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No. 81 - Julio 1998

Mujer y banca multilateral en América Latina

Puntos y bancas

por Elena Fonseca

La Red Latinoamericana y del Caribe sobre la Banca Multilateral de Desarrollo (Red Bancos) y la organización feminista uruguaya Cotidiano Mujer organizaron conjuntamente un taller sobre "Movimiento de Mujeres y Banca Multilateral de Desarrollo", que se celebró en Montevideo del 13 al 15 de noviembre de 1997. El libro Puntos y Bancas. Movimiento de Mujeres en América Latina y banca multilateral recoge los aspectos centrales del mismo.

Puntos y bancas.
Movimiento de Mujeres en América Latina y banca multilateral.
Montevideo, Cotidiano Mujer-Red Bancos/Instituto del Tercer Mundo, 1998, 96 páginas.

Recoge documentos y debates presentados en el Seminario-Taller: "Movimiento de Mujeres y Banca Multilateral de Desarrollo", realizado del 13 al 15 de noviembre de 1997.

Cotidiano Mujer Salto 1265, Montevideo, Uruguay Tel.: (598 2) 409 5651 Fax: (598 2) 403 0374 E-mail:cotidian@chasque.apc.org

Un indicador de crecimiento del movimiento feminista en general, y en particular del de nuestro continente es discutir la relación movimiento feminista -banca multilateral. Esto muestra que el movimiento feminista y sus planteos han alcanzado un nivel de profundidad y amplitud que le permiten encarar temas de carácter político y económico, lejanos hasta ahora a la militancia feminista. Aun más difícil de encarar, es la "institucionalización", que abre nuevas disyuntivas pero también plantea nuevos problemas, enfrentando riesgos y desafíos.

Un ejemplo de esto fue la propia Conferencia de Beijing, el proceso hacia ella, el relacionamiento con los gobiernos, con la Organización de las Naciones Unidas y la CEPAL, y las posteriores actividades de seguimiento y monitoreo de la aplicación de la Plataforma de Acción Mundial (PAM). Todo ello constituyó un desafío para mantener la coherencia entre los aspectos irrenunciables como la autonomía del movimiento y las posibles concesiones al negociar y articular con otros sectores de la sociedad.

En este marco se plantea la relación con los organismos financieros internacionales presentes en la región, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyas políticas han dado resultados poco positivos en términos sociales y discutiblemente sustentables en términos de estabilidad macroeconómica.¿Es necesario discutir con ellos? ¿Es posible desconocer su existencia y su importancia? Beijing fue la demostración de que el movimiento feminista latinoamericano y del Caribe está dispuesto a negociar y a legitimar su presencia en todos los espacios, tratando de incidir en todos los planos con el objetivo de la equidad de género.

La apertura de los bancos para introducir las "acciones de género" en sus políticas parece abrir posibilidades de interactuar con ellos, aunque se sepa que los proyectos que incluyen esta perspectiva de género no están descolgados de una lógica política general, ni de una determinada concepción del desarrollo, que muy a menudo pone en evidencia la asimetría de las relaciones Norte-Sur. El modelo de desarrollo impulsado por los bancos se apoya en el crecimiento económico pero no en la distribución equitativa de la riqueza, se basa en el mercado como gran asignador de recursos y ha mostrado una gran capacidad de marginación y exclusión social.

Desde principios de los 70 el Banco Mundial da cuenta de una preocupación por la participación de las mujeres, como sujeto específico, en el desarrollo ; a partir de 1986 da un apoyo más formal y más visible desde el punto de vista de los recursos para las gender related actions (acciones de género); desde 1994 el Banco Mundial se propone -a través de políticas operacionales- reducir la disparidad de género y aumentar la participación de las mujeres en el desarrollo económico de los países, integrando criterios de género en sus programas de asistencia al país; en 1995 el Banco Mundial participa en la Cuarta Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer, en Beijing, y su presidente recibe una petición firmada por más de 900 asistentes exigiendo la implementación de la Plataforma de Acción; durante el mismo año el Banco Mundo realiza una evaluación y seguimiento de la inclusión de las "acciones de género" en el propio Banco.

Por su parte, el BID puso énfasis en estos últimos 20 años en la necesidad de prestar especial atención a intensificar su contribución en el desarrollo de la mujer, como capital humano, "productora", "individuo capaz de tomar decisiones" y "generadora de ingresos". Los objetivos generales del BID están orientados a lograr una mayor integración de la mujer en todas las etapas del proceso de desarrollo y a mejorar su situación económica, así como a apoyar las iniciativas que favorezcan las oportunidades de las mujeres para acceder a un trabajo remunerado, los programas de extensión, facilidades para el acceso al crédito, entre otras. En 1996 el BID realizó una evaluación y revisión de su política para Mujeres en Desarrollo.

Como vemos el tema de la mujer ha sido para los bancos multilaterales una preocupación en los últimos 20 años. Sin embargo, dicha preocupación ha tenido diferentes perfiles en la ubicación del rango jerárquico que merecieron así como también en relación a los diferentes enfoques del desarrollo y a la insuficiente capacitación en género del personal de los bancos.

El libro Puntos y Bancas. Movimiento de mujeres en América Latina y banca multilateral incluye documentos de Argentina, Bolivia y México así como informes de la relación con la banca multilateral en Nicaragua, El Salvador, Perú, Colombia, Brasil y Uruguay.

El debate mostró las dificultades planteadas para abordar un tema de profundas controversias dentro del movimiento feminista latinoamericano en los últimos 20 años, el de su relación con los estados, los organismos internacionales y la banca multilateral.

Para algunas de las participantes, la revisión de los proyectos del Banco Mundial es un ejercicio que posibilita ciertos espacios de incidencia para el cambio de políticas. Para otras, éste es un terreno lleno de dificultades

Todo debate sobre estrategias de los movimientos de mujeres lleva a definir el sujeto del que estamos hablando ; la diversidad y pluralidad del movimiento de mujeres aparece a la vez como riqueza y debilidad.

Para algunas mujeres, la discusión se ubica en un plano muy operativo. Para otras, las cosas no son tan sencillas. Articular, ¿cómo?, ¿para qué?

La institucionalización de la perspectiva de género supone la capacidad de elaborar propuestas, articular estrategias de negociación y presión política sobre la base de nuestra experiencia, de nuestro saber acumulado como mujeres y como feministas. Hicimos este debate desde perspectivas diferentes, pero conscientes de nuestra voluntad de incidir en la realidad de nuestros países.






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