Nº 188/189 Enero-Febrero 2005
Negociaciones sobre productos no agrícolas en la OMC.
Diferencias Norte-Sur en varios temas.
por
Goh Chien Yen
La sesión final de 2004 para las negociaciones de la OMC sobre liberalización del comercio de bienes industriales reveló que persisten diferencias entre las posiciones de los países industrializados y en desarrollo.
El Grupo de negociación sobre acceso al mercado para los productos no agrícolas tuvo su última reunión del año del 6 al 8 de diciembre de 2004. En los dos primeros días se discutió una lista de temas identificados por el embajador de Islandia, Stefan Johannesson, presidente del Grupo de Negociación. El tercer día estuvo enteramente dedicado a obstáculos no arancelarios.
La lista de temas que el presidente había identificado para discusión comprendía: crestas arancelarias, aranceles elevados y progresividad arancelarias; productos cuya exportación interesa a los países en desarrollo; no reciprocidad plena en los compromisos de reducción, créditos para las medidas de liberalización autónoma consolidadas adoptadas por los países en desarrollo desde la Ronda Uruguay; productos comprendidos y participación en sectores; estudios apropiados y medidas de creación de capacidad, y dependencia de ingresos por concepto de aranceles.
El primer día de la reunión, varios países en desarrollo miembros plantearon dudas sobre la agenda propuesta por el presidente. Argentina señaló que la lista de temas era demasiado larga. Algunos miembros como India y Egipto indicaron que las consultas a esta altura deberían centrarse en las modalidades básicas y en particular en la fórmula que será utilizada para realizar compromisos de reducción de aranceles. Otros, entre ellos Filipinas, Indonesia y Tailandia, propusieron que antes de discutir temas nuevos habría que terminar primero los temas considerados en consultas anteriores.
Brasil secundó esta opinión y Ecuador alentó al presidente a organizar sesiones para sacar a luz lo que ha ocurrido hasta ahora en las consultas del sector. También señaló que en esta etapa los temas deberían ser abordados en un ámbito multilateral, y no en discusiones bilaterales o plurilaterales de los miembros.
Kenia recordó que al considerar todos los elementos de acceso al mercado para los productos no agrícolas que incluyan la fórmula, los temas transversales de trato especial y diferenciado, no reciprocidad plena y preferencias deberían ser centrales a las consultas. Zambia, en nombre de los países menos adelantados, subrayó que el tema del desarrollo debería ser clave para las negociaciones.
Por otro lado, países industrializados como Estados Unidos, Japón, Canadá, Nueva Zelanda y la Unión Europea en general apoyaron el criterio del presidente. Japón opinó que los temas seleccionados por el presidente eran “equilibrados y apropiados”. Nueva Zelanda y otros países industrializados miembros argumentaron que la fórmula es importante y “no puede estar aislada de las consultas de otros temas y no puede culminar de manera aislada”. La Unión Europea añadió que las consultas deben ser equilibradas y abarcar los intereses de todos los miembros, incluidos los países desarrollados.
El presidente observó que había “voluntad de concretar” y prometió estudiar los temas previos, especialmente si había propuestas de los miembros. Aseguró que “el mandato de desarrollo es claro” y los temas de desarrollo que había planteado no eran “exhaustivos”.
Los miembros procedieron luego a discutir la lista de temas identificados por el presidente. A continuación se brinda un resumen de dicha discusión.
Aranceles elevados, crestas arancelarias y progresividad arancelaria
La discusión sobre aranceles elevados se centró en el tipo de criterio que habría que adoptar para realizar la reducción arancelaria. Hubo una larga discusión sobre la fórmula, que los miembros consideraban era la modalidad clave de las negociaciones sobre el acceso al mercado para los productos no agrícolas.
Los países industrializados miembros, tales como la Unión Europea, Estados Unidos y Suiza, argumentaron fuertemente a favor de que se utilizara una fórmula suiza o no lineal, simple y rigurosa, para realizar los compromisos de reducción arancelaria. La idea es reducir los aranceles más elevados en una proporción mayor que los aranceles más bajos. Estados Unidos y otros miembros añadieron que en la fórmula el elemento clave es el coeficiente. Si bien no se dieron propuestas y números concretos sobre cuál debería ser el coeficiente, dijeron que debería resultar en una fórmula que provoque reducciones arancelarias profundas.
Pero varios países en desarrollo no están a favor de una fórmula suiza agresiva por considerar que no podría ofrecer un trato especial y diferenciado a los países en desarrollo ni poner en práctica el concepto de no reciprocidad plena en los compromisos de reducción contenidos en el mandato de Doha. Pakistán argumentó que una fórmula suiza simple no resolverá el tema del trato especial y diferenciado, y propuso flexibilidades en la fórmula. India señaló que dicha fórmula no estará equilibrada y es incapaz de tomar en cuenta la dimensión del desarrollo.
