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   Nº 194 - Julio 2005
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Nº 194 - Julio 2005

Cumbre del Mercosur

Acuerdos sociales y estancamiento comercial

por Eduardo Gudynas

Los países miembros del Mercosur mantuvieron su compromiso con el proceso de integración en la cumbre del bloque celebrada el 20 de junio en Asunción y alcanzaron algunos importantes acuerdos, como un Protocolo para proteger los derechos humanos, pero no se avanzó en crear el parlamento del bloque ni en resolver los problemas comerciales.

La cumbre del Mercosur, celebrada el 20 de junio en Asunción dejó en evidencia muchas contradicciones. Los presidentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay lograron acuerdos en el campo político, destacándose un compromiso sobre derechos humanos, pero no se pudo avanzar en resolver varios problemas comerciales y económicos. Si bien la mayor parte de los presidentes y ministros insistieron en la importancia de la integración regional, no parecieron dedicarle mucho tiempo al Mercosur, ya que enfrentaban diversos problemas dentro de sus países. Por primera vez, varios de ellos admitieron públicamente en una cumbre que el bloque está en dificultades.

De Ouro Preto a Asunción

La anterior cumbre, que tuvo lugar en Ouro Preto en 2004, dejó muchos temas pendientes que supuestamente se resolverían durante el primer semestre de 2005. En aquel encuentro no se logró concretar el prometido relanzamiento del Mercosur, tampoco se resolvieron las diferencias sobre la instalación de un parlamento regional ni sobre otros temas específicos comerciales. El bloque estaba en una situación cercana a la parálisis, y se sucedían señales de descontento de varios socios.
La situación no mejoró en 2005, y en algunos asuntos empeoró. Han tenido lugar varias disputas comerciales entre los cuatro socios plenos, algunas de ellas repitiendo problemas entre Argentina y Brasil (Argentina sufrió un déficit comercial en el orden de 1.800 millones de dólares), mientras que otros escapan a los controles estatales (como el bloqueo emprendido por agricultores brasileños en los pasos de frontera de Uruguay para impedir el ingreso de arroz). Por estas razones, la cumbre fue precedida de muchas reuniones bilaterales de manera de lograr algunos acuerdos.

Mirando hacia afuera

Además de los problemas propios de bloque, en casi todos los países la situación interna se ha complicado mucho y, por lo tanto, si bien las delegaciones convergían en Asunción en casi todos los casos las miradas apuntaban a las capitales. Varios ministros llegaron a último momento, y se fueron cuanto antes. Incluso el presidente argentino, Néstor Kirchner, sólo estuvo por unas pocas horas en Asunción.
La delegación de Brasil estaba siguiendo minuto a minuto la marcha de la crisis política desatada por las denuncias de corrupción por compra de votos en el Congreso y todos parecían más interesados en conocer la postura del Luis Inácio Lula de Silva sobre la recomposición de su gabinete que sobre el futuro del Mercosur. El breve paso del presidente de Argentina estaba condicionado al inicio de la campaña por las elecciones legislativas de renovación parcial del Congreso. En su caso, la atención se centraba en un posible encuentro con Eduardo Duhalde, presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, donde seguramente no se habló de comercio sino de posibles acuerdos políticos. El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, tomó la presidencia regional por los próximos seis meses, pero también debía lidiar con temas nacionales candentes, como la resoluciones de casos pendientes en derechos humanos y las diferencias políticas frente a la conveniencia de aprobar un tratado de inversiones con Estados Unidos. Finalmente, Paraguay vive varios problemas económicos y políticos, algunos de los cuales son achacados a los pobres resultados comerciales del Mercosur.
En cuanto a los países asociados, también ellos enfrentaban variados problemas.
A pesar de estas dificultades, la cumbre del Mercosur aprobó varias medidas importantes. Se destacan el mecanismo de intercambio de información entre la Secretaría del Mercosur y la Comisión Parlamentaria Conjunta, un régimen para la integración de procesos productivos entre los estados parte con utilización de materiales no originarios, la concreción de un programa de acción de lucha contra la aftosa a nivel regional y se reafirmó la soberanía de los socios sobre el Acuífero Guaraní, comprometiéndose a “evitar su contaminación y determinar el uso de este recurso natural transfronterizo”.
En cuanto al futuro parlamento del Mercosur no se lograron avances sustantivos y tampoco se logran avances sustantivos en la coordinación macroeconómica. Se presentó el estado de avance de una larga lista de negociaciones comerciales con muchos países, de Cuba a Corea del Sur.

