No. 103 - Noviembre 1997
Liberalización financiera
UNCTAD aconseja cautela
El secretario general de la UNCTAD, Rubens Ricúpero, aconsejó a los países del Sur conservar cierto grado de flexibilidad en materia de medidas políticas para controlar los movimientos de capitales hasta alcanzar un acuerdo internacional satisfactorio en el tema.
A falta de un consenso internacional amplio en materia de medidas para frenar los movimientos especulativos de capital, para los países en desarrollo y las economías en transición puede ser fundamental mantener cierta flexibilidad que les permita aplicar medidas de control a los movimientos de entrada y salida de capitales, expresó en setiembre en Ginebra el secretario general de la UNCTAD, Rubens Ricúpero, quien estaba divulgando el Informe sobre Comercio y Desarrollo de la UNCTAD.
En ese momento, Tailandia comenzaba a sufrir trastornos financieros, pero éstos aún no se habían esparcido por el sudeste asiático.
Diferencias importantes
El jerarca de la UNCTAD manifestó que sería peligroso hacer generalizaciones para los países asiáticos acerca de las turbulencias del mercado financiero pues tienen entre sí diferencias importantes. En algunos casos, la evolución del mercado fue una respuesta a ciertos déficits básicos - endeudamiento elevado y déficits de cuenta corriente, sobrevaluación de la moneda y regímenes atados al dólar así como la falta de una regulación y supervisión adecuadas.
En el Informe sobre Comercio y Desarrollo del año pasado, la UNCTAD ya había planteado los posibles problemas que enfrentarían los países del sudeste asiático ante la diversificación insuficiente de su base manufacturera y el mejoramiento de la tecnología para aumentar la competitividad.
Ricúpero manifestó su confianza en que la respuesta política apropiada a la debilidad a largo plazo de la economía asiática la darían los propios gobiernos, contando en algunos casos con la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero los acontecimientos de los últimos meses llamaron la atención sobre los efectos desorganizadores que pueden resultar de la volatilidad de los movimientos del capital internacional sobre una red mundial de mercados financieros, subrayó.
En la última reunión del Comité Interino en Washington, tanto el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Robert Rubin, como el director gerente del FMI, Michel Camdessus, habían manifestado que la reciente evolución de los mercados financieros había agregado peligrosidad a otros mercados.
Los países asiáticos respondieron a la crisis prestándose apoyo mutuo a través de sus bancos centrales. "No obstante, a falta de un consenso internacional amplio que autorice la aplicación de medidas que apunten a poner freno a la volatilidad de los movimientos de capital, los países en desarrollo y las economías en transición necesitan mantener un cierto grado de autonomía para manejar los movimientos de ingreso y egreso de capitales", añadió Ricúpero.
El grado de flexibilidad
Por el momento no hay un consenso internacional como para hacer frente a dichos movimientos en un nivel más institucional y multilateral. La necesidad de conservar cierta flexibilidad para los países en desarrollo debería estar reflejada en las negociaciones futuras relativas a los problemas que pueden afectar la balanza de pagos, expresó Ricúpero, hablando a partir de su propia experiencia como ministro de Hacienda de Brasil y embajador ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). "Es absolutamente necesario conservar cierto grado de flexibilidad hasta que podamos alcanzar un acuerdo más satisfactorio", declaró.
En las negociaciones en torno a los servicios financieros, que se están llevando a cabo en la OMC, la UNCTAD ha estado brindando asistencia y asesoramiento técnico a los países en desarrollo que han buscado su consejo, expresó Ricúpero. "Hemos seguido estas negociaciones muy de cerca y hemos dicho a estos países que 'es menester que incluyan en su nivel de desarrollo las instituciones financieras de cada país, el estado actual de capacidad de supervisión interna, el estado actual del sistema financiero en su conjunto'. La situación varía para cada país y es difícil generalizar, pero espero que los países tomen estas decisiones a la luz de su propia realidad. Esto será considerado una valiosa contribución a la liberalización del sector de los servicios financieros".
En el Informe sobre Comercio y Desarrollo 1997, la UNCTAD cuestiona la opinión de que la liberalización de los servicios financieros atraiga inversiones que como resultado provoquen acumulación de capital, crecimiento y desarrollo económico. Señala que una diferencia importante entre el proceso actual de integración de los mercados globales y el del siglo XIX es la naturaleza de las corrientes financieras. En el período anterior, había una mayor integración de los mercados financieros y crecientes flujos de capital financiero como complemento del comercio internacional.
La naturaleza de las corrientes financieras
Ahora, en contraste, la actividad financiera no es simplemente un lubricante a la actividad económica real. El papel de las finanzas internacionales se ha ampliado mucho más allá de la coordinación del comercio y la inversión internacional. "Ha cobrado vida propia, con independencia de la corriente internacional de bienes e inversión".
Si bien las relaciones globales de las finanzas con el comercio y la IED todavía no se han erosionado del todo, ha ocurrido una profundización financiera mundial mientras que la relación entre las corrientes financieras y la inversión extranjera se ha debilitado considerablemente. Estas corrientes financieras rara vez están asociadas con corrientes de recursos reales, equipos de capital que encarnan las mejores prácticas en materia de técnicas de producción y otros insumos de recursos.
Más bien se relacionan primordialmente con la compra y venta en los mercados secundarios de pasivos creados para la financiación de los activos reales existentes. Gran parte de estas corrientes son capitales líquidos atraídos por márgenes de arbitraje a corto plazo y la perspectiva de obtener beneficios de capital especulativo, más que rentabilidad a largo plazo sobre inversiones productivas.
Son extremadamente volátiles, sujetos a efectos de reacción en cadena capaces de generar giros en los precios de los títulos, los tipos de cambio y las balanzas comerciales, y contribuir muy poco a la distribución internacional de ahorros o la difusión de tecnología, y por tanto a una reducción de las disparidades internacionales en los ingresos por habitante.
La UNCTAD señala que los factores que favorecen los ingresos de capital líquido también impiden la inversión de los activos físicos productivos. Y en algunas circunstancias, el retorno a corto plazo de los activos y los retornos financieros sobre inversiones de capital productivo pueden moverse en direcciones opuestas.
Esas corrientes líquidas a corto plazo también pueden deprimir la inversión, si bien el aumento del retorno real sobre los activos financieros puede elevar el costo del financiamiento de la inversión productiva. Como resultado, los ingresos de capital líquido atraídos por tipos de interés elevados no son utilizados para la inversión productiva -que de hecho puede contraerse con la entrada de fondos de corto plazo- sino más bien dirigirse al financiamiento del consumo.
Analizando los diversos estudios sobre movilidad de capital y ahorro e inversión nacional, algunos estudios recientes que distinguen entre IED y la inversión de cartera (a través de la liberalización del comercio de los mercados financieros) no lleva a la acumulación de capital. Y la IED en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) parece igualar los retornos sobre inversión en distintos países y aumentar las ganancias.
"No obstante, el aumento de los beneficios no ha estado asociado con un aumento correspondiente de la cuota agregada de la inversión privada en la producción de esos países. La mayor IED ha servido, por lo menos en parte, a redistribuir más que a aumentar la inversión mundial agregada".
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