No. 137 - Setiembre 2000
El sistema decisorio y de cuotas del FMI
La necesidad de reformar el sistema de toma de decisiones de las instituciones financieras internacionales y mejorar la participación de los países en desarrollo fue uno de los temas claves de varias delegaciones y panelistas presentes en la reunión regional del 3 de agosto sobre Financiamiento para el Desarrollo. Es necesario una reforma del sistema de cuotas del FMI y el Banco Mundial para que refleje de mejor manera los intereses de los países en desarrollo, dijeron varias delegaciones y panelistas.
En la reunión fue evidente la disconformidad por la forma en que se ha marginado a los países en desarrollo del proceso de reforma y los procesos de toma de decisiones del sistema financiero internacional. Revertir esa situación se convirtió en uno de los puntos principales de la reunión de Jakarta.
En la sesión de la mañana del 3 de agosto uno de los panelistas, Ariel Buira, ex vicegobernador del Banco Central de México, dijo que la legitimidad de las instituciones financieras internacionales está en tela de juicio. “Somos conscientes de que en esas instituciones hay una gran concentración de poder en unos pocos países y que eso tiene que ver con el sistema de cuotas”, dijo. Buira se refería a la distribución de los derechos de voto entre los estados miembros del FMI y el Banco Mundial, ponderados según la cantidad de acciones de capital de esas instituciones que cada uno tenga, las que son asignadas de acuerdo a un sistema de cuotas. Un reducido número de países desarrollados detentan la mayoría de las acciones asignadas por el sistema de cuotas y por lo tanto pueden dominar el proceso decisorio de las instituciones. Buira añadió que era importante crear en las instituciones financieras internacionales un sistema que diera una participación más amplia a la comunidad internacional.
Otro panelista, Aziz Ali Mohammed, en representación del Grupo de los 24, reflexionó sobre el estado del debate en torno a la arquitectura financiera internacional y dijo que un tema clave que no está planteado pero debería estarlo, es la distribución del poder de voto en el sistema financiero mundial. “Esta distribución deriva de una fórmula totalmente arbitraria diseñada para perpetuar el dominio de los países desarrollados”, declaró. Añadió que otro tema importante hasta ahora ausente en la discusión es la forma de gobierno interna del FMI. Dijo que son muy pocos los países que ejercen influencia en el Directorio y el personal de la organización. La proximidad del FMI al Tesoro de Estados Unidos genera una influencia indebida, que no debería estar determinada en función de la ubicación geográfica, añadió.
Una representante de la delegación china dijo que la crisis asiática dejó en evidencia una debilidad inherente al sistema financiero actual. Hay un reclamo generalizado que pide una reforma del sistema. Por otro lado, se hace sentir la necesidad de una participación de la región en el proceso de reforma. Señaló que ahora hay muchos foros y organismos dedicados a discutir sobre la reforma y las reglas del juego y que se están formulando normas en tal sentido. “Pero la participación de los países en desarrollo es parcial o incluso a veces se los excluye”, expresó. “Se pide a los países en desarrollo que cumplan las normas y se ajusten a las reglas, y sin embargo se nos deja fuera de las negociaciones que las establecen. Eso es inaceptable y es necesario revertir esta situación. Se impone la participación plena de los países en desarrollo”.
Un delegado de Corea coincidió en que la reforma de las instituciones financieras internacionales debería estar en el centro de los esfuerzos internacionales por construir una nueva arquitectura financiera internacional. “Las instituciones financieras internacionales deben funcionar adaptándose a los cambios del clima económico”, opinó y añadió: “Hay que ajustar el sistema de cuotas de forma que refleje los reclamos de los países miembros. Esto fortalecerá la responsabilidad pública de la organización”.
Hideaki Kobayashi, representante permanente de Japón ante la ONU en Nueva York y miembro de la junta del comité preparatorio de la reunión de Financiamiento para el Desarrollo, estuvo de acuerdo en que es necesario rever la asignación de cuotas en las instituciones financieras internacionales. Tomando a su propio país como ejemplo, dijo que Japón tenía una cuota de 6,8 por ciento, cuando debería ser de alrededor del 10 por ciento. En comparación, la cuota de Japón para las contribuciones a la ONU es del 20 por ciento, mientras que su participación en el Producto Bruto mundial es del 14 por ciento. “Es necesario que se haga una revisión profunda y se estudie el tema de la asignación de cuotas”. No obstante, previno que las normas del proceso decisorio de las instituciones de Bretton Woods deben ser plenamente respetadas una vez que se logre acuerdo en torno a ellas y de la misma forma habrá que respetar su jurisdicción.
El representante de Malasia, Tan Seng Sung, del Ministerio de Relaciones Exteriores, dijo que es fundamental que en los foros internacionales sobre reformas financieras exista una representación y participación adecuadas de los países en desarrollo y emergentes. “Actualmente, los países en desarrollo tienen una representación y participación inadecuadas y los foros decisorios o de discusión están dominados por los países desarrollados”, expresó. “Por lo tanto, es necesario instrumentar reformas de las estructuras y procesos decisorios de las instituciones financieras internacionales. Esto equilibrará las tendencias actuales que se inclinan en favor de los principios de libre mercado y postergan los problemas que enfrentan los mercados emergentes. Habrá que tomar en cuenta, pues, los distintos intereses y circunstancias de cada país en particular, cada uno en diferentes estados de desarrollo”.
El representante permanente de Pakistán ante la ONU en Nueva York, Shamshad Ahmad, dijo que la participación de los países en desarrollo es importante para rediseñar la arquitectura financiera internacional con vista a encaminarla a un desarrollo financiero. “Pero la voz de los países en desarrollo en el proceso de reforma ha sido silenciada”, dijo. “Sólo unos pocos países en desarrollo están en el Grupo de los 20. Queremos foros transparentes y democráticos”.
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