No. 78 - Segunda quincena de Diciembre 1995
Reunión de Jakarta
Aceptan trabajar hacia un protocolo de bioseguridad
por
Chee Yoke Ling
Luego de tensas negociaciones, las Partes de la Convención de la ONU sobre Diversidad Biológica acordaron trabajar en un protocolo de bioseguridad y estudiar el impacto de los derechos de propiedad intelectual sobre los objetivos del tratado.
Más de 150 países asistieron a la segunda reunión de la Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica, realizada en Jakarta del 6 al 17 de noviembre. De los presentes, 131 eran partes contratantes. Estados Unidos, si bien no ratificó el acuerdo, actuó como observador de gran peso y a veces hasta agresivo.
Necesidad de un protocolo de bioseguridad
Después de más de dos años de debate sobre la necesidad de un acuerdo legalmente obligatorio para regular los aspectos de seguridad, salud y medio ambiente de la biotecnología (especialmente la ingeniería genética), la Segunda Conferencia de las Partes finalmente decidió crear un grupo de trabajo abierto para comenzar las negociaciones, "con carácter urgente", en torno a la elaboración de un protocolo de bioseguridad en el campo de la transferencia, el manejo y el uso seguros de organismos modificados genéticamente. El protocolo se centrará especialmente en el movimiento transfronterizo de dichos organismos. Según establece la decisión, el Grupo debe comprometerse a culminar su trabajo en 1998.
La decisión representa una victoria importante para el Sur. Desde que se adoptó la Convención sobre la Diversidad Biológica, el Grupo de los 77 y China han venido reclamando a la comunidad mundial que se empiece a trabajar en ese protocolo. Los países industrializados, principalmente Estados Unidos y algunos actores protagónicos de la Unión Europea y Japón han malogrado todos los intentos sacando a relucir, una y otra vez, la duda sobre la necesidad de un protocolo.
En la Primera Conferencia de las Partes, la primera decisión de importancia de la Convención sobre la Diversidad Biológica fue crear un grupo de especialistas en bioseguridad de carácter abierto, para estudiar la necesidad de un protocolo de bioseguridad y las modalidades que tendría. Cuando el grupo se reunió en Madrid en julio de este año, existían cada vez más pruebas documentadas de los efectos ecológicos adversos de los organismos modificados genéticamente. Científicos de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido e India, interesados en el tema, asistieron a la reunión de Madrid para apoyar el llamamiento del Grupo de los 77 y China para trabajar de inmediato en el inicio de un protocolo. Los científicos destacaron que los sistemas regulatorios existentes en Estados Unidos y Europa eran inadecuados.
Transferencias transfronterizas, manejo y uso seguros
En la Segunda Conferencia de las Partes se aprobó rápidamente la necesidad de tener un protocolo. Pero las negociaciones sobre el alcance del mismo fueron tensas. La Unión Europea y Estados Unidos insistieron en que el mandato quedara confinado a un protocolo sobre transferencias transfronterizas. El Grupo de los 77 y China quisieron ampliar los términos e incluir otros aspectos: manejo y uso seguro. Finalmente la situación se destrabó después de una llamada telefónica al Comité de los Representantes Permanentes en Bruselas. La Unión Europea recibió permiso para flexibilizarse y permitir una fórmula que hiciera referencia a "la creación de un proceso de negociación en el campo de la transferencia, el manejo y el uso seguros de organismos vivos modificados, un protocolo sobre bioseguridad que se centrara específicamente en las transferencias transfronterizas..."
El Grupo de los 77 y China declararon oficialmente su acuerdo con esta solución "con un espíritu de conciliación y buena fe" e incluyeron una coma después de la palabra "bioseguridad". Después de una hora de debate encendido por las objeciones de Estados Unidos y la Unión Europea, la coma fue aceptada.
Posible colisión entre TRIPs y Convención
La Conferencia de las Partes solicitó a la Secretaría de la Convención que oficiara de enlace con la Secretaría de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para elaborar un documento que "identifique las sinergias y la relación entre los objetivos de la Convención sobre la Diversidad Biológica y el Acuerdo sobre los TRIPs (Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio)". Este documento "podría servir de base para la consideración de la tercera reunión de la Conferencia de las Partes con miras a preparar posibles aportes para las negociaciones que tienen lugar en el Comité sobre Comercio y Medio Ambiente de la Organización Mundial de Comercio". La tercera Conferencia de las Partes se realizará en noviembre de 1996.
Escasa presencia del Sur
Esta declaración vaga y limitada fue resultado de la falta de preparación del Sur ante la embestida del Norte, encabezado por Estados Unidos, para salvaguardar los derechos de propiedad intelectual. Esto fue particularmente evidente durante una sesión que tuvo lugar a altas horas de la noche el miércoles 15 de noviembre. La reunión simultánea de varios grupos de trabajo a los que debía asistir el escaso contingente de las delegaciones del Sur (muchas de las cuales eran unipersonales) provocó que en la discusión sobre los TRIPs hubiera sólo 3 o 4 representantes del Sur, comparados con los 18 a 20 del Norte. Sólo Estados Unidos tenía por lo menos 4 personas, entre las cuales había abogados especialistas en patentes.
