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No. 69 - Primera quincena de Agosto 1995

Trasnacionales no pueden ignorar problemas del Sur

Las empresas del Norte con papel protagónico a escala mundial no pueden ignorar las dificultades del mundo en desarrollo, manifestó Mathias Kleinert, alto ejecutivo del mayor grupo industrial de Alemania, Daimler Benz.

"Estamos todos en el mismo barco y si perdemos la guerra contra la pobreza, el desempleo y la destrucción ambiental, los conflictos resultantes amenazarán la estabilidad geopolítica", declaró a la prensa Mathias Kleinert, vicepresidente del gigante alemán Daimler Benz. La empresa, con sede en Stuttgart, es el mayor grupo empresarial con un volumen de ventas estimado en más de 67.000 millones de dólares en 1994.

"Antes solíamos concentrarnos mayoritariamente en los mercados de los países industrializados del Norte. Pero ahora nuestros productos y servicios son ofrecidos en los mercados de todo el mundo", manifestó Kleinert, subrayando las actividades a escala mundial del grupo.

Reestructura y transferencia de producción

El esfuerzo por llegar a ese nivel está muy vinculado también a la reestructura actual de la compañía, que este año podría perder hasta 2.000 millones de dólares como consecuencia de la caída del dólar frente al marco alemán.

Esta pérdida podría mitigarse mediante la reducción de puestos de trabajo y la transferencia de producción al exterior. Un equipo de Deutsche Aerospace (DASA), una empresa del grupo, informará en octubre sobre la posibilidad de disminuir costos llevando la promoción fuera de Alemania. El año pasado, alrededor del 63% del volumen de ventas de Daimler Benz -unos 42.210 millones de dólares- se concentraron fuera de Alemania.

Ese tipo de actividades en países en desarrollo están guiadas, sin duda, por consideraciones de carácter económico tales como el bajo costo de la mano de obra, manifestó a la prensa Holger Baum, presidente de la Organización No Gubernamental "Germanwatch". También jugó la expectativa de asegurarse a los países del Tercer Mundo como futuros mercados.

Pero comercializar más productos alemanes o europeos en el mundo en desarrollo no es el único fin de la compañía. Por el contrario, está trabajando en colaboración cada vez más estrecha con países del Tercer Mundo para fabricar productos para sus propios mercados, o incluso para exportación. "Estamos fabricando productos indo-germanos, coreano-germanos, brasileño-germanos y hasta africano-nipo-germanos para mercados nuevos y viejos en todo el mundo", agregó Kleinert.

Daimler Benz tiene actualmente fábricas de producción y ensamblaje en más de 40 países. En 17 de ellos, los representantes del grupo junto con las oficinas de enlace, promueven la integración a escala mundial respaldando las actividades de las cuatro sociedades del grupo -"Mercedes Benz", "Deutsche Aerospace" (DASA), "AEG Daimler-Benz Industrie" y "Daimler-Benz InterServices"- y su amplia gama de productos, entre ellos la producción aerospacial y de aviones, sistemas ferroviarios, microelectrónica y vehículos a motor.

"Seguramente Daimler Benz no es la única firma alemana que pone su mira en el Tercer Mundo", observó Joachim Koenig, vicepresidente de la "Association for Development Aid", de Stuttgart. Otras grandes compañías alemanas de renombre que recorren el globo y buscan instalarse en países en desarrollo como India, China, Malasia, Egipto, Nigeria, Sudáfrica, Argentina, Brasil y México, son Siemens, Volkswagen, Vega, Hoechst, Bayer, BASF, Bosch, BMW, Mannesmann y Krupp.

"Pero desde el fin de la guerra fría, con la caída del muro de Berlín, Daimler está tomando la delantera en este aspecto", agregó Koenig.

Promover el desarrollo, necesidad del sector privado del Norte

El compromiso con el mundo en desarrollo no nació de un móvil inspirado en la caridad, sino del reconocimiento de que la prosperidad del Norte no será sustentable sin un desarrollo sustentable del Sur, continuó afirmando Koenig. Y recordó que recientemente Inge Kaul, director de la Oficina de Estudios para el Desarrollo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Nueva York, en un simposio del "Foro Norte-Sur" realizado en Bonn, se refirió a la necesidad de que el sector privado participe en tareas encaminadas a promover el desarrollo.

Kleinert manifestó también que la cooperación internacional no podía simplemente ser dejada en manos de gobiernos y organizaciones supranacionales como Naciones Unidas, el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.

"Los países industrializados tampoco pueden quedarse sentados y dejar que el Este y el Sur continúen luchando sin ninguna ayuda externa. No, las próximas tareas nos involucrarán a todos, individual y colectivamente", expresó. Tras el fin de las polaridades Este-Oeste, y Norte-Sur, los gobiernos y las empresas privadas deben invertir en la gente fomentando programas educativos y de capacitación y compartiendo el conocimiento científico y las técnicas de investigación básicos, dijo el ejecutivo de Daimler Benz.

Y agregó que en coherencia con ese objetivo, las actividades de la empresa en los países de Africa, Asia y América Latina y Central, así como en Europa del Este, según Kleinert, no se limitaron al uso intensivo de capital.

"Muchos países no necesitan un uso intensivo de capital sino formas de producción que hagan un uso intensivo de mano de obra, porque esto genera mayor número de empleos", continuó diciendo.

Soluciones simples

La cooperación y los emprendimientos en sociedad ayudaron al grupo industrial a descubrir una mezcla ideal. Por un lado, Daimler Benz ayudaba a construir plantas de producción con un uso muy intensivo de capital, tal como las fábricas de automóviles en América del Sur, Asia y Africa. Por otro lado, llevaba "soluciones más simples", como ocurrió con la filial Temic en Filipinas. Dicha fábrica empleó unos 4.500 trabajadores que participaron en la fabricación de instrumentos de control electrónico.

"Nuestras actividades en Africa y Asia suelen centrarse en temas como el manejo moderno de los recursos hídricos, el tratamiento de las aguas residuales y los establecimientos de purificación del agua potable", expresó Kleinert.

En muchos países en desarrollo, el tener o no tener agua determina las condiciones de vida de las poblaciones en rápido aumento. Y si las condiciones no mejoran en muchas regiones, el agua podría convertirse en origen de renovados conflictos.

En Medio Oriente, por ejemplo, Daimler Benz planea presentar un bosquejo para una infraestructura general integrada para el desarrollo de la región del Golfo de Aqaba. Se espera que en el proyecto participen varias compañías locales pequeñas y medianas, en especial del sector del turismo y del transporte.

También existe la necesidad de empezar a planificar el uso económico e integrado de los recursos hídricos en Israel, Jordania, Cisjordania, Gaza, Siria y Líbano, en el que participarían principalmente compañías pequeñas y medianas.

DASA también está elaborando un estudio para desarrollar un sistema efectivo de riego y de agua potable en India central. En el área ambiental, Daimler Benz lanzó en Brasil, junto con la Universidad de Para de Belem, una investigación sobre formas de agricultura compatibles con el medio ambiente en la selva amazónica.

La empresa, que es parte del proyecto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) "Pobreza y medio ambiente en la Amazonia", prevé el cultivo de plantas autóctonas con capacidad de regeneración, que son utilizadas en vehículos fabricados por "Mercedes-Benz do Brasil".

Fuente: SUNS/IPS




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