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   No. 89 - Marzo 1999
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Ambiente


No. 89 - Marzo 1999

MONSANTO EN INDIA

Experimentos peligrosos

por Vandana Shiva

La transnacional estadounidense Monsanto lleva a cabo actualmente en India una serie de ensayos de cultivos transgénicos en 40 sitios, cuyo procedimiento mismo constituye una violación de todas las normas democráticas y ecológicas. La ausencia de un régimen regulador adecuado tanto a escala nacional como internacional que se ocupe de los riesgos ecológicos asociados con la nueva tecnología, sólo contribuye a reforzar el reclamo de ciudadanos de todo el mundo de declarar una moratoria de cinco años sobre la ingeniería genética aplicada a la agricultura.

Monsanto afirma su imperio en el sector agrícola de India a costa de la democracia y la ecología. Así lo demuestra la manera en que comenzó la experimentación de sus cultivos transgénicos en ese país. Incluso los gobiernos de los estados en que se realizaron los ensayos no fueron suficientemente informados por Monsanto y el Departamento de Biotecnología de India.

Byre Gowda, ministro de Agricultura de Karnataka, declaró que dicho centro no había consultado al gobierno la autorización de la plantación de campos de experimentación en Maladahalli (Sindhanne Taluk, Raichur), Ramkhar (Gagarilsommananahalli Taluk, Bellary) y Adur (Hanagal Taluk, Kaveri), en las tierras de propiedad de Sabassa J. Hunsole, de V. V. Nanjundappa, de Mahalingappa y de Shankarikoppa. La participación pública en las decisiones sobre la autorización o no de los ensayos no fue siquiera considerada, aun cuando se supone que toda actividad que resulte destructiva para el ambiente debe ser notificada y aclarada solamente después de una audiencia pública.

La ingeniería genética tiene serios riesgos ecológicos. Esa es la razón por la que el artículo 19.3 del Convenio sobre la Diversidad Biológica reclamó un Protocolo de Bioseguridad que actualmente está siendo elaborado a través de negociaciones internacionales. Esa es también la razón por la cual Francia prohibió todo tipo de cultivo transgénico y Gran Bretaña accedió al reclamo de los ciudadanos disponiendo una moratoria de un año a la liberación de cultivos transgénicos. Más recientemente, la Federación Internacional de Movimientos de la Agricultura Orgánica (IFOAM), el mayor organismo mundial a favor de la agricultura orgánica, exhortó a prohibir en forma inmediata el uso de la ingeniería genética en la agricultura por los riesgos que plantea a la agricultura, totalmente innecesarios para su desarrollo.

Los riesgos de las plantas tóxicas de Monsanto

Los ensayos que actualmente realiza Monsanto en India son para probar su algodón transgénico "Bollgard" o algodón Bt, que tiene genes de una bacteria insertada en él, por lo cual, contrariamente a lo que dice Monsanto, la planta produce su propio plaguicida. El algodón Bt no es "resistente a las plagas" sino que se trata de una planta productora de plaguicida. Entre los graves riesgos ecológicos que podrían causar los cultivos transgénicos productores de toxinas figuran la amenaza a la que estarían expuestas especies benéficas tales como pájaros, abejas, mariposas y escarabajos, que son necesarios para la polinización y para el control de plagas a través de un equilibrio en la competencia biológica.

Nada se sabe todavía acerca del impacto sobre la salud humana cuando se comen cultivos Bt productores de toxina, tales como la papa y el maíz, o sobre la salud de los animales cuando son alimentados con tortas oleaginosas fabricadas con algodón Bt o forraje derivado de maíz Bt. Además, si bien las plantas productoras de plaguicida son ofrecidas como alternativa a los plaguicidas que deben ser aplicados, de hecho crearán la necesidad de más plaguicida ya que las plagas están generando rápidamente resistencia a los cultivos Bt transgénicos. La utilización extendida de cultivos que contienen Bt podría acelerar en los insectos plaga el desarrollo de resistencia al Bt, que es utilizado en el control orgánico de plagas. Ya hay ocho especies de insectos que desarrollaron resistencia a las toxinas Bt, sea en el campo o en el laboratorio.

Los cultivos Bt transgénicos expresan continuamente la toxina Bt a lo largo de su periodo de crecimiento. La exposición a largo plazo a las toxinas Bt promueve la generación de resistencia en las poblaciones de insectos, y ese tipo de exposición podría provocar una selección para la resistencia en todas las etapas de la plaga, en todas las partes de la planta y durante toda la estación. Debido a este riesgo de resistencia a las plagas, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ofrece únicamente un registro condicional y temporario de las variedades productoras de Bt. La tecnología de Monsanto, pues, destruirá la biodiversidad benéfica y creará superplagas tanto eliminando los depredadores de los insectos plaga como creando plagas que son resistentes a los plaguicidas.

Si bien los cultivos Bt productores de plaguicida de Monsanto no se basan en la tecnología exterminadora, que destruye la capacidad de germinación de la semilla para que los agricultores no puedan guardarla, en un sentido ecológico son una tecnología exterminadora pues liquidan la biodiversidad y las posibilidades de una agricultura ecológica y sustentable basada en la conservación de la biodiversidad. El impacto ecológico del algodón Bt no puede ser evaluado sobre la base de un ensayo de tres meses. La experimentación debe prolongarse durante dos o tres estaciones de cultivo y debe evaluarse el impacto sobre todos los organismos, incluidos los microorganismos del suelo, que se sabe que han sido destruidos por los tóxicos de los cultivos Bt. Para evaluar el impacto ecológico total de la destrucción de la biodiversidad y la contaminación genética causada por los cultivos transgénicos, es necesario seguir los siguientes pasos: * hacer una evaluación completa de la biodiversidad del ecosistema en la cual se introducirá el organismo modificado genéticamente, * hacer una evaluación del impacto del cultivo transgénico en las diversas especies incluidos los polinizadores y los microorganismos del suelo, * hacer una evaluación de los riesgos de una posible transferencia de los rasgos manipulados genéticamente a los cultivos no transgénicos a través de la transmisión horizontal y la polinización.

