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No. 73 - Primera quincena de Octubre 1995

El BM atenta contra los derechos de las mujeres

por Michel Chossudovsky (*)

El Banco Mundial, auto-postulado defensor de los derechos de la mujer, presentó dos informes en la IV Conferencia Mundial de la Mujer. El autor analiza el impacto de las políticas del Banco sobre la mujer, a partir de la premisa del BM de que el "mercado libre" ampara el protagonismo y la conquista de espacios de poder por las mujeres.

El Banco Mundial se ha convertido en el defensor de los derechos de la mujer y sugiere a los gobiernos nacionales "invertir más en la mujer para disminuir la desigualdad de género y alentar el desarrollo económico". En la Cuarta Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Mujer, realizada en Beijing, se presentaron dos informes del BM titulados "Hacia la Igualdad de Género: El Papel de la Política Pública" e "Igualdad de Género Avanzada: Del Concepto a la Acción". "Corresponde al Banco promover la igualdad de género como materia de justicia social, y reforzar la participación de la mujer en el desarrollo económico.", sostiene el BM en el documento The Gender Issue as Key to Development (Washington, HCO, 95/01, pág. 1).

A través de su programa Mujeres en Desarrollo (WID, en inglés) adoptado en todo el mundo en desarrollo, el BM dicta normas básicas en materia de política de género. Aconseja un enfoque del género "orientado al mercado"; asigna un valor monetario a la igualdad de géneros: los programas de la mujer deben estar concebidos de manera que guarden relación con los "costos de oportunidad" y "eficiencia" de los derechos de la mujer.

Si bien la institución financiera reconoce la posibilidad de una "falla del mercado" (y por consiguiente la necesidad de la intervención del Estado), sostiene que los "mercados libres" van en apoyo del "empoderamiento (conquista de poder) de la mujer" y del logro de una igualdad de género: "Es crucial que los gobiernos se hagan cargo allí donde los mercados no logran captar todos los beneficios que la inversión en la mujer apareja a la sociedad (...) Invertir en la mujer es vital para lograr la eficiencia y el crecimiento económicos."

El BM quiere dictar las reglas

El Banco Mundial actúa como un custodio, determina los conceptos, las categorías metodológicas y la base de datos utilizada para analizar los temas de género. La "comunidad de donantes" controla el marco institucional (a nivel de países), incluido el Departamento de la Mujer y el Ministerio de Asuntos de la Mujer. Como el Banco Mundial constituye la fuente principal de financiamientos, las organizaciones nacionales de mujeres vinculadas al poder político con frecuencia avalarán la perspectiva del Banco Mundial acerca del género. El objetivo principal del Banco es desmovilizar el movimiento de mujeres y a la vez apoyar los intereses de los acreedores internacionales.

Bajo la tutela de las instituciones financieras internacionales, el "empoderamiento de la mujer" se hará a través de las habituales recetas macroeconómicas: devaluación, austeridad fiscal, aplicación de tarifas para el usuario en materia de salud y educación, eliminación gradual del crédito de apoyo estatal, liberalización comercial, desreglamentación de los mercados cerealeros, eliminación de las leyes que fijan un salario mínimo, y otras por el estilo. En otras palabras, el apoyo de los donantes a los programas para la mujer (a través de los proyectos financiados por el WID) es incondicional, siempre y cuando medie la derogación previa de los derechos de la mujer a través de una "adecuada aceptación" de los condicionamientos del Banco Mundial y el FMI.

Condiciones de los préstamos

Por ejemplo, la aplicación de proyectos de crédito destinados a mujeres rurales, en el marco de los programas de crédito a micro nivel del Banco Mundial, invariablemente requiere la previa desreglamentación de las instituciones financieras, drásticos aumentos de las tasas de interés y eliminación de las cooperativas de crédito rurales. Lo mismo ocurre con los "programas contra la pobreza", que están condicionados a la adopción previa de medidas macroeconómicas que generan pobreza en gran escala. Los "programas contra la pobreza", aplicados en el marco de las "redes de seguridad social", están dirigidos a los llamados "grupos vulnerables": "mujeres en inferioridad de condiciones, mujeres indígenas, mujeres cabeza de hogar, refugiadas y emigradas, y mujeres con discapacidad". Hay una negación de las causas estructurales de la pobreza y del papel de las reformas macroeconómicas.

Otra área en la que el Banco Mundial ha intervenido es la concesión de becas o subsidios a las jóvenes ("Letting Girls Learn") para financiar los costos de matrícula de la escuela primaria y secundaria, incluidos libros y material escolar. El apoyo del BM en este campo, sin embargo, está condicionado al despido previo de maestros, a una importante reducción del presupuesto destinado a la educación, a la adopción de doble carga horaria para el maestro o maestra y a que éstos deban atender simultáneamente diversos grados.

Los convenios de préstamos del Sector Educación del Banco Mundial exigen especialmente al Ministerio de Educación del país en cuestión que despida docentes y aumente el promedio de estudiantes por docente. La aplicación de "cuotas para el alquiler de libros" y matrículas, también conforme a las pautas del Banco Mundial, ha provocado una drástica reducción de la inscripción escolar tanto femenina como masculina. La atención del Banco Mundial está puesta en la implementación de programas dirigidos a las jóvenes, que resulten eficaces en función del costo, mientras aconseja al Estado que abandone su papel de financiador de la educación primaria.

Impactos en la atención de salud

La recuperación de los costos y la aplicación de cuotas para el usuario en el campo de la salud (también bajo la supervisión del Banco Mundial) es otra forma de menoscabar los derechos de la mujer en materia de salud reproductiva. Los programas de ajuste estructural han propiciado la eliminación de los programas de salud materno-infantil, y los hechos confirman un resurgimiento de la mortalidad materno-infantil.

