No. 128 - Diciembre 1999
Tercera Reunión Ministerial de la OMC
Clausura de Charlene Barshefsky
Los siguientes comentarios de clausura fueron realizados por la Representante Comercial de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, al final de la Tercera Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), en el plenario realizado el 3 de diciembre.
Permítanme comenzar ofreciendo mi más sincero agradecimiento al director general (Mike) Moore, a los presidentes y copresidentes de nuestros Grupos de Trabajo, a la Secretaría de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y a cada una de las delegaciones que representan a sus gobiernos aquí en esta reunión ministerial, por el trabajo difícil y productivo realizado en la última semana. También me gustaría agradecer a nuestros anfitriones de Seattle por su hospitalidad y paciencia durante una semana que resultó en ocasiones extremadamente difícil.
En los últimos cuatro días, participamos en negociaciones y discusiones intensas en una de las cuestiones básicas que enfrenta el mundo hoy en día: la creación de una economía comercial mundial para el próximo siglo. Los delegados asumieron algunos de los temas y decisiones de política más profundos e importantes, entre ellos temas que las Rondas anteriores no pudieron resolver, y asuntos que antes no habían sido presentados ante el sistema de comercio. Se encargaron de esos temas con buena voluntad y mutuo respeto, e hicieron avances en muchos de ellos.
No obstante, los temas que tenemos ante nosotros son diversos, complejos y con frecuencia nuevos. Y junto con esto, descubrimos que la OMC superó procesos que anteriormente habían resultado apropiados. Una opinión que cada vez más se siente como necesaria y que en general es compartida por los miembros, es que exista un proceso que tenga un mayor grado de transparencia interna y abra posibilidades de participación, para dar lugar a un número mayor y más diverso de miembros.
Es una combinación muy difícil de manejar. Forzó tanto la capacidad de contenido como de procedimiento de la reunión ministerial, y a medida que pasó el tiempo descubrimos que subsistían divergencias de opinión que no serían superadas rápidamente. La opinión colectiva, compartida por el director general, los presidentes y copresidentes de los Grupos de Trabajo y los miembros en general, fue que era mejor que nos tomáramos un respiro, realizáramos consultas entre nosotros y encontráramos formas innovadoras para culminar la labor.
Por lo tanto, los ministros acordaron suspender el trabajo de la Conferencia Ministerial. Durante este tiempo, el director general puede consultar a las delegaciones y discutir formas innovadoras para zanjar los problemas de los sectores restantes en que todavía no se ha logrado consenso, desarrollar un proceso mejorado que sea a la vez eficiente e incluya a todos, y preparar el camino para una conclusión exitosa. La Conferencia Ministerial reanudará entonces su labor.
Nuevamente, deseo agradecer al director general Moore, a la comunidad de Seattle y a todas las delegaciones por su esmerado trabajo y participación en estas conversaciones. Para mí, ha sido un honor y un privilegio trabajar juntos, y ansío continuar el trabajo en las semanas y meses venideros.
El texto fue recogido de un sitio en Internet vinculado a la Representante Comercial de Estados Unidos, Charlene Barshefsky, en Washington.
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