Actualidades / Medio ambiente
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No. 60 - Segunda quincena de Marzo 1995
Efecto invernadero
Pequeñas islas llaman a tomar medidas concretas
Representantes de los países de las pequeñas islas exhortaron al mundo industrializado a adoptar medidas concretas en la inminente conferencia mundial sobre clima que tendrá lugar en Berlín, para reducir de la atmósfera los gases de efecto invernadero.
En una conferencia de prensa ofrecida en la ciudad de Viena, dos representantes de la Alianza de los Estados de las Pequeñas Islas advirtieron que cuanto más se demoren los gobiernos, particularmente los del Norte, mayores y más graves serán las reducciones necesarias de gases de efecto invernadero (GEI) para impedir una catástrofe climática.
La Alianza, de 36 miembros, ya había presentado una propuesta en forma de protocolo al Convenio Marco sobre Cambios Climáticos de 1992 realizado en Berlín, para empezar a reducir los gases de efecto invernadero -como el dióxido de carbono (CO2)- para lograr un cambio positivo sobre la atmósfera.
La propuesta exhorta a los países industrializados, incluidos los de Europa del Este, a reducir sus emisiones de CO2 de 1990 por lo menos en un 20% para el año 2005.
Además, también exigen que la conferencia de Berlín, que se realizará del 28 de marzo al 7 de abril, establezca metas y plazos específicos para la reducción de otros gases, como el metano (CH4), los óxidos nitrogenados (NOx) y los clorofluorocarbonos (CFC), que también son gases de efecto invernadero.
"A casi tres años de la firma del Convenio Marco sobre Cambios Climáticos en Rio, ya es tiempo de comenzar a aplicarlo", dice James Stovall, representante de Micronesia ante la ONU en Nueva York e integrante del equipo de la Alianza formado por dos miembros que actualmente se encuentra de gira por los países europeos en busca de apoyo a su propuesta.
Riesgo de supervivencia
El objetivo del Convenio Marco sobre Cambios Climáticos es estabilizar las concentraciones atmosféricas de CO2 y otros gases que calientan la tierra, a niveles que impidan que las actividades humanas amenacen el sistema climático mundial.
Si bien el cambio climático afectará a todos en el planeta, los países de las pequeñas islas serían los más afectados, en gran medida porque algunos sencillamente desaparecerían del mapa.
En el centro del tema del clima está el calentamiento anticipado de la atmósfera debido al aumento de la concentración en la misma de GEI. La concentración de CO2, por ejemplo, aumentó de 250 partes por millón (ppm) en el siglo XVIII a 360 ppm en la época actual.
El CO2 provoca la mitad del efecto invernadero, seguido del CFC con un 20% y el CH4 con 15%.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos (IPCC), las temperaturas mundiales aumentarán dos grados Celcius en el próximo siglo.
"El cambio climático no nos afectará sólo a nosotros, los pueblos de los países insulares", expresó Rex Stephen Horoi, representante permanente de las Islas Solomon ante Naciones Unidas.
"Pero seríamos los primeros en sentir los cambios si no se hace nada al respecto."
Los miembros de la Alianza son particularmente vulnerables porque el ascenso de la temperatura mundial provocaría, entre otras cosas, un ascenso de la temperatura del mar y una elevación de los niveles del mar al derretirse el casquete polar.
El IPCC estima que el nivel del mar está subiendo a un ritmo de entre 1 y 10 milímetros por año.
En los próximos 100 años se calcula que el mar subiría un metro. Esto, junto con un ascenso de la temperatura de dos grados Celsius provocaría la desaparición de por lo menos cuatro islas del Pacífico, anuncia la Alianza.
Aumento de la temperatura
Además, según estudios franceses, la temperatura promedio de las profundidades del Mediterráneo aumentó 0,12 grados Celsius.
De igual forma, se ha descubierto que la temperatura de la superficie del mar en el sur de Japón ascendió 0,7 grados Celsius. Los ascensos de la temperatura del agua del mar afectarán a los arrecifes de coral, que son vitales para la cadena alimenticia marina en los mares tropicales y muy sensibles a los cambios de temperatura.
El Acuerdo de Toronto de 1988 obliga a las partes a reducir los niveles de emisión de CO2 a los niveles de 1988 para el año 2005.
Pero el Convenio Marco, presionado por Estados Unidos y otros grupos industriales, desvirtuó las metas de reducción de CO2 comprometiendo al Norte a reducir sus emisiones de CO2 tan sólo a los niveles de 1990 para fines de este siglo.
"Pero este compromiso es inadecuado para alcanzar los objetivos generales del convenio", dice Horoi.
El IPCC estima que para estabilizar la concentración de CO2, las emisiones anuales -que actualmente son de alrededor de 21.000 millones de toneladas- deberían reducirse por lo menos un 60%. "Por lo tanto, la reducción de 20% propuesta por la Alianza es apenas un primer paso", dice Stovall.
Fuente: SUNS/IPS
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