Nº 185 - Octubre 2004
Agricultura.
Estudio canadiense denuncia subsidios ilegales de Estados Unidos.
por
Chakravarthi Raghavan
Estados Unidos está dando subsidios a su sector agrícola por encima de los límites establecidos por la Organización Mundial de Comercio (OMC), indica un estudio de una empresa jurídica para la asociación de productores lácteos de Canadá realizado en 2003, cuyos resultados acaban de difundirse.
Estados Unidos excluye y omite notificar varios de sus programas de apoyo interno en agricultura que, cuando son incluidos, ubican el apoyo estadounidense más allá de sus compromisos en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y por lo tanto quedan en situación ilegal.
En varias otras instancias brinda apoyo interno a algunos productos básicos (commodities) agrícolas, que son producidos muy por encima de las necesidades internas o de los volúmenes históricamente destinados a exportación, lo que en los hechos convierte a ese apoyo en subsidios a la exportación.
Todo esto surge de un informe producido el año pasado por una empresa jurídica para la asociación de productores lácteos de Canadá. El informe aparentemente había sido publicado por dicha asociación en la época de la Conferencia Ministerial de la OMC en Cancún, en setiembre del año pasado, en el sitio Web de una ONG mexicana (www.ong-omcmexico.org.mx/WebPage/web/doctos/AgricultoresCanada.pdf). Parece que en ese momento pasó desapercibido para muchos que hacen un seguimiento del tema agrícola y de las negociaciones en la OMC, pero luego empezó a conocerse.
Algunos de los datos revelados han figurado en la controversia de Brasil contra Estados Unidos en la OMC, sobre los subsidios de este último al algodón. El grupo especial que audita la controversia se pronunció contra Estados Unidos y resolvió que los subsidios están deprimiendo ilegalmente los precios mundiales y afectando los mercados de exportación brasileños. Pero el fallo del grupo especial, que fue entregado a las dos partes de la controversia, todavía no ha sido divulgado entre los demás miembros de la OMC.
Los datos aportados por la firma jurídica Grey, Clark, Shih and Associates Ltd. para los productores lácteos canadienses señalan lagunas en el Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC que necesitarían ser llenadas (e impedir que haya nuevas) en las negociaciones actuales de la Ronda de Doha, en las cuales el 31 de julio se acordó una propuesta marco.
En el momento en que se elaboró el estudio, Estados Unidos había estado muy atrasado en su obligación de notificar, y cuando hizo la notificación en febrero de 2003, parece que brindó datos sólo hasta el año 1999. Por consiguiente, después de la reunión de Cancún y en respuesta a reiteradas críticas del Comité de Agricultura de la OMC, parece que Estados Unidos notificó sus datos hasta 2002.
Dicho sea de paso, el informe también revela que Nueva Zelanda, que pertenece al Grupo Cairns, cuyos miembros solían describirse como exportadores agrícolas no subvencionados, ha reorganizado su industria láctea para formar un grupo cooperativo, Fonterra (en sustitución de su Junta Láctea), al cual utiliza para apoyar las exportaciones lácteas neozelandesas, de tal manera que se convierte en un subsidio a la exportación. El embajador neozelandés ante la OMC, Tim Groser, preside las negociaciones agrícolas y fue quien preparó la sección sobre agricultura en la propuesta marco del 31 de julio.
En términos de sus programas de apoyo internos, Estados Unidos brinda subsidios importantes a su producción agrícola. Sin embargo, está comprometido a no dar más de 19.100 millones de dólares de su Medida Global de la Ayuda (MGA). Cualquier cifra por encima de esa implicará una violación de su obligación en el marco de la OMC. Sin embargo, según el informe, el apoyo de Estados Unidos supera largamente esa cifra.
Brinda un apoyo que dice no está abarcado por los compromisos de reducción del Acuerdo sobre la Agricultura. Esta fundamentación se basa en que el apoyo ofrecido cae dentro del “compartimento verde”, la categoría de medidas de ayuda permitidas por considerarse que no apoyan precios ni tienen efectos de distorsión del comercio. El otro argumento dado para la exclusión es que el grado de ayuda está amparada en las excepciones de minimis a la ayuda a un producto específico si es menor a cinco por ciento del valor total de ese producto en el año en que se da la ayuda. También puede excluirse la ayuda no referida a productos específicos, es decir la ayuda hasta cinco por ciento del valor total de un producto agrícola.
Sin embargo, no parece quedar nada claro si la ayuda estadounidense excluida cae realmente dentro de esas exenciones.
El informe elaborado para los productores rurales canadienses sugiere que Estados Unidos está dando una ayuda en gran escala al comercio y que contribuye a la distorsión de los precios, que no puede ser excluida de la MGA. La ayuda de Estados Unidos también parece exceder su umbral de ayuda de minimis. Si deben incluirse, entonces Estados Unidos no las ha notificado y por lo tanto está violando sus obligaciones por el Acuerdo sobre la Agricultura.
La notificación de febrero de 2003 (de datos para 1999) informó un total de MGA de 16.100 millones de dólares, pero si se incluyen los rubros que erróneamente excluyó, esta cifra se iría muy por encima del compromiso máximo de Estados Unidos ubicado en aproximadamente 19.000 millones de dólares. De hecho, en las querellas entre Estados Unidos y la Unión Europea sobre esto, el Comisario de Agricultura europeo, Franz Fischler, tenía socorro en función de su excepción de minimis para asegurar que la MGA de 1998 no superara su compromiso. De lo contrario habría superado el límite en aproximadamente 8.000 millones de dólares.
Estados Unidos también ofreció riego altamente subsidiado al sector agrícola en los 11 estados del oeste abarcados, pero para los proyectos de riego subsidiados no sería posible realizar agricultura. Estados Unidos notificó esos proyectos de infraestructura como ayuda no referida a productos específicos. Sin embargo, el agua para la agricultura se ofrece a una tarifa menor a las que se cobran a otros usuarios. Como resultado, la diferencia entre las tarifas de agua cobradas a otros usuarios y la cobrada para riego debería figurar como un subsidio. Podría llegar a ser tanto como 10.000 millones de dólares, o incluso en el orden de los 25.000-30.000 millones. Si eso se hace, la ayuda interna de Estados Unidos se ubicaría muy por encima de sus compromisos.
En cuanto a los subsidios a la exportación de Estados Unidos, en recientes debates públicos ha figurado el elemento subsidio en algunos de los programas siguientes: el Programa de Mejoramiento de las Exportaciones de Estados Unidos, los programas de garantía de créditos a la exportación y los programas de promoción del mercado. Algunos no han sido notificados como subsidios a la exportación.
Sin embargo, también se argumenta que cuando Estados Unidos destinan su ayuda interna a algunos productos básicos agrícolas que históricamente son producidos muy por encima de las necesidades de consumo interno y están destinados a ser vendidos en cantidades importantes en el mercado internacional, esa ayuda interna se convertiría en un subsidio indirecto a la exportación. La mayoría de la ayuda de Estados Unidos se destina a la soja, producida principalmente para su exportación o como productos procesados para exportación. El mismo caso sería para el maíz y el trigo.
Los negociadores comerciales entre el Grupo de los 20 países en desarrollo dicen que están al tanto de esto y que los nuevos compromisos sobre agricultura que se pretende incluir en la OMC, para los cuales hasta ahora sólo se han fijado principios esbozados en la propuesta marco, deberían tener normas detalladas que capten todo esto. (SUNS)
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