Nº 181 - Junio 2004
Consejo General de la OMC
Diferencias Norte-Sur comprometen
por
Martin Khor
El Consejo General de la Organización Mundial de Comercio (OMC) se reunió el 17 de mayo en un clima que los principales funcionarios de comercio describieron como “armonioso”. Varios miembros expresaron optimismo en cuanto a que las conversaciones están avanzando, pero advirtieron que persisten diferencias, especialmente entre el Norte y el Sur, sobre cuestiones claves -como agricultura, los temas de Singapur, el acceso a los mercados no agrícolas y las llamadas cuestiones de desarrollo- que podrían impedir la aprobación para fines de julio de los “acuerdos marco”.
La sensación de optimismo y movimiento, expresaron los funcionarios de comercio, surgió a partir de las recientes reuniones y acontecimientos fuera de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en especial la carta de los Comisarios europeos Pascal Lamy y Franz Fischler a los miembros de la OMC y la reunión en París de los ministros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), a la cual se invitó a algunos países que no son miembros de la organización, llamada “club de los países ricos”.
Sin embargo, resultó claro que persisten importantes diferencias, especialmente entre el Norte y el Sur, sobre cuestiones claves como agricultura, los temas de Singapur, el acceso a los mercados no agrícolas y las llamadas cuestiones de desarrollo.
El director general de la OMC, Supachai Panitchpakdi, recordó al Consejo General que antes de julio queda sólo un reducido margen de oportunidad (la fecha fijada para que el Consejo General apruebe los “acuerdos marco” que no se lograron en la Conferencia Ministerial de Cancún, celebrada en setiembre pasado). “Tenemos un margen, pero es pequeño y se está cerrando rápidamente”, advirtió.
Supachai manifestó que había un nuevo grado de voluntad política para lograr avances, e indicios de una “creciente convergencia”. Se sentía animado porque incluso en los sectores más difíciles de la agricultura, las discusiones entre los ministros produjeron un nuevo sentimiento de determinación.
El presidente del Consejo General de la OMC, el embajador japonés Shotaro Oshima, compartió el “optimismo cauteloso” de Supachai, diciendo que ahora “desde los más altos niveles políticos se envían señales inequívocas de impulso”. Esta declaración la realizó en una discusión con las delegaciones sobre la naturaleza y alcance del resultado de julio, especialmente en agricultura y acceso a los mercados no agrícolas.
En cuanto a los temas de Singapur, hizo referencia a una reunión de jefes de delegación realizada en abril, de cuya apertura había estado a cargo, diciendo que todavía no hay convergencia en ninguno de los posibles escenarios; y específicamente cuáles de los temas, si acaso, deberían estar dentro del compromiso único, y qué se haría con los temas que deben quedar fuera del compromiso único. Sobre esto todavía no hay resolución, dijo Oshima. Y añadió que desde entonces ha habido iniciativas importantes a escala política en las reuniones ministeriales realizadas fuera de Ginebra –como la de los Países Menos Adelantados (PMA) en Dakar, y las de la OCDE en París-, en las que se demostró flexibilidad.
A pesar de esas expresiones de optimismo de parte de los funcionarios de comercio y de ciertas delegaciones, las discusiones dentro y fuera del Consejo General evidenciaron las grandes discrepancias que todavía existen entre los miembros, así como la gran cantidad de dificultades para zanjarlas de manera significativa en los próximos dos meses.
En agricultura, el Grupo de los 20 rechazó la “fórmula mixta” de Estados Unidos y la Unión Europea. Resulta cada vez más claro que ese criterio mixto no puede ser base de un consenso, y Estados Unidos y la Unión Europea así lo han reconocido en la reunión de París. El Grupo de los 20 acordó presentar su propia propuesta alternativa.
Sobre el acceso a los mercados no agrícolas, varios países en desarrollo se oponen a una fórmula de reducción de aranceles no lineal y a una eliminación arancelaria acelerada en algunos sectores. Sin embargo, en la reunión del Consejo General, los países industrializados continuaron presionando por reducciones arancelarias profundas basadas en una fórmula no lineal.
En cuanto a los temas de Singapur, queda claro que hay un apoyo general a continuar el trabajo sólo en un tema: facilitación del comercio. Los países industrializados están presionando para que la reunión de julio decida iniciar de inmediato las negociaciones en este tema. Pero varios países en desarrollo establecen que cualquier decisión para comenzar las negociaciones debe hacerse sobre la base de un consenso explícito sobre las modalidades.