Acuerdos políticos y económicos

Una serie de acuerdos logrados en Asunción son importantes y deben ser comentados con más detalle. En primer lugar se aprobó la “Iniciativa de Asunción sobre lucha contra la pobreza extrema”, que contempla la creación de un fondo especial para combatir los bolzones de pobreza y exclusión. Se adoptó el Protocolo de Asunción con un “Compromiso con la Promoción y Protección de los Derechos Humanos”, que representa un paso muy importante donde se obliga a los países a proteger los derechos ciudadanos. La Secretaría del Mercosur también presentó una “Cartilla del ciudadano del Mercosur”, con una selección de unas 80 normas que afectan directamente a las personas y que constituye un interesante paso hacia una ciudadanía regional.
El acuerdo más esperado, especialmente por Paraguay y Uruguay, fue la aprobación del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM), que apunta a reducir las asimetrías estructurales existentes entre los países, la promoción de la competitividad y la cohesión social. El fondo debería llegar a los mil millones de dólares en 2015, donde 70 por ciento de los recursos será aportado por Brasil, 27 por ciento por Argentina, dos por ciento por Uruguay y uno por ciento por Paraguay. Apenas se acaba de dar un primer paso, y a lo largo de los próximos meses se debe negociar el reglamento de funcionamiento del fondo.
Con los demás países asociados del Mercosur se lograron otros acuerdos. Por ejemplo, Colombia, Perú y Venezuela adhirieron a la declaración presidencial de Compromiso Democrático en el Mercosur. Recordemos que en Asunción también estuvieron presentes varios presidentes o altos representantes de países asociados, como Ricardo Lagos (Chile), Alvaro Uribe (Colombia), Alfredo Palacio (Ecuador) y Hugo Chávez (Venezuela). También asistieron los cancilleres de Bolivia, Perú y México.
A ese nivel ampliado también se desarrollaron negociaciones paralelas. Entre ellas se destacaron los contactos para elegir al próximo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -un tema en el que por ahora el Mercosur aparece otra vez dividido en sus preferencias-, se negoció un “anillo energético” para el Cono Sur a partir de la construcción de un gasoducto desde Perú hacia Chile, y desde allí utilizar las conexiones existentes para alimentar la demanda en Argentina, Brasil y Uruguay.

Las dificultades del bloque

Si bien existe una cercanía ideológica entre varios presidentes del Mercosur, el bloque sufre problemas en varios frentes y no avanza en el plano comercial. En la cumbre de Asunción varios presidentes reconocieron estos hechos. El mandatario paraguayo, Nicanor Duarte, admitió que “es triste decirlo, pero el Tratado de Asunción no se ha cumplido”, Vázquez recordó que el bloque no ha llegado a completar el proceso de unión aduanera y Lula admitió públicamente que existe malestar entre los socios, “persisten las recriminaciones mutuas”, no se han logrado “beneficios reales” y “muchas de las ventajas esperadas no se materializaron".
Mientras en el plano comercial el proceso de integración aparece estancado, se logran algunos avances que no deben ser minimizados (como el protocolo sobre derechos humanos). Es como si se rodearan los problemas comerciales desde el campo social. Pero a pesar de que esos pasos mantienen vigente al Mercosur, de todas maneras se evita avanzar en la coordinación política y en el establecimiento de normas supranacionales que resuelva las disputas comerciales y obliguen a la coordinación productiva.

--------------- Eduardo Gudynas es analista de información en D3E (Desarrollo, Economía, Ecología, Equidad – América Latina). Mas informaciones en www.integracionsur.com




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