En el Africa subsahariana se da una tendencia a la "pérdida de profesionalismo" de los servicios de salud, que últimamente provocaron una crisis en el área de la atención primaria. Los voluntarios de salud locales y los curanderos tradicionales han reemplazado a las enfermeras. Los ahorros del Departamento de Hacienda se destinan al pago de los servicios de la deuda externa del país.

Según el Banco Mundial, "la atención informal de la salud" no sólo es "eficaz en función del costo", sino que es más "democrática" debido a que "empodera" (proporciona poder) a las comunidades locales en el proceso de creación de centros de salud en los pueblos. Irónicamente, la pérdida de profesionalismo de la atención primaria de la salud también causó la interrupción de la recolección de datos sobre mortalidad y morbilidad. En muchos países, los voluntarios de salud locales, en su mayoría analfabetos, son responsables de juntar los datos sobre salud, con el consiguiente efecto (y conveniencia) de bajar los índices de mortalidad infantil registrados por los gobiernos y las organizaciones internacionales.

La ONU avala de hecho al BM

El sistema de Naciones Unidas respalda tácitamente la agenda del FMI y el Banco Mundial, incluso su perspectiva sobre el género. En el Plan de Acción de Beijing no figura ninguna crítica general al marco de política neoliberal. Lo que figura es una declaración de principios muy amplios donde, al igual que en la Cumbre Social de Copenhague de 1995, se eliminaron muchos de los puntos del documento oficial que figuraban entre paréntesis (referidos a algunos de los temas más cruciales).

Como en conferencias anteriores, los organizadores de Naciones Unidas mantuvieron una estructura de "apartheid físico" entre la Conferencia "oficial" y el Foro de ONGs. El proceso oficial fue mantenido a buen recaudo de las organizaciones de la sociedad civil, es decir, organizaciones de mujeres de todo el mundo.

La perspectiva del Banco Mundial sobre el género está contenida en diversas secciones de la Plataforma de Acción. Esta última propone la creación de "un entorno favorable que permita a la mujer construir y mantener estilos de vida sustentables", y reclama la evaluación del "impacto de los programas de ajuste estructural sobre el desarrollo social mediante evaluaciones del impacto social que tengan en cuenta el género, y otros métodos pertinentes, para formular políticas tendientes a reducir sus efectos negativos y mejorar su impacto positivo, asegurando que la mujer no soporte una carga desmedida de los costos de transición; y complementar los préstamos para ajuste con préstamos ampliados destinados al desarrollo social". (párrafo 61). Lo anterior, de hecho describe la práctica del Banco Mundial en materia de préstamos. La Plataforma de Acción tácitamente legitima la agenda del Banco Mundial, pues no cuestiona la validez de los programas de ajuste estructural.

Además, dicha Plataforma concibe la "violencia contra la mujer" y "la exclusión de la mujer de las instituciones de poder y gobierno" como las causas principales de la desigualdad de género, exigiendo "una transformación radical de la relación entre hombres y mujeres" (párrafo 19). El centro del conflicto social está desvirtuado: dentro del marco de género del Banco Mundial, la condición social de la mujer depende en gran medida de la relación del hombre y la mujer (como individuos) dentro del hogar.

El "libre mercado" y los géneros

El marco del Banco Mundial supone una sociedad de mercado "libre" compuesta de individuos de ambos sexos. En este contexto, la mujer se identifica como perteneciente a una categoría social separada, distinta de la del hombre (como si el hombre y la mujer pertenecieran a clases sociales diferentes). En otras palabras, se concibe la confrontación entre hombres y mujeres (como individuos) como la fuente principal de conflicto social. La concentración de poder y la riqueza de las empresas no tienen peso en el análisis de género. La modernidad y el "empoderamiento de la mujer" a través del proceso de mercado son los medios para lograr la igualdad de géneros.

De esta manera, el sistema mundial financiero y comercial queda fuera del análisis; el papel de las instituciones mundiales (incluida la Organización Mundial de Comercio y las instituciones de Bretton Woods) no es una cuestión que motive un debate serio. Y sin embargo, este sistema económico mundial (basado en la "mano de obra barata" y la acumulación privada de riqueza) constituye en última instancia uno de los mayores obstáculos para alcanzar la igualdad de géneros.

Al mismo tiempo, la visión neoliberal del género (bajo la tutela de los "donantes") tiende a crear divisiones dentro de las sociedades nacionales y a desmovilizar la lucha de mujeres y hombres contra el modelo macroeconómico.

(Fuente: Red del Tercer Mundo) (*) El autor es profesor de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Ottawa.

Red-Bancos La Red Latinoamericana y del Caribe sobre la Banca Multilateral de Desarrollo (Red-Bancos) tiene como principal objetivo el seguimiento de los proyectos y políticas de la banca multilateral de desarrollo (BMD). La misma está compuesta por organizaciones no gubernamentales (ONGs) abocadas a la problemática del medio ambiente y desarrollo y por movimientos sociales de la región. Creada en Guadalajara en abril de 1994, durante la reunión de ONGs convocada para analizar Estrategias sobre la Banca Multilateral de Desarrollo, la Red tiene como propósitos fundamentales: - fortalecer el papel de las ONGs y de los movimientos sociales en la región en relación a los proyectos y las políticas de la BMD; - fortalecer la capacidad de las ONGs y de los movimientos sociales para la formulación de alternativas de desarrollo; - fortalecer la capacidad de las ONGs para exigir una mayor transparencia y responsabilidad de la BMD en sus políticas y proyectos.

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