No. 89 - Marzo 1999
La OMC, la agricultura y la seguridad alimentaria
El Acuerdo sobre Agricultura de la Organización Mundial de Comercio (OMC) causa cada vez más preocupación entre agrupaciones de agricultores, organizaciones no gubernamentales, expertos y gobiernos del Sur. La razón es que dicho acuerdo presiona a los países en desarrollo para que abran sus economías a las importaciones baratas de alimentos y otros productos agrícolas, y también obliga a sus gobiernos a reducir o eliminar los subsidios a los agricultores. Esto podría afectar el sustento y aun la supervivencia de los pequeños agricultores, además de amenazar la seguridad alimentaria de muchos países.
La OMC fue establecida formalmente en enero de 1995 como sucesora del Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) tras la conclusión de las negociaciones de la Ronda Uruguay. Los pactos firmados incluyeron el de agricultura, que por primera vez comprometió a los países miembros a reducir los aranceles de importación y los subsidios domésticos y de exportación en el sector agrícola, con lo que liberalizó el comercio internacional en ese rubro. El acuerdo es claramente sesgado en favor del Norte, y cuatro años después de su firma, sus consecuencias adversas sobre los países del Sur son más palpables.
Desafortunadamente, mientras los países en desarrollo intentan evaluar esas consecuencias, se enfrentan a una nueva ronda de negociaciones en la que podrían ser obligados a realizar más concesiones al Norte. Según el artículo 20 del acuerdo, los estados signatarios se comprometieron a continuar el "proceso de reforma" tras un período de cinco años y, por tanto, deberán realizar nuevas negociaciones en el 2000. De hecho, la Comisión de Agricultura de la OMC ya comenzó los trabajos preparativos de las negociaciones.
En los siguientes artículos analizamos los efectos e implicaciones del Acuerdo sobre Agricultura y los temas que los países del Sur deberían abordar en las próximas negociaciones.
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