No. 96/97 - Octubre/Noviembre 1999
CONFERENCIA MINISTERIAL DE LA OMC
Lista de temas y posiciones para Seattle
La oposición a la agenda del Norte para la Conferencia Ministerial de Seattle debería incluir la presión por parte de los países Sur para que se inicie un proceso de "Revisión, Reparación y Reforma" de los acuerdos existentes de la Organización Mundial de Comercio (OMC), así como del propio sistema de dicha organización.
1. Evitar mayores poderes de la OMC. Por lo tanto, en Seattle no debería lanzarse ningún tema nuevo como materia de negociación de nuevos acuerdos, en especial inversión, política de competencia, contratación pública (los tres temas nuevos impulsados por la Unión Europea en la OMC).
2. Por el contrario, en Seattle se debería decidir el inicio de un proceso de revisión, reparación y reforma de los acuerdos existentes de la OMC, así como del sistema de toma de decisiones y participación dentro del organismo y de la responsabilidad de la OMC para con los ciudadanos, parlamentos y la opinión pública en general.
No a los temas nuevos
1. Inversión. Existe actualmente en la OMC un grupo de trabajo dedicado exclusivamente a estudiar el tema de la inversión y el comercio, sin mandato para negociar un acuerdo, que la Unión Europea desea convertir en un grupo de negociación para llegar a un acuerdo de inversión. El Sur debería oponerse a esto e insistir en que el grupo de trabajo continúe estudiando el tema por dos o cuatro años más. El modelo de acuerdo de inversión propuesto seguramente será una versión similar (tal vez diluida) del fallido Acuerdo Multilateral de Inversión (MAI) de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que apuntaba a promover mayores derechos para los inversionistas extranjeros (derecho al establecimiento, trato nacional, protección al inversionista, eliminación de los derechos del Estado a imponer obligaciones y requisitos de desempeño a los inversionistas, libertad para la entrada y salida de capitales, y la fuerza de coerción de la OMC o sea el sistema de solución de diferencias). En caso de que en Seattle se decida la negociación de un acuerdo de inversión, seguramente veremos que el modelo será ese.
2. Competencia. En la actualidad, hay un grupo de trabajo en la OMC dedicado solamente a estudiar el tema de política de competencia y comercio, sin mandato para negociar un acuerdo nuevo. Al igual que en el tema anterior, la Unión Europea desea convertir ese proceso en negociaciones para llegar a un nuevo acuerdo en esa materia. El concepto e interpretación de la "competencia" seguramente es que las empresas e inversionistas extranjeros deben tener los mismos derechos que las empresas y personas nacionales, de manera que haya "igual competencia". El Sur debería oponerse a los intentos de la Unión Europea por iniciar un acuerdo de ese tipo e insistir en que el grupo de trabajo en este tema continúe estudiándolo por dos o cuatro años más.
3. Contratación pública. También para este tema hay un grupo de trabajo en la OMC que estudia un acuerdo interino sobre "transparencia" en la contratación pública. Estados Unidos y la Unión Europea han dejado en claro que este es sólo el primer paso hacia un acuerdo pleno sobre contratación que incluiría "trato nacional" y "acceso al mercado" para las empresas extranjeras. El Sur debería oponerse a un acuerdo sobre "transparencia en la contratación pública", así como también a un acuerdo pleno. Si hay un primer acuerdo en materia de transparencia, eso significaría aceptar la inclusión del tema de la contratación pública en la OMC, lo que haría muy difícil luchar después por un acuerdo pleno en materia de trato nacional y acceso al mercado en la medida en que conceptualmente la contratación pública ya habría sido aceptada como un tema de la OMC.
