No. 116 - Diciembre 1998

Países Menos Adelantados

Persisten dudas pese a crecimiento

Los países más pobres del mundo, como grupo, registraron "otro año de sólido desempeño" en el crecimiento del PIB, pero las perspectivas de la sustentabilidad de esta situación "no son demasiado brillantes", declaró el secretario general de la UNCTAD, Rubens Ricúpero, en una conferencia de prensa realizada el 13 de octubre en Ginebra para el lanzamiento del informe anual 1998 sobre los Países Menos Adelantados (PMA).

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) clasificó a 48 países como los menos adelantados, en función de criterios relacionados con el ingreso por habitante, la educación y la industria de cada uno de ellos. Y la UNCTAD, el punto focal y principal organismo dentro del sistema de la ONU sobre PMAs, emitió el 14 de octubre de 1998 un informe anual sobre este grupo de países, el 14º de la serie.

Basado en las estimaciones preliminares, el informe expresó que los PMA como grupo registraron en 1997 un crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) de 4,8 por ciento, comparado con el 3,2 por ciento de la economía mundial en su conjunto. El crecimiento para el grupo mide divergencias dentro del mismo. El crecimiento de 1997 es menos, no obstante, que el 5,5 por ciento registrado en 1996, pero levemente mejor que el 4,5 por ciento de 1995. El informe no hizo proyecciones o estimaciones para este año, y un alto funcionario de la UNCTAD, John Cuddy, oficial a cargo de la comisión de comercio, servicios y productos básicos, manifestó que había tanta incertidumbre acerca de la economía mundial que era difícil hacer proyecciones.

Panorama sombrío

Pero teniendo en cuenta la gran dependencia de esos países con respecto a las exportaciones y los ingresos provenientes de los productos básicos y la caída de la demanda y los precios de esos productos como consecuencia de la crisis financiera mundial y la amenaza de deflación, así como la caída general de la asistencia oficial para el desarrollo (la fuente principal de financiamiento externo para esos países), puede vaticinarse que "el panorama general es sombrío", comentó Ricúpero. La deuda pendiente, que asciende a unos 134.000 millones de dólares, también continúa obstaculizando los esfuerzos de los PMA por movilizar recursos. Varios PMA, ante la imposibilidad de servir o reembolsar sus deudas, tuvieron que reestructurarlas reiteradamente: a fines de 1997, 19 PMA habían reprogramado sus deudas en el Club de París de acreedores oficiales y cinco de ellos volvieron a recurrir al Club de París para ampliar la reprogramación.

La crisis financiera que comenzó en Asia en julio del año pasado, que se propagó a Rusia y América Latina y alcanzó a los países industrializados, también afectó a los PMA en más de una forma: a través de un mayor rigor para los créditos y préstamos, de la recesión y compresión de las importaciones en los países asiáticos que constituían el mercado de exportación de mayor crecimiento para los PMAs africanos, del derrumbe de los precios e ingresos de los productos básicos, y de un agotamiento de una fuente incipiente de inversión extranjera directa desde esos países. También, dado el tamaño de los "paquetes de rescate financiero" del FMI y de otros países industrializados destinados a los países asiáticos y a otros países en situación similar -en gran medida para rescatar a sus propios bancos e instituciones financieras que prestaron imprudentemente a esos países-, la disponibilidad de ayuda oficial para el desarrollo para esos países podría correr mayor peligro, más aún si eso incluye llamadas al mundo industrializado con respecto a la realización de programas en el marco de la Iniciativa para la deuda de los países pobres muy endeudados (HIPC).

Los promedios de inversión y ahorro de esos países, con relación al PIB, permanecen muy bajos a pesar de algunas mejoras recientes, y en muchos países la inversión no es suficiente para cubrir las necesidades de sustitución, menos aún apoyar capacidad productiva nueva, se señala. Las corrientes de IED también son escasas y concentradas en países ricos en minerales, se señala en el informe.