No. 103 - Mayo 2000
DECLARACIÓN DE BANGKOK
Diálogo mundial y compromiso dinámico
Nosotros, los estados miembros de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), reunidos en Bangkok, Tailandia, del 12 al 19 de febrero de 2000, con motivo del décimo período de sesiones de la Conferencia, hemos acordado y declaramos lo siguiente.
El marco
1. Vinimos a Bangkok para deliberar sobre las estrategias de desarrollo en un mundo cada vez más interdependiente, y sobre cómo hacer que la mundialización sea un instrumento eficaz del desarrollo. En el marco de las oportunidades creadas por la revolución tecnológica, la apertura de los mercados y la mundialización, el objetivo primordial de nuestro empeño ha sido la promoción del crecimiento y el desarrollo sostenible y la búsqueda de la equidad y la participación de todos. Nuestras deliberaciones nos han recordado la inmensidad y la urgencia de una tarea que consiste en transformar conceptos ampliamente convenidos en una acción efectiva. Nos vamos de Bangkok con la convicción de que seremos capaces de avanzar hacia una coordinación y cooperación más eficaces entre los gobiernos y las instituciones internacionales, de cara a la interdependencia mundial y el desarrollo.
2. La mundialización es un proceso en curso que ofrece oportunidades y presenta riesgos y desafíos. Es un proceso que ha mejorado las perspectivas de lograr adelantos tecnológicos y una integración efectiva en la economía internacional. Ha aumentado la prosperidad y las posibilidades de los países de beneficiarse de ella. Sin embargo, la mundialización conlleva también el peligro de marginación para los países, en particular los más pobres, y para los grupos más vulnerables de todo el mundo. Subsisten amplias disparidades de ingresos dentro de los países y entre ellos, y un mayor número de seres humanos viven en la pobreza. Las asimetrías y los desequilibrios de la economía internacional se han intensificado. La inestabilidad del sistema financiero internacional sigue siendo un grave problema, que precisa atención urgente.
3. La décima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo se ha celebrado en un país y una región que han sufrido una de las crisis financieras y económicas más graves de los últimos tiempos, de la que casi todos los países en desarrollo han salido afectados. A pesar de su impacto económico y social negativo, las crisis pueden surtir efectos catalizadores; obligan a concentrar el pensamiento y la voluntad de los gobiernos y los pueblos en la adopción de medidas decisivas para hacer frente a las dificultades. Así ocurrió, en efecto, en el Asia oriental y sudoriental. En un plazo relativamente breve, gracias a la acertada acción de los diversos países, y a la cooperación de la comunidad internacional, esta región ha podido afrontar el desafío de reactivar el crecimiento, y ahora está saliendo de la crisis con una sensación de confianza renovada. Esto demuestra el poder del espíritu humano cuando moviliza los esfuerzos colectivos para hacer frente a los retos de la mundialización.
4. Quedan por superar desafíos formidables. Los países afectados por las crisis han tenido que hacer frente a problemas estructurales, agravados por los sufrimientos y los trastornos sociales y humanos. Estos países, con la asistencia de la comunidad internacional, deberán definir estrategias que fortalezcan y sustenten el crecimiento, al tiempo que permiten recuperar rápidamente los niveles de desarrollo humano y social seriamente mermados por la crisis. Asimismo, han de transformar sus instituciones en instrumentos eficientes para la aplicación de estas estrategias. Las cualidades que distinguieron a los países del Asia oriental y sudoriental, y que son comunes a todas las experiencias positivas de desarrollo, siguen siendo válidas: solidez de las variables macroeconómicas fundamentales, mejores prácticas de gobierno, altas tasas de ahorro, inversión en los recursos humanos, utilización sostenible de los recursos naturales, una intensa colaboración entre el sector público y el sector privado, y orientación hacia las exportaciones. Estas características son condiciones necesarias para conseguir un crecimiento económico sostenido y un desarrollo sostenible. Hemos de emprender una acción resuelta para evitar las crisis futuras y atenuar los riesgos de crisis. Además de las actividades nacionales, es responsabilidad de toda la comunidad internacional asegurar un entorno mundial propicio mediante el fomento de la cooperación en las esferas del comercio, la inversión, la competencia y la financiación, y contribuir a la estabilidad de la moneda a fin de que la mundialización sea más eficiente y equitativa.
Un nuevo comienzo
5. El décimo período de sesiones de la UNCTAD, que ha sido la primera gran Conferencia intergubernamental del siglo dedicada a la economía y el desarrollo, nos ha ofrecido una oportunidad única para hacer balance y reflexionar sobre las recientes experiencias de la mundialización, sopesar los puntos fuertes y débiles de anteriores planteamientos y políticas e identificar los principales desafíos que nos esperan: asegurar la integración efectiva de todos los países en el sistema del comercio internacional; mejorar las capacidades de suministro; resolver el problema de la deuda; reforzar el compromiso en favor del desarrollo social; asegurar la participación política, económica y social de la mujer; generar corrientes financieras suficientes para el desarrollo, abordando el problema de la tendencia decreciente de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) y su uso efectivo; realizar reformas institucionales; reducir la inestabilidad financiera, y promover las capacidades tecnológicas de los países en desarrollo. La Conferencia, ha permitido a la comunidad internacional estudiar los problemas centrales de los últimos decenios, en particular la pobreza aguda y la creciente desigualdad entre los países y dentro de ellos, que son otras tantas amenazas a la estabilidad internacional. En un mundo que se caracteriza cada vez más por la utilización intensiva de conocimientos, es necesario apoyar un desarrollo basado en los conocimientos si se quiere que los países en desarrollo participen efectivamente en la economía mundial.
