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No. 70 - Segunda quincena de Agosto 1995

Brasil-Planafloro

ONGs piden inspección de otro proyecto del BM

Por primera vez en la historia del Banco Mundial (BM), un grupo de organizaciones locales y civiles de Brasil efectuó una reclamación ante el recientemente creado Grupo de Inspección del organismo, poniendo a prueba la real efectividad de las reformas institucionales anunciadas por su presidente, James Wolfensohn.

El Grupo de Inspección del Banco Mundial -un mecanismo creado para investigar omisiones y errores de la mayor institución financiera multilateral- recibió a mediados de junio la primera reclamación proveniente de América Latina. Tal reclamo se refiere al control de un préstamo de 167 millones de dólares otorgado por el BM al gobierno brasileño para el ejecución del Plan Agropecuario y Forestal de Rondonia (Planafloro, según sus siglas en portugués) concebido para corregir los efectos distorsionantes del Polonoroeste, a la sazón otro proyecto financiado por el Banco en los años ochenta.

La solicitud de investigación fue entregada al Grupo de Inspección por veinticinco organizaciones que representan a pequeños agricultores, poblaciones extractoras, comunidades indígenas, educadores, investigadores, grupos asesores y movimientos populares, de defensa de los derechos humanos y organizaciones con fines filantrópicos y religiosos -la mayoría de las cuales son integrantes del Foro de ONGs y Movimientos Sociales de Rondonia- en conjunto con el Programa Amazonia de Amigos de la Tierra.

El largo camino de los grupos locales

Las ONGs alegan serias violaciones a las políticas y procedimientos del Banco Mundial. De acuerdo con los reclamantes, el BM fue omiso en la implementación de varias determinaciones de los acuerdos contractuales del Planafloro, contraviniendo además sus propias políticas sectoriales y sus normas sobre aspectos tan diversos desde florestas y vida silvestre, hasta supervisión, evaluación y monitoreo de proyectos.

Tales aspectos fueron expuestos por los grupos reclamantes en un documento de solicitud -con más de ochenta páginas y un anexo de documentación de 200 páginas-, redactado por las propias ONGs, luego de más de seis meses de trabajo.

Según Luis Rodrigues, secretario ejecutivo del Foro de ONGs y Movimientos Sociales de Rondonia, "desde el comienzo de las negociaciones, las comunidades locales intentaron alertar al personal encargado de las operaciones y a la dirección del Banco acerca de las irregularidades en la elaboración y ejecución del proyecto". Como prueba de estos esfuerzos para prevenir acerca de tales dificultades, en el documento se cita una carta firmada por el líder seringueiro Chico Mendes, fechada en 1988, pocas semanas antes de ser asesinado. En la carta, Chico Mendes alertaba sobre la falta de participación efectiva de los beneficiarios locales en la elaboración del Planafloro, como causa del posible fracaso del proyecto.

Grupo de Inspección: intento de auto-reforma

De acuerdo con Roberto Smeraldi, coordinador del Programa Amazonia de la ONG Amigos de la Tierra, el reclamo constituye "un test decisivo sobre la efectividad de las reformas institucionales del Banco". James Wolfensohn, presidente del BM desde el 1º de junio, "insistió en la necesidad de priorizar tales reformas. El Grupo de Inspección constituye hasta ahora el principal ejemplo de tales reformas, por lo tanto esperamos que los directores ejecutivos del Banco no se opongan a la investigación de este Grupo".

El Grupo de Inspección fue creado en setiembre de 1993, como consecuencia de las presiones de las ONGs, y de un informe interno que señalaba la creciente reducción de la capacidad del BM para asegurar la calidad de la implementación de sus proyectos.

Se trata de un órgano independiente cuyos integrantes fueron nombrados por los directores ejecutivos del Banco Mundial en abril de1994. Está compuesto por tres inspectores, especialistas de alto nivel, elegidos por sus conocimientos y experiencia, con un mandato de cinco años. El presidente del Grupo es el alemán Ernst Gunther Broeder, ex presidente del Banco Europeo de Inversiones.

El propósito específico de la creación del Grupo fue propiciar un mecanismo legal independiente que asegurara a los afectados por proyectos financiados por el Banco, la facultad de reclamar ante el mismo por el incumplimiento de sus propias normas (procedimientos y políticas operativas). La tarea del Grupo es conducir investigaciones independientes y presentar recomendaciones ante los directores ejecutivos.

Proyecto Planafloro: ¿corregir la corrección?

Ante el reclamo presentado por las ONGs de Rondonia, el Grupo de Inspección debe obtener la autorización del Consejo de Directores Ejecutivos del BM, para proceder a la investigación sobre el Planafloro.

Hasta ahora, sólo se había presentado una solicitud ante el Grupo, acerca de la represa de Arun, en Nepal. Se trataba de un proyecto en la etapa de firma de contratos. La solicitud acerca del Planafloro es, además de la primera de América Latina, también la primera acerca de un proyecto que se encuentra en la etapa de implementación.

El presupuesto total del Planafloro se eleva a 228,9 millones de dólares, incluyendo un préstamo del BM al gobierno de Brasil, por valor de 167 millones de dólares. Su principal objetivo es corregir los desvíos producidos durante la implementación del proyecto que lo precedió: el Programa de Desarrollo Integrado del Nordeste Brasileño, más conocido como Polonoroeste.