Las experimentaciones de Monsanto en Karnataka con el algodón Bollgard no observaron ninguno de esos pasos esenciales para realizar una evaluación de los riesgos ecológicos de un organismo transgénico. Cuando Monsanto afirma que logró un 93 por ciento de éxito, se refiere a los resultados agronómicos, no a la seguridad ecológica. Además, en la medida en que la tecnología del Bt apunta a la producción de plaguicida, no a un aumento de su rendimiento, Monsanto distorsiona deliberadamente los hechos cuando cita como característica del Bollgard el aumento de la producción de algodón.

Monsanto también brinda una mala información al público cuando anuncia que con las plantas productoras de plaguicida no hay necesidad de aplicarlo manual o mecánicamente. La justificación primera para la manipulación genética del Bt en los cultivos es que reducirá el uso de insecticidas. Uno de los folletos de Monsanto, que tiene una foto de algunos gusanos, dice: "Verá algunos en su algodón, pero no hay problema. No aplique insecticida". No obstante, en Texas, Monsanto enfrenta una demanda de 25 agricultores por el algodón Bt plantado en 18.000 acres y que sufrió el ataque del gusano bellotero, ante lo cual los agricultores tuvieron que aplicar plaguicidas a pesar de la propaganda de la empresa de que la ingeniería genética acababa con la era de los plaguicidas.

Lagunas en las reglamentaciones sobre bioseguridad

El permiso obtenido por Monsanto para realizar cultivos de experimentación con plantas tóxicas sin el consentimiento democrático de los gobiernos afectados, tanto a escala local como estatal, y sin la participación democrática de la opinión pública en las decisiones en materia de bioseguridad, revela los vacíos y carencias de las reglamentaciones actuales sobre bioseguridad, tanto desde una perspectiva democrática como ecológica.

Las reglamentaciones en materia de bioseguridad deben experimentar cambios radicales en los que haya una participación amplia en las decisiones relacionadas con la ingeniería genética. El permiso para la experimentación de cultivos transgénicos así como para su liberación debe ser otorgado no sólo por el gobierno central sino por todos los niveles de gobierno, desde el estatal al local. Además, antes de otorgar cualquier permiso, la opinión pública debe ser informada sobre la solicitud de realizar experimentaciones con un determinado cultivo transgénico. Es necesario organizar audiencias públicas en las poblaciones, distritos y estados en los que se tiene pensado realizar los cultivos experimentales.

El marco científico del impacto ecológico de los cultivos transgénicos sobre la bioseguridad, la salud del ecosistema y la salud pública, también requiere ser perfeccionado para hacer frente al impacto de los cultivos de experimentación y la liberación deliberada en los diversos contextos ecológicos de India.

Si Monsanto y el gobierno de India no cumplen con estos criterios ecológicos y democráticos en los ensayos de cultivos transgénicos, tendremos otra evidencia más de que la promoción de la ingeniería genética por empresas como Monsanto sólo puede basarse en métodos dictatoriales, distorsionados y coercitivos. En ese contexto, la ingeniería genética aplicada a la agricultura es necesariamente antinatural y antipopular.

Políticas a tomar

1. Las experimentaciones de Monsanto de cultivos transgénicos en 40 lugares de India deben suspenderse de inmediato, ya que violan todas las normas ecológicas y democráticas.

2. Debería aprobarse una moratoria de cinco años a todo tipo de comercialización de cultivos transgénicos, tanto sobre la importación como sobre la producción y distribución de semillas en India, mientras se trabaja en un régimen ecológico y regulador para la evaluación del impacto de los cultivos transgénicos y en un sistema que permita la participación pública.

3. El régimen regulador para la ingeniería genética no es inadecuado únicamente en India, sino en todo el mundo. En Estados Unidos, los ensayos de ese tipo de cultivos no tienen ninguna dimensión ecológica, sólo evalúan el rendimiento agronómico. Los datos de los cientos de ensayos realizados en Estados Unidos, puestos en el contexto ecológico, no son datos y no son ensayos.

4. La biotecnología y la ingeniería genética aplicadas a la agricultura se están moviendo en un vacío regulador total, como queda claro con la situación de Estados Unidos. La propia Monsanto afirma: "Monsanto no tiene por qué probar la seguridad de los alimentos producto de la biotecnología. Nuestro interés es vender lo más posible. Garantizar su seguridad es tarea de la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de Estados Unidos". La FDA no se encarga de la seguridad de los cultivos Bt ya que tales cultivos son considerados plaguicidas.

La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, que supuestamente es el organismo encargado de controlar la seguridad de los plaguicidas, considera a los cultivos transgénicos que producen plaguicida como cultivos convencionales y, por tanto, tampoco controla la seguridad de ese tipo de cultivos. Es para llenar ese vacío en materia de política de salvaguardas ambientales que los ciudadanos de todo el mundo reclaman una moratoria de cinco años sobre la ingeniería genética aplicada a la agricultura.

Vandana Shiva es científica y activista india.






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