No. 84 - Segunda quincena de Abril 1996
Reunión de la OMC
EEUU y la UE plantean los temas de Singapur
por
Chakravarthi Raghavan
En la primera sesión preparatoria de la reunión de ministros de la OMC, a celebrarse en Singapur este año, Estados Unidos y la Unión Europea confirmaron su intención de incluir nuevos temas en la agenda
Los miembros de la OMC se reunieron por primera vez en marzo pasado para discutir sobre la reunión ministerial de Singapur en diciembre de este año. En el encuentro se habló de la naturaleza de la reunión, del tipo de agenda y de los temas nuevos que podrían plantearse y resolverse
Los funcionarios comerciales declararon que la reunión a nivel de los encargados de las delegaciones, presidida por el Director General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Renato Ruggiero, pretendía ser de carácter organizativo -en lo que tiene que ver con la reunión de Singapur y la formulación de su orden del día- y se esperaba que en la siguiente reunión del mediados de abril las delegaciones presentarían sus opiniones en respuesta a las ideas planteadas por el director de la OMC.
En la presentación introductoria Ruggiero sostuvo que el propósito de las reuniones informales era abordar los temas que las delegaciones querrían discutir en Singapur y que no se trataban en el funcionamiento normal de la OMC. Varios de esos temas, observó, estaban siendo debatidos en reuniones informales tanto en Ginebra como en otras ciudades, y algunas delegaciones habían pedido que se presentaran determinados temas.
Ruggiero señaló que el presidente de la reunión de Marraquech enumeró una serie de temas que los miembros tenían interés en discutir en el contexto del futuro programa de trabajo de la OMC.
Clima propicio para temas nuevos
"Si vamos a crear un consenso para la reunión de Singapur necesitamos que este grupo empiece a discutir esos temas a corto plazo", manifestó, y agregó que esto sería un punto importante de la agenda para las reuniones futuras de los encargados de las delegaciones. Ruggiero manifestó que quienes no estaban prontos para encarar los temas nuevos deberían hacerlo en las reuniones futuras y presentar "documentos no oficiales" para facilitar dicha discusión.
Si bien Ruggiero sugirió que las discusiones del encuentro deberían centrarse en los temas de carácter organizativo, Estados Unidos propuso incluir en la nueva agenda la piratería, la corrupción y el comercio, y las normas comerciales y laborales.
La Unión Europea, por su parte, dio a conocer su objetivo de lograr que la OMC discutiera temas de política en materia comercial y de inversión, y de competencia.
Dudas de otros países
Pero varios países, según fuentes de la OMC, expresaron sus dudas sobre los temas nuevos y se preguntaban si no se estaba yendo demasiado lejos, adelantándose a las discusiones sobre la aplicación de la Ronda Uruguay que, en eso habían coincidido todos, debe ser el punto central de la reunión de Singapur.
En este sentido se informó que varios participantes se habían referido a la posición sostenida recientemente por el Ministro de Comercio de Singapur en una reunión de un grupo de países en Brisbane, Australia, acerca de los criterios para decidir la inclusión de temas nuevos en la OMC.
El Ministro de Comercio de Singapur, Yeo Cheow Tong, había manifestado en Brisbane que antes de que la OMC adopte temas nuevos, es necesario resolver tres cuestiones: si el tema está "relacionado con el comercio", si la OMC es el mejor ámbito para resolverlo y, en caso de que esos dos criterios se cumplieran, si el tema está listo como para ser negociado en la OMC. Esto último, dijo Yeo, se aplicaría a los temas nuevos que cumplieran los dos primeros criterios, pero los requisitos de comprensión y trabajo analítico todavía estaban en una etapa incipiente. En esos casos tal vez fuera mejor establecer un comité informal o un grupo de trabajo para estudiar el tema, crear una conciencia colectiva y lograr consenso entre los miembros, antes de pensar en negociaciones formales.
Con relación a esto, varios participantes habrían manifestado que antes de que se aceptara un tema nuevo, éste debía contar con el consenso de los miembros y existir un equilibrio entre el mundo industrializado y el mundo en desarrollo en materia de los temas. A cierto punto debería haber una limitación: si los temas a ser considerados estaban verdaderamente relacionados con el comercio y si la OMC era el mejor ámbito para resolver el tema.
Si bien el asunto de los temas nuevos se trataría en la próxima reunión, los diplomáticos comerciales expresaron que algunos de los protagonistas claves estaban pensando realizar consultas informales fuera de la OMC impulsados por los principales interlocutores comerciales.
Canadá, que ya aceptó y realizó una consulta informal sobre la idea de un acuerdo multilateral en materia de inversión, tenía previsto realizar otra reunión en el correr de marzo, según diplomáticos comerciales.
Después de una reunión realizada a principios de marzo a nivel de los encargados de delegaciones del Consejo General de la OMC, hubo una aceptación general de que los preparativos para la reunión de Singapur deben ser a tres niveles.
A un nivel, los distintos organismos de la OMC que supervisan la aplicación de los acuerdos particulares analizarían la aplicación y formulación de los temas a ser considerados por los ministros en Singapur. Las reuniones informales de los encargados de las delegaciones, presididas por Ruggiero, se harían mensualmente para estudiar el panorama general y cualquier tema que no esté comprendido en el ámbito específico de los organismos de la OMC, incluso los temas de comercio nuevos. El Consejo General de la OMC supervisaría todo el proceso.
Una reunión empresarial
Sobre los aspectos formales de la reunión de Singapur, Ruggiero sugirió que se optara entre una reunión de tipo ceremonial, como la de Marraquech, con sesiones plenarias y discursos de los ministros, o una reunión de tipo empresarial, con una agenda que los ministros podrían estudiar y sobre la cual tomar decisiones o incluso entrar en negociaciones.
Si bien el sentimiento general se inclinaba por la reunión de tipo empresarial, los europeos propusieron una solución híbrida según la cual la reunión de Singapur tendría un plenario diario para que los ministros hablaran -en gran medida para su imagen a nivel nacional- y otro para un trabajo sobre los temas de la agenda.
Los delegados fueron casi unánimes en cuanto a que la reunión de Singapur debe concentrarse en la aplicación de los acuerdos de la Ronda Uruguay y en los procesos actualmente en vías de negociación: sobre telecomunicaciones básicas, cuyas negociaciones deben finalizar en abril, sobre servicios marítimos y varios del sector servicios y las otras negociaciones cardinales que surgen de la agenda de Marraquech.
Si bien Comercio y Medio Ambiente fue también identificado por algunos como un tema que requiere un tratamiento y decisiones por separado, otros consideraron que no había una diferencia particular entre este tema y los demás que surgen del mandato de Marraquech y los temas relativos a la aplicación.
Otro punto de la agenda para Singapur fue el tema de una mayor liberalización y posibles ajustes al proceso de puesta en práctica, como para una reducción arancelaria acelerada. La agenda incluida para negociaciones futuras prevé una nueva ronda de liberalización sobre el comercio de servicios, mayor liberalización de la agricultura y otros temas.
También se planteó si este aspecto puede ser encarado individualmente por los países o si a cierta altura sería más conveniente una ronda de negociaciones que abarque todos estos temas.
(Fuente: SUNS)
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