No. 65 - Primera quincena de Junio 1995
Descontrol financiero pone en riesgo la OMC
Si persiste la actual inestabilidad financiera y monetaria, que impide llegar a una relación coherente entre el sistema financiero y el comercio, la OMC entrará en crisis, afirmó ex representante de la Unión Europea ante el GATT.
A menos que se preste atención al caos de los sistemas monetario y financiero, y se logre cierta coherencia entre ambos y el sistema comercial, la recientemente creada Organización Mundial de Comercio (OMC) y su sistema entrarán en crisis, advirtió aquí el miércoles el ex representante principal de la Unión Europea ante el GATT, Embajador Paul Tran Van-Thinh.
Tran hizo ese comentario en una conferencia de prensa para anunciar la próxima "Conferencia Mundial de Comerciantes" que tendrá lugar en Ginebra la semana que viene.
Tran fue el representante de la Comisión Europea durante todas las negociaciones de la Ronda Uruguay hasta el final de las mismas, en diciembre de 1994. En tal calidad, desempeñó un papel clave no sólo en la confección de la OMC (en esa época se hablaba de la Organización Multilateral de Comercio) sino también para persuadir a varios negociadores importantes del Tercer Mundo a alinearse con la Unión Europea en este tema, como forma de detener el unilateralismo de Estados Unidos y las sanciones comerciales impuestas por este país como forma de conseguir sus propósitos.
La inseguridad comercial
Con relación a la proliferación de las herramientas unilaterales del artículo 301 por parte de Estados Unidos -y su utilización inminente ahora contra Japón- Tran le restó importancia, diciendo que Estados Unidos sólo puede "acosar" pero no tomar medidas. "Si lo hace, sería ponerse fuera de la OMC", expresó. Pero Tran no pudo contestar cómo harían los países para enfrentar ese acoso y prepotencia comercial, así como la inseguridad comercial que causan esas tácticas estadounidenses.
Al día siguiente, Estados Unidos anunció en Washington las sanciones comerciales que planea adoptar contra Japón en su diferencia sobre las importaciones de repuestos de automóviles y las compras de empresas japonesas. Estados Unidos anunciará una lista de productos importados de origen japonés de varios miles de millones de dólares cuyos derechos aumentaría 30 días después.
Esto constituiría una violación de la cláusula de nación más favorecida del Art. I del GATT, y también del Artículo II, la lista de derechos consolidados de Estados Unidos. La medida de Estados Unidos también violaría el Acuerdo de Solución de Diferencias (ASD) de la OMC, según la cual los miembros acordaron recurrir a sus procesos en todos los casos de diferencias y conflictos comerciales.
Japón anunció que si empiezan a aplicar sanciones comerciales, no se embarcaría en nuevas negociaciones con Estados Unidos y presentaría el caso de inmediato ante la OMC y su mecanismo de ASD.
Los informes de la prensa en Washington dijeron que Estados Unidos también tiene intenciones de presentar la diferencia ante la OMC, fundamentando su reclamo en "anulación y perjuicio" previstos en el Art. XXIII:1.
Se trataría de un caso de lo que se conoce como la cláusula de "no violación" del GATT, Art. XXIII:1 (b), en la que un miembro aduce que sus derechos fueron perjudicados o anulados por la aplicación de alguna medida adoptada por otro país, ya sea que viole o no una disposición del GATT o del Art. XXIII:1 (c), en el cual se aduce anulación y perjuicio sobre la base de la "existencia de otra situación".
Esta sería la primera vez en los 47 años de historia del GATT que en una diferencia se invoca esta última disposición. En tal caso, la condición automática del ASD tendrá efecto sólo hasta la etapa de la circulación del informe de un grupo a los miembros, y no para su adopción automática.
La hora de la verdad
La acción y amenaza de Estados Unidos, la respuesta de Japón y el resultado de ese enfrentamiento serán la "hora de la verdad" para la OMC y sus negociaciones, miembros y autoridades, quienes han estado hablando de que es un sistema normativo que ofrece seguridad comercial y un mecanismo de solución de diferencias creíble.
Antes de esta reunión de la prensa, Tran hizo referencia a las alteraciones de los mercados cambiarios y los efectos negativos sobre la producción y el comercio, y citando una declaración de Marrakesh sobre la coherencia entre los sistemas comercial y financiero y monetario, dijo que la OMC, el FMI y el Banco Mundial tendrían que actuar conjuntamente para lograrla.
No obstante, concedió que el FMI y el Banco Mundial no tienen influencia o control sobre los países industrializados, particularmente sobre los tres grandes (EEUU, Japón y Alemania), quienes son los responsables del caos monetario, y que el Grupo de los 7 es inútil y no podría hacer nada. No obstante, sugirió que la OMC tendría que encarar este tema y utilizar su influencia, pero no pudo explicar cómo o qué podría hacer contra las grandes potencias y sus políticas.
"Pero si no lo hacen, este edificio que creamos después de 7 años y medio caerá", expresó.
Tran también declaró que la OMC tendría que prestar atención a las "dimensiones sociales" del comercio que, según él, forma parte de la economía mundial y sus efectos. "Nos guste o no, tenemos que tenerlas en cuenta", expresó, agregando que no tenía respuestas "pero las medidas no debían ser unilaterales o proteccionistas".
Fuente: SUNS
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