Actualidades / Desarrollo
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No. 70 - Segunda quincena de Agosto 1995
PNUD
Sin garantías de ayuda para los países pobres
En respuesta a la pérdida de apoyo financiero y a las críticas recibidas por sus proyectos a menudo voluminosos, el PNUD está cambiando su forma de actuar con los países pobres.
"La vieja noción del derecho intrínseco de los países en desarrollo ha desaparecido", dice G. Ravi Rajan, director de la División de Planificación de Recursos y Departamento de Coordinación de Recursos y Asuntos Externos del PNUD.
A partir del mes de julio, los países tendrán que trabajar más -y demostrar que sus proyectos y planes dan resultados- para obtener fondos del PNUD que antes hubieran recibido automáticamente.
Rajan declaró recientemente a la prensa que una decisión aprobada en junio por el directorio ejecutivo del PNUD marcó un cambio histórico en las normas vigentes desde hace 25 años acerca de la forma en que los países pobres reúnen las condiciones para recibir financiación.
"Los días en que los países en desarrollo podían dar por sentado que tenían derecho a la ayuda desaparecieron. Ya no existe más el sentimiento de "culpa colonial" o de posguerra fría que alimente la ayuda prestada a los países más pobres", declaró.
El PNUD reparte cada año aproximadamente 1.000 millones de dólares en fondos a los países pobres. En 1994, desembolsó 1.000 millones de dólares en ayuda técnica a más de 150 países.
Menos recursos y más exigencias
Pero desde 1993, el estancamiento de las partidas de ayuda para el PNUD así como la continua tendencia a la baja de la ayuda externa por parte de los países más ricos del mundo está afectando al organismo para el desarrollo. Los programas planeados varios años atrás no pueden ser llevados a la práctica en forma completa debido a la escasez de fondos.
"La base de los recursos del PNUD ha sido seriamente erosionada", expresó al respecto James Gustave Speth, administrador de la organización. El PNUD, como otros organismos de la ONU, depende de las contribuciones voluntarias de países tanto ricos como pobres para mantenerse a flote.
Estados Unidos, el mayor donante del PNUD, se encamina a reducir entre un 30% y un 70% su contribución anual de aproximadamente 116 millones de dólares, bajo el planteo de que la organización no ha logrado traducir ese dinero en resultados positivos.
A principios del mes de junio, Speth echó por tierra la idea de que el cambio en los criterios de otorgamiento de fondos para los países en desarrollo fuera sólo para atraer más contribuyentes: "Un principio básico del nuevo marco de acción es que los programas de gran impacto concitarán mayor apoyo. No obstante, éste no es por cierto el único motivo que encierra la propuesta del PNUD", afirmó. Mejorar "el impacto, centro de interés y flexibilidad de los programas del PNUD traerá importantes dividendos para el desarrollo en los países donde se llevan a cabo los programas", expresó.
Fórmula computarizada
En el marco de los nuevos acuerdos, los países en desarrollo recibirán el 60% de los recursos a los que tienen derecho de acuerdo a una fórmula computarizada preestablecida que asigna recursos a los países según su Producto Nacional Bruto (PNB) per cápita y la población. Pero para recibir el restante 40%, o cualquier otro fondo extra para el ciclo de los programas de tres años, el representante del PNUD junto con los funcionarios de los países participantes deben demostrar que su programa cumple ciertos criterios que garantizan un resultado favorable.
"No existe garantía de que se obtendrá el 40%", manifestó Rajan, señalando que éste es un gran cambio con respecto a los convenios actuales por los cuales los países reciben su parte de los recursos, más o menos independientemente del mérito del programa.
Al mismo tiempo, Rajan afirmó que si el programa del país satisface ciertos requisitos -en gran medida con relación a su diseño- podría desembolsarse más del 40% asignado.
¿Sin condicionamientos?
Speth, por su parte, subrayó que los criterios cualitativos para evaluar los programas a partir de los cuales se entregaría el saldo de los fondos no deben ser considerados "condicionamientos".
"Me gustaría reiterar que no propongo ni intento ninguna forma de condicionamiento que comúnmente se reconozca y juzgue inapropiado", expresó. "El objetivo es no distorsionar la distribución de los recursos del PNUD".
En cambio, el administrador expresó que la promesa de parte o todo el 40% restante de los fondos, según el calibre del programa, era "un incentivo genuino para mejorar la calidad del programa".
Hasta hace poco tiempo, los donantes se quejaban de que el PNUD había perdido su propósito, ofreciendo demasiado de todo a todos. El año pasado el PNUD respondió anunciando un gran cambio en su orientación hacia los programas que apuntan a eliminar la pobreza.
Pero las acciones tendientes a institucionalizar nuevos lineamientos de financiación -y hacerlos responsables ante la nueva misión por los pobres del PNUD- ha tenido ciertas resistencias.
Durante todo un año de debate, los países africanos temieron que pudieran perder fondos del PNUD debido a su limitada capacidad técnica para reunir programas de alta calidad.
Y los países latinoamericanos lograron -con la fuerte objeción de los países nórdicos- elevar el piso por el cual los países pueden calificar para recibir recursos del PNUD: de un PNB per cápita de 3.000 dólares a 4.700 dólares.
Aun así, con los nuevos acuerdos el PNUD destinará el 60% de todo su programa de financiación a los 47 países más pobres del mundo, dos tercios de los cuales están en Africa. Este año, la organización aumentó del 87% al 88% la partida de ayuda destinada a los países con ingresos per cápita de 750 dólares o menos.
Fuente: SUNS/IPS
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