Actualidades / Desarrollo
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No. 86 - Segunda quincena de Mayo 1996
UNCTAD IX
Coordinación efectiva y más flexible del G-77
Los ministros de los países en desarrollo miembros del Grupo de los 77 y de China, en una reunión paralela a la IX Conferencia de la UNCTAD, en Midrand, Sudáfrica, se comprometieron a fortalecer la solidaridad y cohesión del grupo mediante una coordinación más efectiva y flexible
En una declaración ministerial, el Grupo de los 77 y China expresaron su compromiso para aumentar la "solidaridad y la cohesión", estableciendo una "coordinación más efectiva y flexible" para hacer frente a los desafíos del desarrollo. La declaración fue adoptada en la VIIIa. reunión ministerial del Grupo, -simultánea con la IX Conferencia de la UNCTAD, realizada en Midrand, Sudáfrica-, y presidida por el canciller sudafricano Alfred Enzo.
Si bien los grupos regionales de Africa, Asia y América Latina y el Caribe habían mantenido reuniones preparatorias de la UNCTAD IX, no se había realizado ninguna reunión del Grupo en su conjunto, como era de costumbre. La Declaración se adoptó después de la presentación de las declaraciones y los documentos regionales. Acto seguido se organizó una mesa redonda de debate y a continuación una reunión en privado donde se expusieron algunas críticas al funcionamiento del grupo así como la necesidad de unidad y de mayor coordinación.
En referencia a un grupito de dos o tres miembros de la región de América Latina -que se oponían y bloqueaban todo funcionamiento coordinado del grupo en su conjunto- algunas de las intervenciones y alocuciones de las delegaciones sugirieron que si esta minoría no estaba conforme con el deseo mayoritario de coordinación y funcionamiento en grupo, debería retirarse.
La vigencia del grupo
En un documento del South Centre, presentado al grupo por Branislav Gosovic, quien preside la oficina en Ginebra, se reafirmó la vigencia del Grupo y se señaló que todavía persisten muchos de los aspectos estructurales y las relaciones desiguales que dieron pie a la decisión de formar el Grupo. La acción colectiva del Sur en las negociaciones nunca fue bien recibida por los países más decisivos del Norte, que siempre han criticado y tratado de desalentar la unidad y acción colectiva del Grupo de los 77.
Con el fin de la Guerra Fría, han crecido los argumentos que aducen que el sistema del grupo es anacrónico y que los debates sobre el desarrollo y las divisiones entre el Norte y el Sur son cosa del pasado.
En el documento también se señalaba que si bien el Grupo Nueva York del Grupo de los 77 había seguido evolucionando y manteniendo una cohesión efectiva, el Grupo de Ginebra, aparentemente en respuesta a esos argumentos y siguiendo la iniciativa del grupo latinoamericano, "se había disgregado en tres grupos regionales con escasa coordinación efectiva, todo en nombre de la 'sociedad' con el Norte." "No obstante, los países desarrollados, el otro socio de esta sociedad, siguieron actuando en conjunto y coordinando sus posiciones frente al Sur, tanto en la UNCTAD como en todo el sistema multilateral", manifestó el South Centre.
Desarme unilateral
El enfoque del grupo de Ginebra "equivalió al desarme unilateral del socio más débil" mientras que el socio más fuerte "no sólo mantuvo su cohesión y objetivos políticos sino que fortaleció su posición y se hizo 'abiertamente hegemónicó". Esta aparente desorientación del Sur, la respuesta inadecuada del Grupo de los 77 en Ginebra en el contexto de las nuevas relaciones Norte-Sur, debilitó considerablemente la influencia de los países en desarrollo y tuvo un impacto negativo con relación a la UNCTAD durante una etapa crítica. Esos países no pudieron contrarrestar de manera eficaz los intentos del Norte por reorientar la UNCAD y erosionar o eliminar su capacidad y mandatos en sectores de interés vital para el Sur.
El South Centre exhortó a revitalizar el Grupo de los 77, actualizando su plataforma, mejorando la participación de los países miembros, incluso a través del compromiso de recursos financieros y humanos, y mejorando su funcionamiento. El requisito de un consenso político total provocó una parálisis política cuando uno o dos países bloquearon toda acción o llegaron a una posición política basada en un denominador común tan bajo que frustró por completo el esfuerzo de la gran mayoría.
Fuerza y dignidad
Se pidió evaluar dicha práctica. O bien los países que se sientan muy distantes de la gran mayoría deben tener la posibilidad de abstenerse en determinados temas para no obstruir la posición y el accionar del Grupo, o bien se debe adoptar el principio del Grupo de los 15 según el cual si un núcleo de países está dispuesto a iniciar y llevar a la práctica una acción conjunta, debe tener la posibilidad de hacerlo.
El South Centre exhortó a mejorar el perfil político y profundizar el compromiso del Grupo de los 77. También advirtió que, ante la actitud del Norte, para quien todo intento de los países en desarrollo de aumentar su influencia para bien de sus intereses o toda discrepancia con las opiniones del Norte son una forma de confrontación colectiva, ponerse a la defensiva es "una burla al sentido común".
