosteniendo en primer lugar que las cuotas no se han mantenido al día con el rumbo de la economía mundial, especialmente en lo referente a la fortaleza económica relativa de las nuevas economías emergentes, y en segundo lugar, que los incrementos en las adjudicaciones de cuotas con el transcurso del tiempo sin un aumento equivalente en las adjudicaciones de votos básicos han conducido a una caída de los votos básicos con respecto al total de votos.
La proporción de votos básicos ha caído del 11 por ciento del total de votos en los inicios del FMI a aproximadamente un dos por ciento en la actualidad. Esto ha marginado a los miembros de bajos ingresos, especialmente cuando se suma a la estructura de representación del FMI que concede asientos en el Directorio Ejecutivo en base a las acciones con poder de voto de los miembros.
En consecuencia, 44 países del África subsahariana, o casi una cuarta parte de los 184 miembros del FMI, se encuentran representados por dos directores ejecutivos con un poder de voto total del 4,4 por ciento. Estos países constituyen el grueso de los prestatarios del FMI, principalmente a través de su mecanismo de crédito concesionario, el Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza (PRGF, por sus siglas en inglés), o del apoyo recibido mediante instrumentos de alivio de la deuda administrados por el FMI, como la Iniciativa para Países Pobres Muy Endeudados (HIPC, por sus siglas en inglés) o la Iniciativa Multilateral de Alivio de la Deuda (MDRI, por sus siglas en inglés).
Los cinco países más grandes (Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Alemania y Francia) no dependen de los recursos del FMI pero cuentan con un director ejecutivo cada uno.
Las propuestas de reforma actuales, sin embargo, no van mucho más allá del tema del aumento de las cuotas y los votos básicos y, lo que es más importante, reafirman el principio subyacente de la voz basada en la riqueza donde los países con mayor poder económico reciben una mayor representación. Al tiempo que existen disposiciones para aumentar los derechos de contratación de personal para aquellos directores ejecutivos que representan a las circunscripciones más grandes, a saber los dos asientos correspondientes al África subsahariana dentro del paquete de reformas, la propuesta no dice nada acerca del tema de la redistribución de asientos entre los miembros en el Directorio del FMI, tal como la sugerencia de un asiento consolidado para la Unión Europea según lo expusieron algunos comentaristas y grupos de la sociedad civil.
En caso de ser adoptadas por la Junta de Gobernadores, los directores ejecutivos tienen tiempo hasta las reuniones anuales del año próximo, o hasta las reuniones de primavera de 2008 como máximo, para finalizar las negociaciones sobre las reformas propuestas, habiéndose programado que la segunda ronda de incrementos ad hoc de cuotas no tenga lugar más allá de las reuniones anuales de 2008. La ronda inicial de aumento de cuotas para los cuatro países designados se llevaría a cabo una vez que los miembros en cuestión hubieran presentado su consentimiento por escrito y efectuado el pago total por dicho incremento al FMI, en el plazo de 30 días transcurridos con posterioridad a la entrada en vigencia de la resolución acordada. (SUNS)




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