El destino de los otros tres temas de Singapur es poco claro. Hay una “sensación incipiente” -según palabras del presidente del Consejo General- de que deberían permanecer “fuera del compromiso único” y del Programa de Trabajo de Doha. Pero no queda claro a esta altura si las discusiones en torno a ellos terminarán del todo -por lo menos mientras dure el resto del programa de trabajo de Doha- o si se reanudarán, y en ese caso, sobre qué serán las discusiones y dónde.
Un elemento nuevo importante ha sido el reciente cambio de gobierno en India. Los agricultores marginados y los pobres de las zonas urbanas, que forman una mayoría sustancial de la población, se unieron para votar en contra de la coalición de derecha liderada por Atal Behari Vajpayee. El Partido del Congreso y su alianza recibió el apoyo de varios partidos de izquierda y regionales para formar gobierno.
El embajador de India, K. M. Chandrasekhar, informó al Consejo General que, dada la complejidad de los temas del programa de Doha, el nuevo gobierno necesitaría cierto tiempo para estudiarlos. Manifestó que la delegación india continuaría con su compromiso, pero necesitaría saber las opiniones del nuevo gobierno antes de formular compromisos firmes.
En París, el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, había sugerido que todo eso debería estar terminado para fines de mayo o principios de junio, cuando se realice la próxima reunión sobre agricultura, y así lo repitió en el Consejo General el Representante Comercial Adjunto, Peter Allgeier.
El embajador de Brasil, Luis Felipe de Seixas Correa, manifestó que el Grupo de los 20 haría todos los esfuerzos posibles por formular y presentar sus propuestas para el 2 de junio. Sin embargo, declaró, es importante tener en cuenta que un miembro del Grupo de los 20 tiene un nuevo gobierno y los miembros de la OMC deben tenerlo en cuenta y demostrar cierta comprensión por la situación de India.
Previamente, el embajador de India había procurado que los miembros de la OMC llegaran a un entendimiento y señaló que el país acababa de terminar las elecciones generales y estaba en el proceso de formar un nuevo gobierno. Ese gobierno tendría que estudiar los temas y formular sus posiciones. La Ronda de Doha implicó una serie compleja de negociaciones y el nuevo gobierno tenía que estudiarlas a todas antes de definir sus posiciones.
El embajador de Brasil declaró que no había cambios en la posición de Brasil. Se sentía animado por los últimos acontecimientos, y era importante que las recientes indicaciones de la Unión Europea y Estados Unidos fueran subrayadas en el Consejo General. Expresó que el Grupo de los 20 intentaría presentar una propuesta sobre una fórmula para acceso al mercado en la reunión sobre agricultura del 2-4 de junio.
El embajador de China, Sun Zhenyu, dijo que en la agricultura deberían suprimirse los elementos distorsionadores de los subsidios, mientras que las negociaciones sobre acceso a los mercados deberían tener en cuenta los distintos grados de desarrollo, los PMA, los miembros de reciente adhesión y los productos especiales. En cuanto al acceso a los mercados no agrícolas y a los servicios, si bien es necesario avanzar más, las necesidades de los países en desarrollo deben ser tomadas en consideración. Las cuestiones de desarrollo deben ser importantes también en cualquier propuesta.
Malasia expresó que es necesario tener mayor claridad en los temas de Singapur, especialmente en lo que sucedería con los tres temas que no serían negociados. ¿Cuál fue el significado de ponerlos “en el quemador del fondo”, como había mencionado la Unión Europea?, preguntó Malasia. Acerca del acceso a los mercados no agrícolas, ¿qué hubiera ocurrido al cinco por ciento de las líneas arancelarias que pueden permanecer desvinculadas? Malasia también tuvo dificultades con la propuesta formulada en la carta de los comisarios europeos de dar una exención especial a los países del Grupo de los 90.
Argentina dijo que el clima de optimismo debe traducirse en un avance real en la OMC. En agricultura es necesario lograr un equilibrio y la cuestión del algodón no puede ser eludida.