Otra propuesta es la de establecer un techo predeterminado (un nivel máximo más allá del cual no se autorizan aranceles) como forma eficaz de resolver las crestas arancelarias.
Algunos países que reciben preferencias comerciales argumentaron que la liberalización mediante una fórmula no tendría que dejarlos en peores condiciones. Esos países propusieron que la fórmula a ser adoptada debe incorporar elementos que permitan un periodo más largo para ciertos productos, a efectos de ayudar a los países que reciben preferencias a adaptarse. Al respecto, Kenia sugirió que en la fórmula podrían utilizarse aranceles para esos productos o sectores, en lugar del arancel promedio nacional, con lo cual el ritmo de reducción arancelaria se haría más gradual.
No reciprocidad plena en la reducción arancelaria
El tema de que no haya reciprocidad plena también pertenece al tipo de criterio que será definido en las negociaciones para lograr compromisos arancelarios.
Kenia afirmó que no había que confundir el trato especial y diferenciado con la no reciprocidad plena, y que esos dos principios deberían estar separados. Explicó que el trato especial y diferenciado es para ayudar a los países miembros en desarrollo a aplicar las normas de la OMC. Por otro lado, el principio de la no reciprocidad plena es para resolver las preocupaciones de desarrollo de los países miembros. Es por esto que este principio figura en la Parte IV del GATT, que tiene que ver precisamente con el desarrollo. Kenia señaló también que si el párrafo 6 del Anexo B del paquete de julio ya refleja ese principio, como argumentaban algunos miembros (como Japón y Estados Unidos), entonces habría que entender que este párrafo debería dar a los miembros afectados el derecho a determinar el alcance de las consolidaciones arancelarias y las tasas en las cuales esto debe hacerse. Esto fue apoyado por algunos otros países en desarrollo.
Otro país en desarrollo miembro también estableció que el principo de la no reciprocidad plena significa que cada país en desarrollo miembro debe adoptar compromisos arancelarios conforme a su propio grado de desarrollo.
Para India implica que los países en desarrollo miembros hacen menos compromisos arancelarios que los países industrializados miembros. Y los compromisos de aquéllos deberían ser evaluados conforme a parámetros basados en el desarrollo. Indonesia sugirió que el principio de la no reciprocidad plena podría significar también coeficientes diferentes en la fórmula eventual para países industrializados y en desarrollo miembros. Pakistán argumentó que una medida concreta para cumplir el principio referido es que los países industrializados eliminen sus aranceles mínimos conforme al párrafo 13 del Anexo B del paquete de julio. Esta recomendación contó con el respaldo de Filipinas.
Brasil también fue de la opinión de que el principio de la no reciprocidad plena podría ser incluido en la fórmula. Sin embargo, añadió que habría que hacerlo desde el comienzo y no al final de las negociaciones. También señaló que la rebaja de los aranceles NMF (nación más favorecida) no tienen por qué provocar necesariamente un aumento del comercio entre los países del Sur. El acceso libre de derechos y de contingentes ofrecido por los países industrializados no ha aumentado significativamente las exportaciones de los países menos adelantados. Por lo tanto, no es sólo una cuestión de aranceles sino de otras limitaciones de capacidad y oferta. Al respecto, Brasil puso énfasis en que los países en desarrollo necesitan espacio político y que si el comercio entre países del Sur está aumentando, no es necesario interferir con eso. Lo que es necesario resolver, argumentó, son los obstáculos en el Norte para con las exportaciones de los países en desarrollo, ya que el comercio entre países del Norte está más liberalizado que el comercio Norte-Sur.
Japón argumentó que el principio referido ya figura en los párrafos 6 y 8 del Anexo B del paquete de julio.
Noruega sugirió tres formas por las que podría ponerse en práctica el principio de la no reciprocidad plena. Podría reflejarse en la fórmula, ser utilizado como una excepción o como un crédito. En última instancia, expresó, lo que se requiere es una diferenciación en cuanto a quién va a hacer qué en las negociaciones. Según Noruega, la fórmula Girard (Pierre-Louis Girard es un alto funcionario suizo en asuntos de comercio) puede captar esto hasta cierto grado, ya que toma en cuenta el arancel promedio de los miembros, el cual refleja el grado de desarrollo.
