Actualidades / Crisis Financiera
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No. 105/106 - Enero/Febrero 1998
Asia
Japón colabora menos que EE.UU.
Japón ha recibido críticas por su supuesta resistencia a colaborar con las economías de Asia oriental asoladas por la crisis, mientras Estados Unidos lidera las operaciones de rescate. Acosados por escándalos de corrupción, desastres bancarios y sus propios problemas económicos, los japoneses no están de humor para ser generosos con sus vecinos.
Hiroshi Tada, comerciante de 51 años, se niega a que Japón desempeñe la función de salvador de Asia oriental en la actual crisis económica, lo cual refleja el sentimiento dominante en su país sobre la crisis de Asia oriental. "Lo veo a través de mi bolsillo. Mis clientes disminuyeron mucho en los últimos dos años, y ahora solo puedo tener un empleado. Dejo el trabajo a la medianoche y sigo preocupado porque no cubro mis necesidades", dijo Tada, dueño de una tienda de electrodomésticos en el barrio de Saitana, en Tokio. "Japón debe atender estos problemas antes de acudir en ayuda de otros países", agregó.
Mientras persiste la crisis, los países de Asia oriental e incluso Estados Unidos miran hacia Japón, la potencia regional, y lo presionan para que tome acciones a favor de sus propios vecinos. En medio de tensiones comerciales, japoneses y estadounidenses discuten en cuanto a si la asistencia de Tokio a sus vecinos es suficiente. No solo está en juego la contribución del país a los paquetes de asistencia de agencias multilaterales, sino la apertura de su mercado a las exportaciones asiáticas.
Las expectativas en Asia oriental son altas, pues Japón es el mayor acreedor entre los países del mundo y el principal inversor de Asia. "Creo que Japón debería ser un poco más activo para ayudar a la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático) a recuperarse", dijo el primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad. El ministro de Finanzas de Malasia, Anwar Ibrahim, dijo en Tokio a su homólogo Hiraku Matsunaga que Japón debería desempeñar un papel activo en la crisis a través de la ampliación de sus exportaciones procedentes del sudeste de Asia.
Japón considera que está cumpliendo esa función. "La acción más efectiva que Japón puede disponer es estabilizarse a sí mismo", dijo el primer ministro Ryutaro Hashimoto. El viceministro de Finanzas de Japón, Eisuke Sakakibara, negó en febrero en el Foro Económico Mundial en Davos que su gobierno estuviera eludiendo el problema. "Hacemos lo mejor que podemos para resolver la crisis asiática y también para mejorar nuestra economía", sostuvo.
Además de los problemas internos, Japón se ha cuidado de no contraer la enfermedad financiera que sufren sus vecinos. El Ministerio de Finanzas ha efectuado masivas compras de yenes para proteger al país de una debacle de divisas similar a las del sudeste asiático. Pero algunos economistas japoneses consideran que el país debe ser más activo en la búsqueda de soluciones, y se muestran preocupados de que Estados Unidos lidere los operativos de ayuda a Asia oriental. Japón es en parte responsable por los problemas financieros regionales, pues sus bancos respaldaron inversiones excesivas sin preocuparse por las consecuencias, sostuvo un analista. Por eso, es natural que se espere más de Tokio. (IPS)
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