Y en el documento del South Centre se añadía que en toda instancia de intercambio entre los gobiernos "sólo se ganará respeto e influencia desde una posición de fuerza y dignidad". En la Declaración Ministerial, el Grupo de los 77 y China se refirieron a los diversos cambios trascendentales que han ocurrido en la economía mundial, debido al fenómeno complejo de la globalización y la liberalización, y las oportunidades de crecimiento y desarrollo inherentes a estos cambios. "No obstante, bien podría ocurrir que los países en desarrollo, debido en gran medida a las diversas limitaciones que están fuera de su control, queden excluidos de una participación plena en este proceso, así como de sus beneficios."
Papel de la UNCTAD
La declaración exhortó a los países en desarrollo a participar de manera total y efectiva en el proceso de toma de decisiones y en la resolución de los problemas económicos mundiales a través del fortalecimiento del multilateralismo y el mejoramiento de la coordinación a nivel mundial en materia de políticas macroeconómicas que apunten a promover el crecimiento sostenido y el desarrollo de los países en desarrollo.
El Grupo de los 77 y China reafirmaron la vigencia del papel de la UNCTAD como foro principal de la Asamblea General de la ONU para el tratamiento integrado de los temas relativos al desarrollo y los temas interrelacionados en los sectores de comercio, finanzas, inversión, servicios, productos básicos, tecnología, desarrollo sustentable y promoción de las relaciones económicas internacionales conducentes al desarrollo.
Si bien reconocieron la necesidad de reformar y revitalizar la UNCTAD, el Grupo de los 77 y China manifestaron: "Debemos asegurar que la UNCTAD haga un aporte significativo para mejorar las condiciones de vida de todos nuestros pueblos." La declaración también reclamó evaluar la puesta en práctica de las políticas y decisiones de los organismos intergubernamentales del sistema y promover la coordinación entre la UNCTAD y otras organizaciones internacionales, en particular la Organización Mundial de Comercio (OMC) y las Instituciones de Bretton Woods.
Servicios prácticos
En términos de lo que hay que hacer para el futuro, la UNCTAD debería contribuir a preparar la agenda de las negociaciones multilaterales futuras y centrarse en la provisión de servicios prácticos de cooperación técnica y asesoramiento en materia de comercio, negociaciones, productos básicos, promoción de las inversiones, desarrollo empresarial, comercio y medio ambiente, eficiencia comercial y servicios.
La erradicación de la pobreza en grandes partes del mundo en desarrollo es un "imperativo ético, social, político y económico para la comunidad internacional ... (y) al respecto, la UNCTAD debería jugar un papel decisivo en la búsqueda de soluciones a los problemas de la pobreza", tomando en cuenta los resultados de la Cumbre Social Mundial.
También se pidió que la UNCTAD siguiera analizando los temas de la deuda externa de los países en desarrollo y reforzando la cooperación técnica en esta materia. Si bien los acuerdos de la Ronda Uruguay y el establecimiento de la Organización Mundial de Comercio dieron un empuje a la confianza en el sistema multilateral de comercio, su credibilidad y sustentabilidad se vieron amenazadas por la utilización de medidas unilaterales y extraterritoriales.
El Grupo de los 77 y China expresaron su "profunda preocupación por el continuo uso de medidas económicas coercitivas contra los países en desarrollo mediante el recurso, entre otros, de sanciones económicas y comerciales unilaterales que están en clara contradicción con el derecho internacional."
La extraterritorialidad
En un mensaje que se consideró como una clara referencia a la ley estadounidense Helms-Burton, que dispone más sanciones contra Cuba, la Declaración también objetó "las nuevas tentativas de aplicación extraterritorial de leyes nacionales, lo que constituye una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y a las normas de la OMC".
La declaración exhortó a renovar el compromiso político con el libre comercio y la aplicación cabal en letra y espíritu de los Acuerdos de la Ronda Uruguay. También invitó a los países en desarrollo que quieren ingresar a la OMC a que busquen la forma de lograr un acceso en términos equitativos, coherentes con las normas de la OMC, así como con el nivel de su desarrollo económico y de sus necesidades en materia de desarrollo, comercio y finanzas.
El Grupo de los 77 y China exhortaron a la UNCTAD a transmitir a la reunión ministerial de Singapur de la OMC su declaración, desde una perspectiva del desarrollo, de los desafíos y oportunidades que surgen de la Ronda Uruguay, incluso los nuevos temas, para asegurar que los beneficios del sistema de comercio multilateral promuevan un crecimiento económico sostenido y un desarrollo sustentable.
La situación actual reclama una fórmula real de asociación y cooperación internacional. La UNCTAD IX ofreció una oportunidad excepcional para revitalizar el diálogo sobre desarrollo, y los gobiernos no tendrían que escatimar esfuerzos para aprovechar la oportunidad de forjar una sociedad mundial real. La comunidad internacional debe promover políticas, medidas y acciones concretas para alcanzar los objetivos de crecimiento sostenido y desarrollo sustentable.
(Fuente: SUNS)
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