Estados Unidos dijo que estaba abierto a una serie de ideas sobre la no reciprocidad plena. Consideraba que este principio ya está incluido en los párrafor 6, 8 y 9 del Anexo B y por lo tanto cumple parte del mandato de Doha. Estados Unidos también plantea diferentes coeficientes en la fórmula para hacer reducciones arancelarias para países industrializados y en desarrollo. Sin embargo, esto no debería interferir con el comercio entre países del Sur.
Como otros países miembros industrializados, Nueva Zelanda argumentó que el referido principo ya está contenido en el paquete de julio y todo lo que resta hacer es trabajar en los detalles sobre cómo poner en funcionamiento este principio.
El presidente dijo que observaba dos convergencias en las discusiones: (i) el principio de no reciprocidad plena debe ser incorporado en la fórmula; (ii) el principio de no reciprocidad plena debe ser incorporado en las negociaciones en general. Expresó que tenía claro el universo de temas a ser discutido dentro de este principio.
Productos cuya exportación interesa a los países en desarrollo
Sobre la cuestión de identificar productos cuya exportación interesa a los países en desarrollo, algunos de estos países, como Costa Rica y Chile, argumentaron que todos los productos son de interés. Sin embargo, otros miembros, como Kenia, Jamaica e Indonesia, hicieron sugerencias en cuanto a cómo pueden ser identificados tales productos. Kenia señaló que esos productos podrían ser aquéllos cuya exportación está en crecimiento. Ampliando esa idea, Jamaica sugirió un criterio de crecimiento de las exportaciones que podría ser utilizado para comprobar esos productos cuya exportación interesa a los países en desarrollo, y que para ello podrían utilizarse algunos indicadores económicos.
Indonesia propuso la identificación de esos productos de acuerdo a las crestas arancelarias, los aranceles elevados y la progresividad que tengan actualmente. Indonesia sugirió luego que la Secretaría de la OMC debería realizar un estudio al respecto, lo que fue aceptado por el presidente, con el apoyo de Malasia, que también argumentó a favor de la inclusión de obstáculos no arancelarios.
Noruega propuso una combinación de los dos métodos. Expresó que primero podría analizarse los aranceles sobre los productos y luego el comercio posible que tendría lugar como resultado de bajar esos aranceles.
Crédito para la liberalización autónoma
Se discutió cómo dar crédito a países que han profundizado la liberalización más allá de la Ronda Uruguay. Los que hablaron dijeron que los créditos tendrían que ser otorgados a esos países. La pregunta fue cómo hacer esos cálculos y utilizar el crédito. El presidente señaló que el embajador Girard había hecho anteriormente algunas propuestas al respecto, pero algunos países industrializados dijeron que esas propuestas les inspiran cierta preocupación.
Criterio sectorial y participación
No hubo acuerdo entre países industrializados y en desarrollo en cuanto a cómo debería manejarse el criterio sectorial propuesto. Los primeros querían avanzar rápidamente mientras que los últimos estaban renuentes a darle prioridad.
Muchos países industrializados consideran el criterio sectorial para la eliminación de aranceles como una herramienta importante en sus esfuerzos para acelerar la liberalización. En particular, Canadá dijo que si los miembros eran serios acerca de la liberalización, entonces se necesitarían herramientas y el criterio sectorial podría ser una.
Estados Unidos manifestó sus expectativas de ver un alto grado de participación entre los miembros en el criterio sectorial. Explicó además que tal vez no sea necesario un gran número de países para constituir una “masa crítica”. Esta masa podría lograrse si los países participantes representan entre 80 y 90 por ciento del comercio mundial en esos sectores. También señaló que si bien la participación no es de carácter obligatorio, podría dar más fuerza al ejercicio de liberalización, y recordó a los miembros que el paquete de julio hablaba de que el criterio sectorial es un elemento clave para lograr los objetivos del mandato de Doha. Para reforzar su argumento dijo que los enfoques sectoriales han sido utilizados exitosamente durante la Ronda Uruguay en sectores como transporte, productos farmacéuticos, juguetes, materiales de construcción y también en el Acuerdo sobre las Tecnologías de la Información.
Algunos países en desarrollo como China y Brasil contestaron diciendo que el referido acuerdo no ha sido tan exitoso como aducen. Brasil añadió que la búsqueda del enfoque sectorial podria ser considerado como un fracaso de las negociaciones multilaterales.
Varios países en desarrollo opinaron que tener una fórmula para la reducción de aranceles ya es un instrumento suficientemente fuerte para la liberalización. México, Brasil, Indonesia y China argumentaron que el centro de las negociaciones debería ser primero la fórmula para realizar compromisos arancelarios, después de lo cual pueden decidir hasta qué punto se necesita el criterio sectorial. Egipto, entre otros, señaló también que este criterio debe ser voluntario.