Tal como afirmó un delegado del Sur, "en el Grupo de los 77 éramos como una lanza de madera enfrentada a armas nucleares". Mientras Estados Unidos insistió en que la Secretaría de la Convención sobre la Diversidad Biológica carecía de experiencia como para lidiar con el tema de los derechos de propiedad intelectual, las delegaciones del Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia y la Unión Europea proclamaban que el estudio de los derechos de propiedad intelectual podría no ser prioritario debido a las restricciones presupuestarias y a una Secretaría muy recargada de trabajo.
El documento de la Secretaría
Basada en las afirmaciones de India y Noruega, así como en una firme declaración escrita del Grupo de los 77 y China, la Secretaría elaboró un texto borrador que exhortaba analizar la relación entre la Convención sobre la Diversidad Biológica y el acuerdo sobre los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio.
El propósito era "apoyar a la Conferencia de las Partes en la elaboración de posibles aportes a las negociaciones" en el Comité sobre Comercio y Medio Ambiente de la OMC, que culminará en una Conferencia Ministerial en Singapur en diciembre de 1996. Esta Conferencia "considerará si es necesario introducir modificaciones a las disposiciones del sistema multilateral de comercio, o realizar interpretaciones de común acuerdo, para adaptarlo a los requisitos relacionados con el medio ambiente y el desarrollo".
Se identificaron dos ámbitos a ser considerados: el impacto potencial del acuerdo de los TRIPs sobre la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, y la coherencia entre los objetivos de la Convención sobre la Diversidad Biológica y el Artículo 27(3) del acuerdo de los TRIPs.
Durante la discusión del Comité General, en la primera semana, el Grupo de los 77 y China, apoyados por Noruega, exhortaron a la Conferencia que sostuviera la primacía de la Convención sobre el acuerdo de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio, del GATT. En ese sentido, se hizo hincapié en que el Artículo 16(5) de la Convención obliga a las Partes a asegurar que los derechos de propiedad intelectual apoyen y no vayan en contra de los objetivos de la Convención. Esos objetivos son la conservación de la biodiversidad, el uso sustentable de los componentes de la biodiversidad y el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de ese uso.
Interpretación falaz
El documento de la Secretaría fue acusado por la delegación de India de hacer una interpretación falaz que reduce la discusión de los derechos de propiedad intelectual a su relación con la biotecnología. El delegado manifestó que la Primera Conferencia de las Partes reconoció que los temas de los derechos de propiedad intelectual se relacionan con todas las tecnologías (y no tan sólo la biotecnología) que se basan en el uso de recursos genéticos. Además, el reparto de beneficios con las comunidades locales e indígenas que contribuyen a la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad a través del conocimiento tradicional, así como con los países de origen de los recursos genéticos, es un tema recurrente y uno de los objetivos básicos de la Convención.
India subrayó que el análisis del documento de la Secretaría sobre los derechos de propiedad intelectual y la transferencia de tecnología concluye que el principal obstáculo para los países en desarrollo no son especialmente los derechos de propiedad intelectual sino la falta de capacidad tecnológica. No obstante, no se estableció una base para esa conclusión.
La postura de Noruega
Noruega fue el único país del Norte que coincidió en que los derechos de propiedad intelectual no deben socavar los objetivos de la Convención sobre la Diversidad Biológica, y que las discusiones deben basarse en la propia Convención, en especial en el artículo 16.
"Los temas de los derechos de propiedad intelectual se discuten también en otros foros, pero tenemos una obligación específica de contribuir al debate actual ya que se relaciona con los objetivos básicos de esta Convención", sostuvo el delegado noruego, enfatizando que la Conferencia de las Partes debe contribuir a las discusiones en marcha de la OMC acerca de los sistemas de los derechos de propiedad intelectual y su aplicación de conformidad con los objetivos de la Convención sobre la Diversidad Biológica. Uno de los aspectos debería considerar la puesta en vigor el artículo 8(j) de la Convención de la Diversidad Biológica sobre los derechos de las comunidades indígenas y locales a la luz de los derechos de propiedad intelectual.
Al respecto se señaló que la revisión actual del Compromiso Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la alimentación y la agricultura en la FAO -que tiene que ver con las colecciones de plasma germinal ex situ realizadas antes de la entrada en vigor de la Convención sobre la Diversidad Biológica y los derechos de los agricultores- también está vinculada a los temas relacionados con los derechos de propiedad intelectual.