6. La mundialización puede ser una fuerza poderosa y dinámica para el crecimiento y el desarrollo. Si se la administra debidamente será posible sentar las bases de un crecimiento duradero y equitativo a nivel internacional. Para ello es indispensable perseverar en la búsqueda de soluciones por consenso mediante un diálogo abierto y directo en el cual se tengan en cuenta los intereses fundamentales de todos.
7. En la Conferencia de Bangkok se ha puesto particularmente de relieve la necesidad de una mayor coherencia política en el plano nacional e internacional. Debe existir una complementariedad entre las políticas macroeconómicas y sectoriales a nivel nacional y entre las políticas a nivel nacional e internacional. También es necesario contar con una cooperación y una coordinación más efectivas entre las instituciones multilaterales. Los marcos institucionales nacionales e internacionales deben fortalecerse en consecuencia.
8. Muchos países tienen dificultades en hacer frente a la mayor competencia y carecen de la capacidad necesaria para aprovechar las oportunidades que presenta la mundialización. Esto requiere un esfuerzo decisivo en favor de los que corren peligro de quedar marginados. En tal sentido, debe prestarse especial atención a África, que tiene tantas posibilidades como cualquier otra región. Para la comunidad internacional, al igual que para cada una de las sociedades nacionales, la piedra de toque es la manera como se trata a los miembros más débiles de la comunidad. En este contexto, la Conferencia hace hincapié en la importancia de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados que debe celebrarse próximamente e insta a la comunidad internacional a que contribuya a su éxito.
9. La solidaridad y un fuerte sentido de responsabilidad moral deben orientar la política nacional e internacional. No se trata tan sólo de imperativos éticos, sino también de las condiciones previas para un mundo próspero, pacífico y seguro basado en una verdadera asociación. Esta asociación requiere que se tomen disposiciones institucionales más amplias, transparentes y participatorias sobre la adopción de decisiones económicas en el plano internacional, de modo que se asegure que los beneficios de la mundialización serán accesibles a todos sobre una base equitativa. Además, el éxito de los esfuerzos internacionales en pro del desarrollo depende de que se tenga presentes a todas las partes directamente interesadas, en particular el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y los medios académicos.
10. La Conferencia subraya la importancia de la dedicación a un sistema comercial multilateral que sea justo, equitativo y basado en normas y que funcione de forma no discriminatoria y transparente y de manera que resulte beneficioso para todos los países, en especial los países en desarrollo. Para ello será preciso, entre otras cosas, mejorar el acceso a los mercados de los bienes y servicios de particular interés para los países en desarrollo, resolver las cuestiones relativas a la aplicación de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) aplicando plenamente el trato especial y diferencial, facilitando la adhesión a la OMC y prestando asistencia técnica. La Conferencia reitera que todos los países y organizaciones internacionales deben hacer todo lo posible para asegurar que el sistema comercial multilateral convierta en realidad sus posibilidades de promover la integración de todos los países, en particular los países menos adelantados, en la economía mundial. En una nueva ronda de negociaciones comerciales multilaterales debe tenerse en cuenta la dimensión del desarrollo. Garantizar un progreso rápido en todas estas cuestiones sigue siendo urgente para la comunidad internacional. La Conferencia pone de relieve la función y la contribución de la integración regional en este proceso.
Un diálogo abierto y un compromiso total
11. En tanto que centro de las Naciones Unidas para el tratamiento integrado del desarrollo y las cuestiones conexas en las esferas del comercio, la financiación, la inversión, la tecnología y el desarrollo sostenible, la UNCTAD debe hacer una contribución importante al logro de los objetivos de desarrollo. También debe desempeñar un papel activo en la creación del consenso en torno a cuestiones bien definidas de apoyo del comercio y de desarrollo.
12. Una contribución de la UNCTAD X y de su proceso preparatorio ha sido la realización de un diálogo abierto y de un franco intercambio de puntos de vista. En Bangkok fue posible lograr en gran medida un acuerdo sobre el compromiso moral compartido en relación con un mundo mejor y más justo. La labor de la UNCTAD puede ser útil para tratar los problemas y las oportunidades de la mundialización y sustentar un debate abierto y sistemático sobre diversas cuestiones relacionadas con el desarrollo de interés general para los asociados en el proceso de desarrollo, en particular el sector privado, las organizaciones no gubernamentales, y los medios académicos y parlamentarios. La UNCTAD debe continuar este diálogo abierto a fin de contribuir a dar forma a las relaciones económicas internacionales en el siglo XXI.
13. La Conferencia ha reunido a los asociados en pro del desarrollo a fin de proponer soluciones prácticas y significativas. Ha inspirado razones para tener esperanza en la posibilidad de crear un sistema económico mundial mejor y más justo, aliviar la pobreza, corregir los desequilibrios y mejorar la protección de nuestro medio ambiente, así como de ofrecer a todos los pueblos seguridad y mayores oportunidades de elevar sus niveles de vida y tener una existencia más rica y completa. Nos hemos puesto de acuerdo sobre el Plan de Acción que debe orientar este proceso. Ahora debemos trabajar todos juntos para convertir la esperanza en realidad.
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