Estados Unidos y Noruega respondieron a esto argumentando que el enfoque sectorial y la fórmula deben ir a dúo, y simultáneamente debe determinarse cuánta liberalización debe tener lugar bajo la fórmula o el criterio sectorial. Noruega añadió que los sectores previamente identificados por el embajador Girard no tienen por qué ser los sectores sujetos a este criterio. Esta sugerencia fue apoyada por Pakistán, que dijo que podría evitarse la identificación anterior de los sectores específicos.
Estados Unidos señaló que el criterio sectorial no necesariamente implica una eliminación total de los aranceles. El grado de arancel podría ser mayor que cero y ser determinado durante las negociaciones. Como otra variación a este criterio, Suiza propuso que los países industrializados miembros podrían pedir la eliminación total de aranceles en el marco del criterio sectorial si bien los países en desarrollo miembros podrían mantener una tasa arancelaria a ser determinada.
Mauricio dijo que el criterio sectorial no debería afectar la competitividad de los países que reciben preferencias.
Croacia pidió a la Secretaría de la OMC que elaborara un documento sobre criterios sectoriales previos de las rondas de negociación anteriores, lo cual fue aceptado por el presidente.
Estudios apropiados y medidas para la creación de capacidad
Varios países en desarrollo miembros como Kenia, Guyana y Trinidad y Tobago resaltaron la necesidad de estudiar los diversos criterios de fórmulas presentados hasta ahora, para ver cómo impactarán en los países en desarrollo.
Dependencia de los ingresos por concepto de aranceles
A muchos países en desarrollo les preocupaba el impacto que podrían tener los esfuerzos de liberalización en las negociaciones sobre sus ingresos por concepto de aranceles. Esto es de particular importancia para algunos miembros, especialmente los que dependen en gran medida de los aranceles aduaneros como herramienta de ingreso fiscal.
Esos países, muchos de ellos del Caribe, manifestaron que la liberalización del comercio les impedirá incrementar esos ingresos y los obligaría a adoptar otras formas de financiamiento tales como el IVA y otras medidas impositivas, algo que es difícil de hacer y tal vez menos efectivo, y por ello necesitan tiempo para reajustar sus economías.
Obstáculos no arancelarios
El tercer día de la reunión fue dedicado enteramente al tema de los obstáculos no arancelarios. Hubo notificaciones de Japón, Estados Unidos, Corea del Sur y Cuba. La notificación cubana menciona algunas de las leyes estadounidenses que establecen el embargo actual a sus mercancías.
China planteó el tema de la posible duplicación de trabajo con el Grupo de Negociación sobre la Facilitación del Comercio, ya que algunas de las notificaciones, de Corea del Sur, por ejemplo, se refieren a obstáculos técnicos al comercio y los Artículos V, VIII y X del GATT, que son centrales en las negociaciones sobre facilitación del comercio. Después de cierta discusión, la Secretaría manifestó que a esta altura, las presentaciones de parte de los miembros representan un ejercicio de transparencia y es cierto que algunos obstáculos no arancelarios serán abordados en otros grupos de negociación. El presidente dijo que consultaría al presidente del grupo de negociación de facilitación del comercio para aclarar el tema.
Corea del Sur había presentado previamente un documento sobre los obstáculos no arancelarios enfrentados por la industria electrónica y sugirió que fueran estudiados como un asunto exclusivo. También dijo que esta forma de abordar una industria en particular podría ser un antecedente para manejar otros obstáculos no arancelarios en determinados sectores, como silvicultura y automóviles. Este criterio recibió apoyo y se sugirió que los coreanos convocaran a una pequeña reunión de otros miembros interesados en el mismo sector.
No hubo oposición a las opiniones de algunas delegaciones de que los obstáculos no arancelarios representan un impedimento comercial más importante que los aranceles y como tales deben ser tratados. Uganda mencionó un obstáculo no arancelario particular, que consideró difícil de clasificar, es decir, la dificultad de obtener visas para sus expertos que desean realizar investigaciones sobre acceso al mercado en Europa o Estados Unidos.
Resumiendo, el presidente manifestó que la reunión de tres días había cumplido con el objetivo de aclarar los temas y definirlos de manera que los miembros pudieran obtener una visión más afinada de las posiciones de los demás. Expresó que esto era una condición previa para avanzar. “Es una etapa necesaria para preparar el terreno para cuando lleguemos a la próxima etapa en el nuevo año (2005), que debería ser una etapa de negociación”, afirmó.
La próxima reunión de acceso al mercado para los productos no agrícolas será del 31 de enero al 4 de febrero de 2005.
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