No. 87 - Primera quincena de Junio 1996
Globalización
Seguridad alimentaria y la salud amenazadas
La seguridad alimentaria y la salud están amenazadas -y no optimizadas- a nivel mundial por gracia de la globalización económica, según la opinión de un grupo de expertos reunidos en Washington
En lugar de provocar una marea que eleve todos los barcos, como predecían sus defensores, la globalización de la economía ha creado más bien una ola de destrucción y enfermedades que amenaza con cubrir a todos con la excepción de unos pocos afortunados, advirtieron científicos, analistas políticos y otros activistas reunidos recientemente en esta capital. Los mayores peligros, de acuerdo con los expertos, derivan del auge mundial de la producción agrícola orientada a la exportación, lo que ha aumentado la vulnerabilidad de los cultivos a las enfermedades, hongos, insectos, y otras plagas que ahora recorren el mundo tan libremente como los productos.
Libre tránsito de plagas
El agricultor noruego y militante ambientalista Sigmund Kvaloy, afirmó que las plagas y enfermedades, antes limitadas a una determinada región, cruzan hoy el mundo entero como resultado del aumento del comercio internacional. "Estamos traspasando los límites de la naturaleza, que han regido por millones de años", dijo Kvaloy, fundador y director del Instituto Setreng de Ecofilosofía. "Llevamos un organismo de un (eco)sistema a otro, creando un sistema caótico en todo el mundo.
No sabemos lo que estamos haciendo, mucho menos las trasnacionales", declaró Kvaloy a los casi mil participantes del evento "Global Teach-In 2: The Social, Ecological, Cultural and Political Costs" (Teach-In Mundial 2: Costos sociales, ecológicos, culturales y políticos). Entre los incontables ejemplos citados por Kvaloy se encuentra la reciente introducción en Europa de una "versión nueva y más agresiva" de la roya (un tipo de plaga) que causó la hambruna de la papa irlandesa en el siglo pasado, cuando murieron dos millones de personas. Se ha descubierto que la nueva variedad, según el militante noruego, provino de un embarque de alimentos llegado de México. Africa, según Kvaloy, ha experimentado en los últimos años una caída de 40% en la producción de maíz, lo cual es atribuido en general a la entrada de enfermedades y plagas no autóctonas. El continente "quizás podría ser autosuficiente" si no fuera por esta invasión extranjera.
Cultivos de exportación
Por otro lado, la salud humana también se ve perjudicada por la agricultura orientada a la exportación, una opción promovida entre los países que luchan por generar divisas. Mika Iba, de Network for Safe and Secure Food and Environment (Red para una alimentación y un medio ambiente sanos y seguros), con sede en Japón, señaló que: "El comercio de alimentos está provocando un cambio acelerado en las culturas y formas de vida de los pueblos."
Cuando los agricultores dejan de cultivar alimentos tradicionales y pasan a otro tipo de producción para la exportación, más lucrativa, explicó Iba, a menudo descubren que el dinero extra que generan no cubre el costo de la pérdida de nutrición. Como ejemplo, Iba cito lo que ocurrió en Tonga, donde los agricultores dejaron de cultivar el taro -uno de los alimentos básicos de la dieta de los isleños- para producir calabaza para su exportación a Japón.
El británico Tim Lang, analista en política alimentaria, señaló que no todos los agricultores tienen la posibilidad de permanecer en la tierra para producir cultivos de exportación. Debido a que la producción de cultivos de exportación suele ser altamente mecanizada, muchos agricultores han tenido que abandonar sus tierras y emigrar a los cinturones urbanos. "Esta situación ha agravado los problemas de salud pública", destacó Lang, y subrayó que la mayoría de las ciudades de los países en desarrollo no tienen una infraestructura suficiente como para hacer frente a las necesidades sanitarias y de salud de la población urbana en expansión.
La dieta de las hamburguesas
La globalización económica, según Lang, está creando problemas de salud también en los países industrializados. Allí, expresó, los consumidores "están alentados a comer cada vez más como los estadounidenses", y muchos adoptan una "dieta que induce a contraer enfermedades del corazón". En Gran Bretaña, los cambios en la dieta promovidos por las empresas que controlan la producción, procesamiento y distribución de alimentos han provocado una "creciente obesidad", según Lang.
La salud de los habitantes de las ciudades industrializadas, argumentó Kvaloy, está amenazada también por "el turismo industrial y masivo", que facilita la propagación de enfermedades tales como la fiebre amarilla, la malaria y la tuberculosis. Este peligro, comentó, no se conoce lo suficiente porque las autoridades de los países cuya economía se está reconstruyendo sobre el turismo "quieren dejar todo tapado", al igual que las empresas de aviación, los hoteles y otras industrias del turismo. Lo mismo que sucede con las enfermedades de las plantas, la propagación de enfermedades humanas está exacerbada por la eliminación de inspecciones oficiales y otras reglamentaciones, consideradas impedimentos al libre comercio.
Privatizar las semillas
Por su parte, Vandana Shiva, directora del Instituto para la Ciencia, la Tecnología y la Política de Recursos Naturales de Nueva Delhi, India, adujo que la producción agrícola está cada vez más dominada por las trasnacionales, cuyo objetivo es la "privatización y monopolización de semillas y plantas". Las semillas, otrora propiedad común de los "agricultores", dice Shiva, están ahora en gran medida bajo el control de las empresas que pretenden estandarizarlas a través de la hibridación. Si bien el aumento resultante de los costos para los agricultores es motivo de alarma, la preocupación más grave es la pérdida de la diversidad de las plantas, advirtió Shiva. La estandarización de semillas provoca la pérdida de variedades resistentes a las plagas y enfermedades dentro de determinadas especies de plantas de cultivo, y el cultivo de un número cada vez más limitado de variedades de plantas en todo el mundo ha acrecentado el riesgo de hambrunas, añadió Vandana Shiva.
(Fuente: SUNS/IPS)
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