Nº 205 - Junio 2006
Agricultura y bienes industriales en la OMC
No se llegó al plazo y se cancela reunión ministerial
por
Martin Khor
Los estados miembro de la OMC no lograron formular las modalidades de las reformas en agricultura y comercio de bienes industriales dentro del plazo establecido para el 30 de abril. Como consecuencia ahora tendrán lugar “negociaciones continuadas” mientras los diplomáticos intentan producir algún resultado en materia de modalidades antes de fines de julio.
La Organización Mundial de Comercio (OMC) finalmente llegó a la conclusión de que no podría cumplir el plazo para lograr “modalidades” dentro del sector de la agricultura y el acceso a los mercados para los productos no agrícolas (NAMA), fijado para fin de abril, y que se convocaría a una reunión planeada de alrededor de 30 ministros de los países miembros de la organización.
Tales conclusiones fueron pronunciadas en una reunión informal de “jefes de delegación” el 24 de abril en la OMC, pero se esperaban antes incluso de que comenzara la reunión, porque ya se habían emitido en una reunión de “sala verde” celebrada el día 21, en la que participaron unos 30 embajadores con el director general de la OMC, Pascal Lamy.
En la reunión del 24 de abril, a la cual estaban invitadas todas las delegaciones, Lamy expresó: “Es claro que no estaremos en posición de establecer modalidades en materia de agricultura y acceso a los mercados para los productos no agrícolas para fines de abril. A pesar de todo el trabajo puesto allí, los avances realizados son insuficientes para que los ministros estén en condiciones de negociar modalidades con oportunidades razonables de llegar a buen puerto. Necesitamos más tiempo, aún cuando el tiempo de que disponemos ahora es muy limitado. Todavía no se han logrado las condiciones necesarias. El momento no está maduro para comprometernos a un proceso ministerial. Necesitamos presentarles a los ministros textos bien elaborados para que decidan sobre ellos, y esos textos todavía no existen”.
Lamy expresó que por eso no alentaba a los ministros a que viajaran a Ginebra en lo inmediato y no se planteaba organizar reuniones específicas a escala ministerial.
También dejó en claro que no habría nuevos plazos para las modalidades de agricultura y acceso a los mercados para los productos no agrícolas, pero subrayó que debían lograrse antes de fines de julio. Refiriéndose a otros plazos que la Declaración Ministerial de Hong Kong de 2005 fijó para fines de julio, manifestó: “Sencillamente no es posible pasar todo el trabajo de las modalidades de agricultura y acceso a los mercados para los productos no agrícolas para julio. Eso garantizaría su fracaso”.
Lamy también indicó un cambio en el énfasis de los métodos de negociación. En los últimos meses las negociaciones se habían adormilado, en la medida que la acción se había trasladado fuera de Ginebra. Las delegaciones quedaron esperando enterarse de los avances (o de la falta de los mismos) de las reuniones “mini ministeriales” exclusivas o las de altos funcionarios realizadas fuera de Ginebra, de pocos miembros, especialmente del llamado Grupo de los Seis (Unión Europea, Estados Unidos, Brasil, India, Australia y Japón).
Esto había provocado descontento en otros miembros que fueron dejados fuera del proceso, quienes declararon en forma creciente, en lenguaje diplomático, que el proceso de negociaciones debe ser “integrador y transparente” si pretende tener algún tipo de legitimidad y si se supone que tendrá un resultado aceptable para todos.
Un gran número de las delegaciones más pequeñas percibía que Lamy favorecía el criterio exclusivo y elitista de obtener lo que era de interés de algunos pocos ministros clave de unos pocos países clave, esperando que ellos formularan un acuerdo que luego todos los demás se sentirían presionados a aceptar. Por esta razón numerosas delegaciones vieron con cierto resquemor la reunión mini ministerial planeada para fines de abril en Ginebra.
Dando un viraje, Lamy enfatizó el 24 de abril: “No debe caber duda alguna de que el juego se desarrolla aquí en Ginebra, en el escenario multilateral, en ningún otro lado. Esto es una garantía para todos los miembros de que todos son jugadores”.
También anunció que el ritmo de las negociaciones se intensificaría a partir de este momento. “De ahora en adelante el proceso para lograr modalidades será continuado, con sede en Ginebra y enfocado en los textos, y deberíamos apuntar a terminar este trabajo en algunas semanas, más que en meses”, afirmó.
Varias delegaciones pequeñas están preocupadas ahora porque habrá negociaciones sobre agricultura y acceso a los mercados para los productos no agrícolas que tendrán lugar simultáneamente, y quizás también sobre otros temas (como servicios).
El Grupo Africano, representado por Benin, expresó en la reunión del 24 de abril que los miembros de la OMC deberían recordar que a medida que el proceso se torna más intenso, con la formulación de textos, hay muchas delegaciones pequeñas cuyas limitaciones en materia de personal y recursos constriñen su capacidad de negociación.
Fuera de la sala de reuniones, después del cónclave, un delegado africano manifestó su preocupación de que con tan solo un funcionario (él mismo), la misión de su país no tendría capacidad para seguir las negociaciones adecuadamente, sobre todo en la medida que las cuestiones presentan muchas complejidades técnicas.
Otro delegado manifestó que el incumplimiento del plazo era casi inevitable. “El problema, en primer lugar, fue haber fijado de manera irreal el plazo para fines de abril”, expresó. “Después de la Conferencia Ministerial de Hong Kong, las conversaciones se reanudaron en Ginebra seriamente sólo a comienzos de marzo. ¿Cómo podría alguien esperar seriamente que las modalidades estarían terminadas para fines de abril?
El modo de “negociaciones continuadas” comenzaron a principios de mayo. El presidente de las negociaciones sobre agricultura, Crawford Falconer, había anunciado el 21 de abril que convocaría tres ciclos de conversaciones, cada una con una duración de 15 días. Esto comenzaría a principios de mayo y terminaría a mediados de junio. Las negociaciones se basarán en los “documentos de referencia” que elaboró (y elaborará), que contienen sugerencias para los textos. Las reuniones se realizarán en Ginebra y estarán abiertas a la participación de todas las delegaciones.
Este modo, discutido en la reunión de sala verde del 21 de abril, contó con aprobación y ahora se considera como “el camino por delante”, después que los procesos exclusivos fuera de Ginebra fracasaran en el logro de resultados.
La reunión de sala verde había establecido las bases para la reunión de los jefes de delegación del 24 de abril. Según un diplomático comercial, la reunión de sala verde discutió dos temas: si celebrar o no la reunión mini ministerial a fines de abril y qué proceso seguir ahora que no se cumplieron los plazos.
En el primer tema, casi todos los participantes de la sala verde estuvieron en contra de la reunión ministerial. Consideraban que no había bases para ofrecer algo sustancial sobre lo cual los ministros decidieran.
En la cuestión del proceso, todos acordaron que no deberían fijarse nuevos plazos. El acuerdo es que las modalidades deberían estar terminadas antes de fines de julio. Por lo tanto no sería razonable fijar fines de julio como el próximo plazo ya que seguramente no habría demasiado movimiento hasta cerca de ese nuevo plazo.
En la reunión también hubo acuerdo acerca de la necesidad de realizar negociaciones más intensas sobre agricultura y el acceso a los mercados para los productos no agrícolas, procurando que las discusiones se trasladen lo máximo posible a la redacción de los textos. (SUNS)
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Martin Khor es director de la Red del Tercer Mundo.
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