El delegado noruego destacó asimismo la necesidad de aclarar el contenido de los sistemas sui generis que deberán crearse conforme a lo dispuesto por el Acuerdo de los TRIPs, como alternativa a los sistemas de patente existentes. Por otra parte, Noruega exhortó a la Conferencia de las Partes a aportar a la OMC elementos para asegurar que la aplicación de los TRIPs sea totalmente consistente con la Convención sobre la Diversidad Biológica y no la socave.
Preocupación europea por el acceso a recursos genéticos
La Unión Europea reafirmó su posición de que la transferencia tecnológica y el acceso a la biotecnología deberían ser llevados a cabo de conformidad con la protección de la propiedad intelectual, en particular los acuerdos multilaterales y bilaterales firmados o negociados por las Partes Contratantes de la Convención.
Dichos acuerdos sostienen que los derechos de propiedad intelectual pueden contribuir sustancialmente a la transferencia de tecnología. También se mostró favorable a la posibilidad de hacer un estudio de los efectos del acuerdo de los TRIPs en la Convención sobre la Diversidad Biológica. El artículo 27(3) (b) fue señalado por su disposición que estipula "posibles exenciones y alternativas a los Estados Miembros con relación a la posibilidad de ser patentable". La mayor preocupación de la Unión Europea, no obstante, fue la de asegurar que el acceso a los recursos genéticos esté garantizado.
RTM: Detener la piratería
Un representante de la Red del Tercer Mundo exhortó a la Conferencia de las Partes a detener la piratería de los recursos genéticos y del conocimiento tradicional, en especial del Sur, y a considerar los derechos de propiedad intelectual como una amenaza a los objetivos de la Convención sobre la Diversidad Biológica. La Red del Tercer Mundo criticó la posición de la Secretaría por afirmar, considerándolo un hecho consumado, que el valor económico de los recursos genéticos surge del progreso de la biotecnología comercial, apoyada en sistemas estrictos de derechos de propiedad intelectual.
El documento afirmaba que para obtener biotecnología, los países en desarrollo tendrían que pagar regalías y asegurar la adecuación de los regímenes de los derechos de propiedad intelectual. Pero como estos países no pueden pagar esa tecnología, y la falta de capacidad tecnológica es un gran obstáculo, lo mejor para ellos es centrarse en el perfeccionamiento de la capacitación y la investigación, se dice. El documento, pues, no evalúa cómo los derechos de propiedad intelectual podrían bloquear la transferencia de tecnología y usurpar la creatividad acumulativa de las comunidades locales e indígenas, e ignora el papel de las tecnologías fuera de la biotecnología para alcanzar los objetivos de la Convención sobre la Diversidad Biológica. Tampoco considera el Artículo 16(2) de la referida Convención que establece para los países en desarrollo el acceso a la tecnología en condiciones concesionarias y preferenciales, reduce la división de beneficios a la capacitación en biotecnología y margina por completo el papel central de las comunidades en la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad.
Estados Unidos, por su parte, reafirmó su posición de que un sistema efectivo de patentes promoverá el crecimiento en todas las áreas de la tecnología, y volvió a la carga en la sesión en la que se negociaba el borrador de la decisión sobre los derechos de propiedad intelectual. Desde un principio, Estados Unidos rechazó los propósitos declarados por una mayoría de países (el Grupo de los 77 y China, y Noruega) aduciendo que la Secretaría de la Convención sobre la Diversidad Biológica no tenía experiencia en derechos de propiedad intelectual, y que no debería elegirse el acuerdo sobre TRIPs. La Unión para la protección de nuevas variedades de plantas (UPOV) y el Convenio internacional para la protección de plantas, ambos con escasos firmantes y mayoritariamente del Norte, fueron citados como instrumentos adicionales para estudio.
¿Identificación de sinergias?
El delegado de Argentina declaró que los negociadores comerciales sabían poco o nada de biodiversidad y que era importante que la Conferencia de las Partes instruyera al Comité sobre Comercio y Medio Ambiente de la OMC; sugirió además que posteriormente podrían introducirse cambios en el acuerdo sobre TRIPs. Cuando Estados Unidos insistió que un primer paso sería que las dos secretarías "se informaran y educaran mutuamente" sobre los objetivos de los respectivos acuerdos, inesperadamente Argentina propuso un lenguaje que no logró traducir la aprensión de muchas delegaciones del Sur, pidiendo la identificación de "sinergias" entre los dos acuerdos.
Los observadores expresaron que fue una lástima que el Grupo de los 77 y China no tuvieran mayor representación, lo que provocó que se adoptara una decisión sumamente débil que ni siquiera reclamó un estudio, sino apenas un documento que identificara las sinergias y la relación entre los objetivos de los dos acuerdos. No obstante, varios delegados del Sur manifestaron que miembros del Grupo de los 77 pueden de todos modos aportar elementos de información para la Tercera Conferencia de las Partes.
(Fuente: Red del Tercer Mundo)
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