Actualidades / Integración
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Nº 188/189 Enero-Febrero 2005
Asia oriental.
Hacia la cooperación monetaria.
por
Martin Khor
Gran parte de la discusión sobre la integración de Asia oriental se ha centrado hasta ahora en el comercio. El Foro de Asia oriental realizado en Kuala Lumpur en diciembre también subrayó la necesidad de desarrollar la cooperación regional en materia financiera y monetaria. El reciente lanzamiento de un bono asiático fue un pequeño paso, pero importante, en esa dirección.
En un escenario de monedas mundiales como el dólar estadounidense, el euro y el yen japonés que continúan sufriendo vaivenes entre sí, recientemente se adoptó una medida pequeña pero importante para lograr que los países asiáticos dependan menos de los mercados financieros internacionales. El 16 de diciembre, los bancos centrales de Asia oriental y países del Pacífico crearon un fondo de bonos asiático valorado en un equivalente a 2.000 millones de dólares estadounidenses. El fondo invertirá en bonos denominados en las monedas locales de los países participantes.
Aunque tal vez no sea el tipo de noticia que llega a los titulares, es no obstante una medida importante para lograr que los países asiáticos tengan mayor independencia para obtener préstamos en la región, en lugar de depender de organismos mundiales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o las instituciones financieras occidentales.
La crisis financiera asiática de 1997-1999 mostró los peligros que tuvieron que enfrentar los países con falta de divisas y que debieron adoptar políticas desfavorables impuestas por el FMI, una institución dominada por países occidentales.
Los gobiernos de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) resolvieron aumentar la cooperación financiera regional para evitar futuras crisis y crear instituciones que aporten fondos en la región. Una idea presentada por Japón, de crear un fondo monetario asiático como fuente alternativa al FMI, fue rechazado por Estados Unidos y el propio organismo multilateral.
En los últimos años, los países asiáticos han conformado gigantescas reservas de divisas, que totalizan casi dos billones de dólares estadounidenses. Japón tiene 840.000 millones, China 515.000 millones, Corea del Sur 180.000 millones, Hong Kong 120.000 millones y Singapur 106.000 millones. Gran parte de esas reservas están invertidas en activos e instituciones estadounidenses y europeas.
Ha resultado bastante irónico, y hasta ridículo, que los fondos de propiedad asiática colocados en instituciones occidentales sean reciclados y vuelvan como préstamos a los países y empresas asiáticas. Se estima que el 57 por ciento del valor actual de los bonos asiáticos (equivalentes a 223.000 millones de dólares) está en instituciones europeas y estadounidenses.
Para romper ese círculo de dependencia financiera es necesario crear un mercado de bonos asiático, en el cual los asiáticos posean bonos emitidos por los propios países asiáticos. El ABF2 (Fondo de Bonos Asiáticos 2), creado recientemente por la Reunión Ejecutiva del Grupo de Bancos Centrales del Pacífico y Asia oriental (EMEAP), es un paso en esa dirección. Es una continuación del ABF1, de mil millones de dólares, creado en junio de 2003. Los miembros del EMEAP son los bancos centrales de Australia, China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Corea del Sur y Tailandia.
El ABF2 invertirá en bonos por un valor equivalente a 2.000 millones de dólares denominados en las monedas nacionales de ocho mercados (con exclusión de Australia, Nueva Zelanda y Japón). Es una cifra pequeña, comparada con los dos billones de dólares de reservas de divisas que poseen los países asiáticos. Pero es de esperar que de las semillas del ABF1 y ABF2 los mercados de bonos asiáticos en manos de asiáticos crezcan rápidamente.
La necesidad de que exista una cooperación monetaria regional fue un tema destacado en el Foro de Asia oriental organizado por el gobierno de Malasia y realizado en Kuala Lumpur el 6 de diciembre de 2004. El Banco Central de Malasia hizo una presentación sobre la creación de un marco efectivo para el mercado de bonos asiático. Este marco implica la emisión de bonos por parte de instituciones gubernamentales, cuasi gubernamentales y financieras, alentar a empresas asiáticas a reunir fondos fuera de fronteras y mejorar las agencias de calificación regionales (y no depender únicamente de las agencias occidentales). Se han creado numerosos grupos de trabajo y se ha logrado un fuerte apoyo político al proyecto, dijo el Banco Central de Malasia.
El presidente de la Universidad de Asuntos Exteriores de China, Wu Jianmin, anunció que se están creando dos grupos de trabajo –uno sobre inversión de fondos en la región y el otro sobre cooperación financiera regional- bajo la Red de los Think-tanks de Asia oriental (NEAT) que él coordina.
Un documento de la NEAT había sugerido que se debería “explorar la posibilidad de establecer la Unión Monetaria de Asia oriental y la creación de una moneda única como un objetivo a largo plazo. Mientras tanto deberían realizarse esfuerzos para establecer un mecanismo efectivo para un tipo cambiario regional apropiado y establecer el desarrollo de un mercado de bonos regional”.
También se presentó en el Foro un documento de la Red del Tercer Mundo elaborado por Yilmaz Akyuz, ex principal economista de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
La cooperación monetaria y financiera de Asia oriental es necesaria para acompañar la integración comercial regional, se argumentó en el documento. A medida que el comercio en la región se expande, es importante que haya tipos cambiarios estables entre las monedas asiáticas de manera que el comercio pueda desarrollarse sin sobresaltos. Los recientes conflictos que rodearon al dólar han dejado de manifiesto ciertas dificultades que tienen los países asiáticos para manejar sus monedas por sí solos, y de ahí la necesidad de que exista una cooperación regional.
“Los objetivos son reducir las fluctuaciones entre los tipos cambiarios bilaterales de los países de la región, para impedir políticas cambiarias del tipo ‘empobrecer al vecino’ y conflictos cambiarios interregionales, minimizar la posibilidad de crisis financieras y contener el contagio”, se dice en el documento de la Red del Tercer Mundo.
Las discusiones en el Foro de Asia oriental expresaron la necesidad de acelerar la integración comercial de la región. No obstante, se subrayó además que la cooperación financiera y monetaria regional también es importante, especialmente a la luz de la turbulencia actual de los mercados monetarios internacionales.
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