4. Aranceles industriales. La Unión Europea también impulsa una nueva ronda de reducción de aranceles en productos manufacturados. Esto supone intensificar la presión sobre los países en desarrollo para que reduzcan los derechos de importación y permitan el ingreso de bienes más baratos, lo que supondrá una amenaza para las industrias nacionales que queden. Los países del Sur deberían, por lo tanto, oponerse a este "tema nuevo", ya que a éstos les está resultando sumamente difícil mantener activas sus industrias locales que ya fueron liberalizadas, y también enfrentan obstáculos para el desarrollo industrial como consecuencia de los tratados sobre TRIPs (Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio) y TRIMs (Medidas de inversión relacionadas con el comercio).
Rever y reparar los acuerdos existentes de la OMC
La OMC ya tiene una agenda para rever varios de los acuerdos existentes. Los países del Sur pueden proponer que se haga una revisión de los problemas enfrentados por estos al momento de aplicar los acuerdos actuales, así como rever los efectos ambientales y sociales. El Sur puede entonces proponer reparar o cambiar los acuerdos de manera apropiada, manifestando su posición sobre los principios sociales, ambientales y de desarrollo, como por ejemplo:
1. TRIPs. El artículo 27.3(b) de los TRIPs. En 1999 habrá una revisión de la cláusula que permite patentar las formas de vida. Una propuesta es la de cambiar la cláusula de manera que excluya esa posibilidad. "Los miembros deben excluir del patentamiento a los organismos vivos, incluidas las plantas, los animales, los microorganismos y sus partes, así como los procesos biológicos, microbiológicos y no biológicos". O permitir que los países escojan: "Los miembros podrán excluir"...
2. Agricultura y seguridad alimentaria. En la mayoría de los países en desarrollo, los pequeños agricultores constituyen una gran parte de la población. Su medio de vida y productos (especialmente alimentos) son las bases principales de las economías del Tercer Mundo, que podrían verse amenazadas por la liberalización de la agricultura dispuesta por el Acuerdo de Agricultura de la OMC. El Sur puede proponer que "en los países en desarrollo, el alimento producido para el consumo interno y los productos de los pequeños agricultores quede exento de las disciplinas sobre liberalización de las importaciones, apoyo interno y subvenciones del Acuerdo sobre Agricultura".
3. TRIMs. En la revisión del Acuerdo sobre los TRIM, el Sur puede reclamar que se haga una enmienda que permita a los países en desarrollo tener derecho a aplicar políticas de "contenido nacional" -es decir, a exigir que las empresas o proyectos utilicen una cierta cantidad mínima de materiales nacionales- para ayudar a crear un sector industrial nacional, es decir, permitir que el Estado apoye a las empresas nacionales.
Reformas al sistema de la OMC
Existe falta de transparencia en las negociaciones y toma de decisiones de la OMC para la mayoría de los países en desarrollo miembros del mismo, así como para la sociedad y el parlamento de todos los países miembros.
El Sur puede proponer que en Seattle se adopten decisiones que permitan que el sistema de la OMC sea más abierto, transparente y participativo para los actores citados. Por ejemplo:
1. Las consultas, las discusiones, las negociaciones y la toma de decisiones en la OMC deben ser verdaderamente transparentes, abiertas, participativas y democráticas.
2. Cualquier propuesta sobre normas o acuerdos nuevos debería darse a conocer al público en su forma de proyecto por lo menos seis meses antes de que se tomen las decisiones, de manera que la sociedad civil de cada país pueda estudiarlas e influir en sus parlamentos y gobiernos. 3. Todos los miembros de la OMC deben estar presentes y participar de las discusiones y negociaciones, incluso en los grupos y las reuniones informales donde se adoptan muchas decisiones claves. Debe cesar la práctica de que sean pequeños grupos informales los que tomen las decisiones por todos los miembros.
4. Los parlamentos deben ser constantemente informados de las propuestas y acontecimientos de la OMC y tener el derecho de tomar opciones políticas con relación a las propuestas de la OMC.
5. La sociedad civil debería tener oportunidades genuinas de conocer los temas que se están discutiendo y expresar sus opiniones, así como influir en el resultado de las políticas.
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