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No. 59 - Primera quincena de Marzo 1995

Cambio Climático

Norte-Sur: ¿quién pagará la cuenta?

El Grupo de los 77 y China criticaron a los países del Norte por pretender que el Tercer Mundo cargue con los costos de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento de la atmósfera.

El Grupo de los 77 y China se enfrentaron con los países industrializados en las reuniones, celebradas en Nueva York, en febrero pasado, del grupo de trabajo del Comité Intergubernamental de Negociaciones abocado a la revisión de los compromisos en términos del Art. 4 párrafo 2 (a) y (b) de la Convención Marco sobre Cambio Climático.

Estas disposiciones resumen los compromisos y responsabilidades de los países industrializados enumerados en el Anexo I de la Convención y exigen a estos países que se fijen como objetivo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, particularmente de dióxido de carbono, a los niveles de 1990.

Exigencias adicionales

Hablando en nombre del Grupo de los 77 y China, José Lino B. Guerrero, de Filipinas, se quejó de las exigencias persistentes de los países industrializados para que los países en desarrollo asuman, incluso desde ahora, responsabilidades que no tenían en el marco de la Convención y adopten medidas para detener y reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

Guerrero recordó que la Convención, concluida en mayo de 1992 luego de un intenso proceso, reflejaba un correcto equilibrio y los resultados surgieron de un delicado proceso de concesiones mutuas.

Uno de los principios cardinales de la Convención fue "una equilibrada división del trabajo" entre los países industrializados y en desarrollo. Se basaba en el reconocimiento de que los problemas del calentamiento de la atmósfera y el cambio climático, sin hablar de los males relacionados con el medio ambiente, fueron la consecuencia de los volúmenes acumulados de gases de efecto invernadero emitidos por los países industrializados en su búsqueda de crecimiento económico.

Junto con el principio de que la reparación del daño al medio ambiente debía corresponder a los responsables, la Convención enumeró dos grandes categorías de países y sus responsabilidades específicas y diferenciadas.

Desvirtúan la convención

El delegado de Filipinas agregó: "A esta altura, todo intento de enmendar nuestra convención, redefinir las categorías de las partes o volver a asignar responsabilidades, podría ser interpretado como un intento de transferir cargas a quienes no son capaces de soportarlas y que, de hecho, son las víctimas, no los perpetradores del cambio climático. Esto sería injusto y contrario al espíritu y la letra de la Convención y el Grupo de los 77 y China no lo aceptarán."

En una segunda intervención, Guerrero reiteró que durante las negociaciones de la Convención, y poco después también, los países industrializados eran conscientes de su deuda ecológica para con el resto del mundo por la masiva utilización, durante por lo menos dos siglos, de sustancias que emiten gases de efecto invernadero.

El que contamina paga

La concentración de este tipo de gases en la atmósfera comenzó con las actividades de los principales países industrializados "muchísimo antes de que los países ahora en vías de desarrollo pensaran siquiera en la industrialización."

Junto con el "principio de que el que contamina paga", los países industrializados se incluyeron voluntariamente entre los países del Anexo I con responsabilidades específicas.

Los países del Grupo de los 77 y China, y algunos de los países del Anexo I también, habían pensado que los compromisos de los países de dicho Anexo no eran adecuados y debían ser más específicos. Pero otros países industrializados pensaron que la expresión, en términos generales, era adecuada.

Ahora esos mismos países le dicen al mundo en desarrollo que los compromisos eran inadecuados y que estos países, de acuerdo a sus diversas circunstancias, deberían ser incluidos y tendrían que compartir los costos del control de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Las responsabilidades

Lo que en realidad quieren decir es que al aplicar el principio de "responsabilidad común pero diferenciada", los países en desarrollo deben participar en las tareas específicamente asignadas a los países industrializados.

Los informes de los países del Anexo I demuestran que sólo dos de ellos parecerían estar cerca de cumplir sus compromisos. La tarea debería ser pedirles a estos y otros países del Anexo I que los cumplieran en su totalidad.

El hecho de que algunos países en desarrollo estén a punto de alcanzar el despegue industrial no niega que las emisiones de los últimos doscientos años, que provocaron el cambio climático, vinieron del mundo industrializado y que llevaría muchísimos años para que las líneas de tiempo y cantidad de las gráficas de emisiones de los países desarrollados y en desarrollo comenzaran a converger.

Cumplir con el acuerdo

La preocupación del Comité Intergubernamental de Negociaciones y de la Conferencia de las Partes debe ser la aplicación total de la Convención en el presente. Si los compromisos fueron inadecuados, con mayor razón deben ser cumplidos ahora.

La atención debe centrase en la aplicación por parte de los países del Anexo I y no hay que gastar energías en poner nuevas cargas a los países que deben trabajar duramente para alcanzar niveles de desarrollo que el Norte ya alcanzó.

La responsabilidad de cada parte debe estar basada en las disposiciones de la convención actual.

El Grupo de los 77 y China no están en contra de mejorar la Convención, pero la tarea primera es conseguir que ésta, aún con sus carencias, se cumpla. Las negociaciones para su enmienda deberían llevarse a cabo sólo cuando puedan estar seguros de que los compromisos actuales se cumplen.

"De lo contrario, se trata tan sólo de ilusiones."

Fuente: Red del Tercer Mundo




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