La fuerte autocrítica efectuada a dicho programa por el entonces presidente del BM, Barber Conable, en 1988, abrió el camino para las primeras reformas ambientales en el Banco.

El Planafloro tiene como objetivo básico promover un modelo de desarrollo sustentable en el estado de Rondonia, a través de una serie de iniciativas de protección y manejo de recursos naturales, tales como la zonificación socio-económico-ecológica, la implantación de sistemas agro-forestales, la recuperación de áreas degradadas, la fiscalización, educación ambiental, creación e implantación de reservas extractivas y otras unidades de conservación, manejo forestal y apoyo a las comunidades indígenas.

Pese a la importancia de los objetivos generales del Planafloro, la ejecución práctica del proyecto, a partir de los primeros desembolsos del BM en junio de 1993, sufrió una serie de obstáculos causados en buena medida por omisiones del propio Banco asociadas al incumplimiento de los contratos del proyecto y del préstamo firmados con los gobiernos federal y estadual, así como contravenciones a sus propias normas y políticas sectoriales sobre política forestal; áreas de vida silvestre; poblaciones indígenas; participación de ONGs; preparación de proyectos; supervisión, monitoreo y evaluación; licitación; uso de consultores y suspensión de desembolsos.

Lo que sigue es un resumen del documento de pedido de investigación de las organizaciones locales, con una síntesis de los aspectos más críticos.

Principales irregularidades

La investigación se solicitó para las siguientes áreas: políticas públicas y reformas institucionales; política de tierras; zonificación y unidades estaduales de conservación; licenciamiento ambiental y fiscalización; programas de inversión y programas de medios; apoyo a las comunidades indígenas; administración del proyecto.

Cada uno de esos ítems es analizado por los grupos locales desde varias perspectivas: a) acciones previstas en el Planafloro; b) evidencias de desvíos; c) tentativas de alertar al Banco Mundial sobre los desvíos; d) omisiones del Banco Mundial; e) perjuicios causados a las poblaciones locales.

Las entidades firmantes del reclamo enfatizaron en las siguientes omisiones del Banco Mundial:

a) Falta de control del Banco Mundial en relación a la implementación de reformas de políticas públicas y a la realización de convenios entre órganos ejecutores, según lo previsto en los documentos oficiales del Planafloro, en especial en relación con las áreas de política de tierras, licenciamiento ambiental, institucionalización de zonificación socio-económico-ecológica, unidades estaduales de conservación y políticas de inversiones e incentivos fiscales. En este sentido, además de no respetar los acuerdos contractuales del Planafloro, el Banco Mundial no ha implementado en forma adecuada sus propias directrices operativas en los aspectos de política forestal y áreas de vida silvestre.

b) Carencia de un análisis adecuado, por parte del Banco Mundial, de las enormes deficiencias en la capacidad técnica de los órganos ejecutores del Planafloro, así como de las medidas correctivas destinadas a minimizar los efectos de tales deficiencias. Además, pese a las recientes declaraciones del BM acerca de la importancia de la "propiedad" , las organizaciones locales sostienen que el Banco no efectuó una evaluación adecuada del compromiso político de los órganos gubernamentales en relación a los objetivos y metas del Planafloro, lo que representó el principal obstáculo para la ejecución del proyecto. Tales prácticas contradicen las directrices operacionales del Banco en cuanto a poblaciones indígenas, política forestal y preparación de proyectos.

c) El Banco no exigió una rendición de cuentas de la supervisión sobre el cumplimiento por parte de los órganos gubernamentales de varias acciones que constan en el informe de "evaluación inicial", en los acuerdos contractuales del Planafloro y en los documentos de "Ayuda Memoria" de anteriores misiones de supervisión. Estas prácticas contrastan con las directrices operacionales del BM acerca de supervisión de proyectos y, en algunos casos, de suspensión de desembolsos.

d) La falta de orientación yde control, por parte del Banco Mundial, de las acciones de monitoreo y evaluación previstas en los documentos oficiales del Planafloro, en contradicción con la directriz operacional sobre monitoreo y evaluación de proyectos.

e) Las dificultades para garantizar, al interior del BM, un flujo de informaciones actualizadas y confiables sobre la marcha del Planafloro, entre el personal de operaciones y los directores ejecutivos, contraviniendo la directriz operacional sobre supervisión y otros procedimientos internos, y aun las recomendaciones del "Wapenhans Report".

f) Las omisiones del Banco Mundial en cuanto a la elaboración e implementación del "Apoyo a las comunidades indígenas" del Planafloro, según lo previsto en la directriz operacional sobre poblaciones indígenas y en los documentos oficiales del proyecto.

g) La falta de implementación de los procedimientos del Banco Mundial en las actividades de licitación y uso de consultores, así como en la realización de una auditoría independiente de los gastos anuales del Planafloro, según lo previsto en los acuerdos contractuales del proyecto.

h) Las fallas del Banco Mundial, en lo que se refiere a la implementación de medidas para garantizar la participación efectiva de la sociedad civil en el Planafloro, conforme a su directriz operacional sobre participación de las ONGs.

El reclamo concluye solicitando al Grupo y al Consejo de Directores Ejecutivos del Banco Mundial que reconozcan la necesidad de investigar las causas de tan graves omisiones del Banco y de los consecuentes perjuicios a las poblaciones locales, y que habiliten, por lo tanto, la investigación sobre el Planafloro.

Fuente: Red-Bancos




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