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   No. 172 - Setiembre 2003
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No. 172 - Setiembre 2003

Agricultura en la OMC

Países del Sur se niegan a negociar en base a documento conjunto EE.UU.-UE

Estados Unidos y la Comunidad Europea presentaron un documento conjunto sobre agricultura en una reunión de jefes de delegación realizada en la OMC en la noche del miércoles 13 de agosto. El texto generó un fuerte rechazo por parte de los países en desarrollo, durante la discusión inicial. Este es un informe sobre el tema de la Red del Tercer Mundo.

Estados Unidos y la Unión Europea presentaron su texto sobre agricultura como un "marco" para borrar diferencias entre ambos y explicaron que, más adelante, podrían incluirse otros temas, como el trato especial y diferenciado, mediante negociaciones entre todos los miembros.

Se fijará la reducción de aranceles y subsidios a la exportación a partir de las negociaciones que tengan lugar después de Cancún. Estados Unidos y la Unión Europea recalcaron que los objetivos de la Conferencia Ministerial de Cancún son muy ambiciosos y, según los representantes estadounidenses, los resultados tendrán un alcance aún mayor que la Ronda Uruguay.

Pero varios países en desarrollo rechazaron la propuesta conjunta de Estados Unidos y la Unión Europea como documento base para futuras negociaciones e insistieron en que el mismo sea sólo uno más entre otros a considerar, dado que habría que mantener como centro de las discusiones el documento elaborado por Stuart Harbinson, presidente de las negociaciones sobre agricultura.

La embajadora de Kenia, Amina Chawahir Mohamed, sostuvo que las discusiones habían tenido como base, hasta ahora, al texto Harbinson y que, por lo tanto, para hacer avanzar el proceso habría que tener en cuenta todas las opiniones planteadas, en especial las de los países en desarrollo. La embajadora manifestó su inquietud ante la posibilidad de que, en el último momento posible, se procure resolver asuntos que se debaten hace tres años. Muchos países del mundo en desarrollo expresaron su preocupación respecto del contenido del documento conjunto.

El embajador de India, K.M. Chandrasekhar, se mostró descontento con el texto de Estados Unidos y la Unión Europea, que promueve la apertura de los mercados del mundo en desarrollo, pero permite que los países del Norte se las ingenien para librarse de la obligación de reducir los créditos y subsidios domésticos a la exportación. Chandrasekhar dijo que India, con 680 millones de campesinos de los que ocuparse, no puede aceptar la propuesta, que es contraria a sus intereses.

La propuesta de acceso a los mercados es la más difícil porque contiene una categoría de productos sujetos al enfoque de armonización que obligará a los países en desarrollo a abrir sus mercados. Estados Unidos y la Unión Europea no tendrán ningún problema porque tienen menos renglones arancelarios altos que los países en desarrollo.

El embajador de Brasil, Luis Felipe de Seixas Correa, se mostró molesto con la propuesta y declaró que, en cuanto al trato especial y diferenciado, "habrá que ajustar las normas y obligaciones de los principales países exportadores de alimentos". Seixas Correa sostuvo que Estados Unidos y la Unión Europea intentan crear una nueva categoría de países y cuestionó el fundamento legal e institucional de esta nueva clasificación de países exportadores. En cuanto al acceso al mercado, indicó que no cumple con lo establecido en Doha.

El embajador de China, Sun Zhenyu, recalcó que muchas preguntas siguen sin respuesta. No se habla del trato especial y diferenciado ni de productos especiales para los países en desarrollo. Y se trata escasamente el tema de los subsidios y créditos para la exportación.

La embajadora de Kenia dijo que el texto de Estados Unidos y la Unión Europea está lejos de cumplir con las expectativas y que por eso resulta difícil de aceptar como base de trabajo. No se dan cifras específicas que indiquen la intención de reducir el apoyo doméstico que constituye una distorsión comercial. El objetivo central parece ser la armonización de los grados de apoyo doméstico permitidos entre Estados Unidos y la Unión Europea. El texto sugiere que la caja azul* estará disponible para todos los miembros, lo cual constituye un paso atrás en términos de liberalización. Además, no se tienen en cuenta los elementos de distorsión del mercado de las medidas de caja verde y los criterios sobre los cuales se basan.

En cuanto al acceso a los mercados, la embajadora de Kenia señaló que la fórmula propuesta por Estados Unidos y la Unión Europea, es decir, armonizar la reducción arancelaria estableciendo una categoría de productos para todos los países, no contempla los intereses de su país. Respecto de la exportación, el texto niega el mandato de Doha de reducir sustancialmente todo tipo de subsidios a la exportación, con el objetivo final de eliminarlos. Y en cuanto al trato especial y diferenciado, el texto adopta sólo el enfoque restringido de la Ronda Uruguay.

"Nos preocupa este intento de resolver en el último momento posible los temas que están sobre la mesa hace tres años. Los ministros que vayan a Cancún deberían recibir un informe realista y fáctico sobre la situación actual de las negociaciones, que también debería reflejar la divergencia de opiniones expresada por los miembros hasta ahora. Los ministros deberían conducir las negociaciones en base a ese informe e incluir nuevos plazos de presentación de modalidades y calendarios de (cumplimiento de los) compromisos", sostuvo la embajadora de Kenia.