Kenia manifestó, por su parte, que apreciaba que los miembros estuvieran más comprometidos con el programa de Doha, ya que había señales de avance alentadoras en agricultura. En el acceso a los mercados no agrícolas, es importante que se adopte un criterio que no socave el desarrollo industrial africano. Kenia añadió que cualquier decisión sobre las negociaciones en la facilitación del comercio debe hacerse sobre la base de un consenso explícito sobre modalidades.
Sobre el mecanismo del Fondo Monetario Internacional (FMI) de integración comercial, Kenia expresó que es necesario tratar los efectos negativos de la liberalización del comercio, pero no estaba convencida de que el FMI pudiera hacerlo mejor que la OMC.
Estados Unidos dijo que el trabajo reciente era muy alentador. El objetivo debería ser la concreción de un acuerdo en las negociaciones sobre agricultura, acceso a los mercados no agrícolas, servicios, facilitación del comercio, en el cual las cuestiones del desarrollo lo cubran todo. Estados Unidos se mostró satisfecho con la carta de Lamy a los miembros de la OMC y estaba dispuesto a eliminar el aspecto de la concesión de los créditos a las exportaciones.
Estados Unidos expresó que quería que el Grupo de los 20 y el Grupo Cairns presentaran su fórmula para acceso al mercado, y que esa era la tarea más importante en los diez días siguientes. Sobre el acceso a los mercados no agrícolas, es importante que haya una fórmula no lineal. También que haya negociaciones sectoriales con una masa crítica de países que participen, así como acerca del Acuerdo sobre la Tecnología de la Información. En materia de servicios, deberían hacerse más ofertas, y en la facilitación del comercio, Estados Unidos quería que las negociaciones se iniciaran en julio.
El embajador de la Unión Europea, Carlo Trojan, manifestó que no era fácil lograr un acuerdo ya que había un conflicto entre “ambición y sensibilidad”. Las conversaciones son sólo sobre un marco y no son el “destino final”. El acceso al mercado para los productos agrícolas debe ser integrado a los otros temas, y deben tenerse en cuenta los intereses no comerciales. En los subsidios a las exportaciones debe aclararse el criterio de “paralelismo”.
La Unión Europea dijo que las conversaciones sobre el acceso a los mercados no agrícolas y los temas de Singapur se acomodarían una vez que el tema de la agricultura se moviera lo suficiente. Es necesario trabajar más en la fórmula de acceso a los mercados no agrícolas. Los países del Grupo de los 90 deberían recibir un mensaje claro que les asegure que no serán recargados con demandas excesivas y que deberían saberlo de entrada.
Japón declaró que era importante que la voluntad política demostrada en la reunión de la OCDE en París se reflejara en el proceso de Ginebra. Sobre los temas de Singapur, Tokio está adoptando un criterio pragmático y buscando una solución que pueda ser aceptada por todos.
Canadá expresó que debería haber un alto grado de ambición en el acceso a los mercados agrícolas, en que haya más reducciones a los aranceles elevados que a los bajos. En materia de facilitación del comercio, las negociaciones pueden iniciarse en julio.
El embajador de Nueva Zelanda, Tim Grosser, hablando en su calidad de presidente de las negociaciones sobre agricultura, dijo que para lograr un acuerdo sobre el marco no debería haber números (por ejemplo, para la reducción de aranceles). Hubo diferencias de opinión en cuanto al equilibrio entre los pilares. En los subsidios, las líneas generales del producto están ahí, pero lo malo son los detalles, manifestó.
Acerca del proceso, declaró que es necesario que exista un equilibrio entre eficiencia y transparencia. Todos los miembros deben mantener el ritmo de aceleración, y la identificación es tan importante como la sustancia. Los negociadores deben saber a qué se están comprometiendo.
Al final de la reunión, Supachai expresó que los programas de las capitales y las delegaciones de Ginebra estaban convergiendo. Dijo que lo malo está en los detalles, pero no todos los detalles pueden estar prontos para fines de julio. Esta es la hora de las conciliaciones y si esperamos demasiado tiempo comenzarán los fracasos.
El presidente del Consejo General dijo que estaba surgiendo un consenso sobre la forma de la propuesta general. En los temas de Singapur, el embajador japonés manifestó que había una nueva sensación de que pueden haber negociaciones en la facilitación del comercio y que los otros tres temas no son parte del compromiso único o el programa de trabajo, pero será en julio que se decidirá qué hacer con ellos.
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Marin Khor es director de la Red del Tercer Mundo.
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