No. 152 - Diciembre 2001
Oxfam: El resultado de Doha es desalentador
La ONG internacional Oxfam considera que la Cuarta Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) celebrada en Doha fue un desalentador puntapié inicial para las negociaciones de comercio mundial, otorgándole al acuerdo alcanzado en la capital de Qatar un puntaje de "cuatro sobre 10". Aunque en lo que respecta a la salud pública se logró una clara victoria, en otros aspectos, los países en desarrollo podrían ser avasallados y obligados a aceptar una amplia agenda comercial que podría exacerbar la pobreza y la desigualdad, advirtió Oxfam en un comunicado de prensa el 14 de noviembre.
Oxfam elogió el resultado acordado en la Conferencia Ministerial de Doha sobre reglas de patentes y acceso a medicamentos, y declaró que los países en desarrollo ganaron una importante batalla política en este frente, tras meses de esfuerzo. "El acuerdo sobre patentes ayudará a los países pobres a conseguir medicamentos más baratos. Doha envía el fuerte mensaje de que la salud de la gente está por encima de los intereses de las grandes compañías farmacéuticas, que tendrán mayores dificultades para intimidar a los países pobres con respecto a las patentes", dijo Michael Bailey, Asesor de Política de Oxfam. "Pero la lucha por los medicamentos a bajo precio no ha terminado. Sin mayores cambios, las reglas de patentes de la OMC seguirán provocando sufrimiento a las personas enfermas en el mundo en desarrollo".
Mientras la declaración de Doha sobre el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (TRIPS) y la salud pública se considera favorable a los intereses del mundo en desarrollo, el programa de trabajo puesto en movimiento por la conferencia podría tener consecuencias adversas para el Sur, advirtió Oxfam. Tras días de forcejeos, los gobiernos de los países en desarrollo acordaron en principio ampliar el alcance de la próxima ronda de negociaciones comerciales. Es posible que se agreguen conversaciones rápidas sobre inversión y competencia a la agenda, de por sí exigente, de liberalización de la agricultura y los servicios.
Oxfam teme que esto sobrecargue la capacidad de negociación de los países en desarrollo y los obligue a abrir sus mercados incondicionalmente a las empresas trasnacionales. "Existe una vía de escape que permite aplazar los temas nuevos, pero los países en desarrollo sufrirán intensas presiones para no utilizarla", señaló.
Además, muchos de los reclamos inmediatos de los países en desarrollo fueron rechazados o acallados con promesas vacuas. "La negativa del mundo rico a detener el dumping agrícola o a liberar sus mercados a las exportaciones de los países menos adelantados es escandalosa", comentó Bailey. "Estos descarnados ejemplos de doble discurso e hipocresía indican que la llamada ‘ronda del desarrollo’ anunciada por los gobiernos europeos quedó enterrada en la arena de Doha".
Oxfam destacó que ahora el desafío está en lograr que la opinión pública del Norte y el Sur por igual se unan para luchar por una auténtica ronda de desarrollo que responda a las necesidades de los mil millones de personas que viven en la pobreza. "La victoria sobre el acceso a las medicinas muestra que las mareas sí retroceden", concluyó.
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