Más tarde, en una conferencia de prensa conjunta, el jefe de negociaciones agrícolas de Estados Unidos, Allen Johnson, y el embajador de la Unión Europea, Peter Carl, declararon que el texto presentado era un ejercicio de liderazgo para catalizar las negociaciones sobre agricultura y las demás áreas. Johnson dijo que ambos habían "salvado la prueba" y Carl sostuvo que la propuesta constituye un nuevo marco de salida y solución de problemas entre ambas potencias mundiales.

Los diplomáticos de Estados Unidos y la Unión Europea no dieron detalles a los periodistas, que pedían aclaraciones tales como el monto de los subsidios domésticos en el futuro y la proporción de importaciones que los países podrán asignar entre el corte de renglones, la fórmula de armonización y los enfoques de eliminación de aranceles.

Quedó claro que el texto fue preparado por Estados Unidos y la Unión Europea para cubrir únicamente sus intereses y borrar diferencias de un modo aceptable para ambos. Los intereses de los países en desarrollo no figuran.

En la conferencia de prensa, Carl explicó que Estados Unidos y la Unión Europea habían decidido presentar una propuesta conjunta por varios motivos. Primero, porque hay un "paralelismo" entre ambos en términos de competencia de exportación, ya que la Unión Europea se comprometió a la supresión progresiva del subsidio a la exportación de ciertos productos y a la reducción de los demás, y Estados Unidos acordó revisar los créditos a la exportación. Respecto de los subsidios domésticos, existe un marco común tendiente a la reducción de los apoyos comerciales distorsionantes. En cuanto al acceso al mercado, hubo intercambio de concesiones, dado que la Unión Europea aceptó que algunos aranceles queden sujetos a la política de armonización y Estados Unidos admitió que ciertos productos sean sometidos a la fórmula Ronda Uruguay.

En respuesta a la pregunta de qué significa la categoría propuesta de "países de la red exportadora de alimentos", Carl explicó que no es razonable tratar igual a los países en desarrollo que son potencias mundiales por su capacidad de exportación, que a los importadores de alimentos. Sin embargo, dijo que no daría la lista de países integrantes de dicha categoría porque "cuando uno se encuentra con un elefante, se da cuenta".

Cuando le preguntaron por qué se había dejado de lado el concepto de "productos especiales", Carl contestó que el mismo formaba parte del enfoque Harbinson para cubrir los intereses de países como India. De modo que Estados Unidos y la Unión Europea no habían discutido el asunto: "buscamos soluciones para nosotros", explicó. Los países en desarrollo tendrán que plantear sus necesidades durante las negociaciones.

Carl agregó que la Unión Europea y Estados Unidos no trataron el tema de los subsidios de caja verde porque no tenían nada contra los mismos.

Allen Johnson recalcó que tanto Estados Unidos como la Unión Europea desean "pasar de un apoyo doméstico que distorsiona el mercado a una modalidad menos distorsionante, y luego a una que no distorsione para nada", y que eso es lo que muestra el documento conjunto.

Un periodista le preguntó a Carl por qué no se tocaban los temas de las indicaciones geográficas y las inquietudes no comerciales en la propuesta, cuando la Unión Europea había insistido hasta ahora en que, si no se resolvían esos puntos, no podía aceptar la inclusión de otras áreas de negociación. Pero Carl respondió simplemente que llevaría mucho tiempo entrar en ese asunto.

Otro periodista le pidió a los representantes de la Unión Europea y de Estados Unidos que aclararan cuál sería el total de los subsidios domésticos luego del ejercicio y si realmente disminuirían, o si la propuesta era meramente cambiar los subsidios de casillero sin reducir la producción y las exportaciones. El mismo periodista preguntó si, en caso de que la propuesta conjunta fuera aceptada, esperaban que su producción agrícola aumentara, disminuyera o se mantuviera. Y además, pidió que detallaran cuál sería la proporción de productos que entrarían en las tres categorías (corte lineal, armonizador o arancel cero).

Johnson negó la posibilidad de que se hiciera un mero cambio de orden sin consecuencias y aseguró que el objetivo es pasar de una situación de distorsión del mercado a otra no distorsionante. Según Johnson, gracias al subsidio de caja verde a la conservación, se dejarán de cultivar muchas hectáreas de tierra. Tanto él como Carl dijeron que no hay cifras sobre la proporción de productos que figuran en las tres categorías, por ejemplo. Pero que dependerá de las negociaciones el hecho de que se generen esas cifras.

Ni Carl ni Johnson contestaron las preguntas acerca de cuál sería el total de los subsidios internos, o los niveles de producción proyectados a partir de la propuesta conjunta.

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* Las subvenciones y programas que van en ayuda de la producción doméstica se clasificaron en tres categorías: Compartimiento verde: medidas de ayuda permitidas y no sujetas a limitaciones, por considerarse que no tienen efectos de distorsión del comercio. Compartimiento azul: medidas de ayuda vinculadas a la producción permitidas, pero que están sujetas a limitaciones relativas a la producción, por lo que tienen efectos mínimos de distorsión del comercio. Compartimiento ámbar: medidas de ayuda sujetas a compromisos de reducción, por considerarse que tienen efectos de distorsión del comercio.




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