Red-Bancos / Banca Multilateral
|
|
No. 72 - Segunda quincena de Setiembre 1995
Deuda Externa y Alternativas
Las soluciones sólo pueden ser políticas
ONGs, economistas y parlamentarios de quince países, reunidos para analizar la crisis de la deuda, proponen 11 alternativas viables a nivel global para resolver el problema, cuya solución definitiva sólo ven factible si existe una voluntad política acorde de los gobiernos de los países desarrollados y las organismos financieros internacionales
Del 3 al 5 de agosto de 1995 se llevó a cabo en la Ciudad de México la Reunión Internacional sobre Deuda Externa y Alternativas, organizada por la Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio (RMALC), El Foro de Apoyo Mutuo (FAM) y el Equipo Pueblo (EP). El evento contó con la participación de representantes de organizaciones y economistas expertos de México, Chile, Brasil, Argentina, Perú, Cuba, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Canadá, Estados Unidos, Bélgica, Ghana, así como de parlamentarios mexicanos. Durante los trabajos de la reunión, a la que asistieron alrededor de 200 personas, se abordaron aspectos relacionados con la deuda multilateral, el libre comercio, la deuda interna y las alternativas de solución al problema.
Los participantes en la reunión coincidieron en que el tema de la deuda externa forma parte de un proceso de globalización de la economía, el mismo que para los países de América Latina y el Caribe ha tomado la forma del ajuste estructural. En los últimos años, los flujos de capital hacia la región ocultaron el hecho que el servicio de la deuda continuaba siendo bastante alto; de hecho, según la CEPAL, en 1994 el flujo neto en lo que respecta al pago de intereses de la deuda y remesas de utilidades fue de 32 mil millones de dólares, monto similar al de 1985.
Está demostrado que los organismos financieros internacionales obran mayormente por compromisos políticos que por reglas financieras o de mercado. Son capaces de violar cualquier regulación con tal de preservar un modelo que ha demostrado su incapacidad para conjuntar el pago de la deuda con el crecimiento económico y el bienestar. Por tanto, está claro que la solución definitiva al problema de la deuda multilateral tiene que ver más con la voluntad política de los gobiernos de los países desarrollados y los organismos financieros internacionales que con criterios de caja o económicos.
Once alternativas viables a nivel global
Los participantes en la reunión de México coincidieron en las medidas enumeradas a continuación como alternativas viables para resolver la crisis de la deuda:
1. Es necesario que la renegociación de la deuda se realice de forma integral, que incluya tanto la deuda con organismos multilaterales como aquella con la banca comercial.
2. Cualquier reestructuración debe incluir una reprogramación de pagos al principal, períodos de gracia y alargamiento de plazos, así como manejarse quitas de capital al valor que tienen los títulos de deuda en los mercados secundarios, con la consecuente reactualización parcial de su valor.
3. Las tasas de interés de los organismos multilaterales deben ser más favorables y no necesariamente reflejar todos los movimientos del mercado, pues algunos desplazamientos al alza son resultados de medidas de los bancos centrales de los países más ricos adoptadas por razones exclusivamente nacionales.
4. Deberá lograrse en el caso de tasas de interés móviles que la tasa permanezca por debajo de una tasa de referencia acordada (o de una combinación o canasta de tasas de interés).
5. Se necesita una fórmula concertada con los organismos multilaterales y banca comercial para la fijación de techos y candados que impidan un endeudamiento ilimitado e irresponsable, así como para fines especulativos. Para ello se podrían utilizar coeficientes macroeconómicos, como relación deuda externa-ahorro interno, deuda interna-exportaciones, etc.
6. En cuanto a la deuda privada, parece indispensable que toda empresa que desee contratar deuda externa tenga que adquirir un seguro con una empresa internacional, para evitar así que el gobierno (es decir, los contribuyentes) pague el costo de las quiebras y las deudas particulares.
7. Es necesario establecer recargos impositivos a inversiones extranjeras que se efectúan en Bolsa a plazos menores de un año (como en el caso chileno).
8. Los recursos liberados de futuras renegociaciones deben
ser cabalmente utilizados para financiar el desarrollo económico y social. En este marco, al mismo tiempo se estaría descontando deuda pública y deuda social. Parte de
estos recursos los operaría la sociedad civil organizada, misma que tendría un papel importante en las decisiones sobre su utilización y evaluación.
9. La evolución próxima del contexto internacional de la crisis debe ser objeto de atención. En particular, hay que diseñar políticas que anticipen los conflictos y presiones que se producirán en 1996, cuando el FMI y el Tesoro estadounidense requieran el pago del rescate financiero.
10. Se deben utilizar las condiciones favorables de la situación en México para el proceso de la renegociación de la deuda externa. Las posibles repercusiones de la crisis financiera mexicana a nivel internacional no han sido utilizadas por las autoridades hacendarias como elemento favorable para la renegociación de la deuda externa; al contrario, las han desaprovechado. La posible suspensión de pagos (voluntaria o involuntaria) debe manejarse como un elemento de presión para obtener términos favorables en las renegociaciones futuras. Tampoco debe descartarse la formación de un club de deudores.
11. Las formas alternativas de ahorro, uniones de crédito, sociedades de ahorro y préstamos, cajas populares, etc., deben ser utilizadas para reducir la presión de contar con ahorro del exterior (deuda externa) que se ha presentado por la falta de ahorro interno proveniente de los mecanismos convencionales (banca privada, banca de desarrollo, etc.).
Fuente: Equipo Pueblo/México
Estadísticas
* En 1992, el 20% de los países del mundo controlaba el 83% de los ingresos mundiales. El 20% más pobre vive con un 1.4% del ingreso mundial. Más de mil millones de pobres en el mundo viven con un ingreso de un dólar diario, mientras el número de los billonarios aumentó en los últimos 8 años de 145 a 358.
* En 1982, la deuda externa mundial totalizó la cantidad de 850 mil millones de dólares; doce años después, a finales de 1994 era de 1,95 billones de dólares. En el mismo período de doce años los países en desarrollo en conjunto pagaron aproximadamente 2 billones de dólares a bancos, gobiernos e instituciones multilaterales en el Norte.
* Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en América Latina la deuda creció de 69 mil millones de dólares en 1975 hasta 551 mil millones en 1995, y se prevé que para 1996 será de 569 mil millones de dólares.
|
|
|