No. 103 - Mayo 2000
Declaración del Cónclave para el desarrollo
Declaración al Segundo Comité Preparatorio de la Asamblea General de las Naciones Unidas
sobre Desarrollo Social presentada el 7 de abril de 2000 por Izzat Abdel Habi, en nombre del
Cónclave para el Desarrollo (Development Caucus)
De parte de las ONGs del Mundo Arabe, Asia, Africa, América Latina, Europa y Estados Unidos quisiéramos expresar nuestra profunda preocupación. Si el progreso realizado esta semana en la preparación de la cumbre Ginebra 2000 fuese medido en términos de eliminación de paréntesis del texto, estaríamos bien encaminados. Sin embargo si midiéramos el progreso en términos de la calidad del texto que ha quedado, estamos profundamente desilusionados.
Nosotros compartimos con nuestros colegas del equipo Ecuménico el temor de que la Declaración Política no encara los desafíos claves a que nos enfrentamos en el Desarrollo Social. Estamos de acuerdo con ellos en que la Declaración Política está en peligro de diluir lo acordado en Copenhague. Nos preocupa como a ellos que a la Declaración Política le falta visión. Como ellos, creemos que luego de Seattle no podemos escaparnos de reexaminar las relaciones entre la globalización y el desarrollo social. La Declaración debería estar basada en esta realidad.
Compartimos con nuestras colegas en el Cónclave de Mujeres la preocupación de que las mujeres son parte central del Desarrollo Social. Mediante la evaluación de cómo progresamos o no progresamos en el desarrollo social nosotros llevamos a cabo un ejercicio teórico. Es la vida diaria de la gente y de las mujeres en particular, de la cual hablamos. Nosotros estamos discutiendo si las mujeres son capaces de alimentar a sus hijos. Estamos discutiendo si se les brinda a las mujeres el cuidado que ellas necesitan cuando dan a luz a la generación del futuro. Estamos discutiendo si las mujeres son capaces de darle a sus hijos educación y cobertura médica. Nosotros no podemos discutir sobre desarrollo social sin incluir la verdadera vida de las mujeres.
Personas en todo el mundo están buscando liderazgo en el mundo después de Seattle. Seattle ha dado un claro mensaje de que la globalización puede beneficiar a unos pocos pero que no beneficia a la mayoría de las personas. En otras palabras, los beneficios de la globalización no se reparten de manera equitativa. A pesar de años de retórica de que la globalización llevaría a un crecimiento económico, y que el crecimiento económico llevaría a la erradicación de la pobreza, esto no ha sido así. Como ha señalado el secretario general de las Naciones Unidas, hoy en día hay más personas viviendo en la pobreza que hace cinco años.
La importancia de los cometidos de Copenhague fueron dados bajo el conocimiento de una conexión intrínseca entre el Desarrollo Social y lo permitido por el ambiente. Desde 1995 millones de personas, particularmente en el sudeste asiático, han sido empujados hacia la pobreza debido a crisis financieras. Por ende, una revisión de la implementación de Copenhague no es seria al menos que admita las causas de las crisis financieras y que ofrezca soluciones. La Declaración de Ginebra 2000 no es creíble al menos que dé cierta perspectiva de cómo la comunidad internacional pretende crear estabilidad financiera y trate con los problemas causados por el movimiento de capital especulativo y los portafolios de inversión.
La personas tienen grandes expectativas respecto de la Cumbre Ginebra 2000. El Desarrollo Social está próximo al corazón de muchos. Nosotros creemos que la Cumbre debería ser receptiva respecto a los principales temas identificados como problemáticos por nuestras sociedades. Nosotros creemos que en el año 2000 la Cumbre debería encarar los problemas causados por las cargas insostenibles de deudas, las cuales se han incrementado en los países en vías de desarrollo desde Copenhague. Personas en todas partes del mundo están convencidas de que el sistema actual de préstamos es profundamente injusto y que está casi totalmente dominado por los prestamistas. Este consenso debe ser reflejado en la Cumbre Ginebra 2000.
Las palabras no cambian el mundo, tampoco el silencio. El liderazgo se construye sobre el diálogo político y el liderazgo valeroso se construye enfrentando los problemas de la sociedad. Existe una enorme crisis en el sistema internacional. Creemos que las Naciones Unidas es la institución más democrática y participativa, la cual está basada en las aspiraciones de la humanidad que todos compartimos. Creemos que su tarea es liderar la propuesta de cambios en la manera en que el sistema internacional tiene de afrontar las serias preocupaciones que hemos esbozado. Creemos profundamente que necesitamos estos procesos de Diálogo Político. También debemos mantener nuestro compromiso en estos procesos de Diálogo Político. Creemos que la Cumbre carece de credibilidad sin seguimiento político y continuidad. Para esto ustedes deben realizar un compromiso para llevar a cabo otra Cumbre en el 2005 para así discutir la implementación de los cometidos.
Como representantes de la sociedad civil nosotros ofrecemos nuestra experiencia, nuestro apoyo y nuestro compromiso en este proceso. Pero también debemos ser claros en que el fracaso de Seattle nos ha proporcionado una advertencia.
Nuestros líderes deben escuchar lo que nuestra gente tiene para decir. Ustedes, nuestros representantes, deben discutir sobre lo que le preocupa a la gente. La Cumbre de Ginebra debe decir de modo inequívoco que necesitamos un cambio de rumbo en el cual estamos encaminados y debe estar fuertemente enfocado hacia lo que la gente está preocupada hoy.
Nuestro objetivo es claro. Estamos preparando una "Cumbre de pueblos". Ustedes pueden hacer que la Cumbre de Ginebra sea una "Cumbre de pueblos". Sí ustedes no lo hacen, nosotros sí. Vamos a tener una "Cumbre de pueblos". Esperamos que ustedes se unan a nosotros en nuestro esfuerzo.
Gracias por su atención.
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