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   No. 104 - Junio 2000
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Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales


No. 104 - Junio 2000

Conferencia de las Partes de la Convención de Diversidad Biológica: ¿hay alguna esperanza?

La Conferencia de las Partes de la Convención de Diversidad Biológica se reunió por quinta vez en Nairobi, Kenia, en mayo, para trabajar sobre una serie de temas, entre los cuales se destaca la biodiversidad forestal. Más allá de la importancia de esta convención y de lo abierta que ha estado a la participación de la sociedad civil -comparada con otros procesos internacionales- es importante subrayar que no parece estar teniendo un impacto real sobre la conservación de la biodiversidad, no por causa de sus propias fallas, sino en virtud de actores y procesos más allá de su esfera de acción. Hay una serie de razones que explican lo anterior, entre las cuales deseamos destacar las siguientes: - La falta de voluntad política para implementar compromisos asumidos a nivel internacional. Desde la Cumbre de la Tierra de 1992 los delegados de los gobiernos han estado participando activamente en numerosos procesos sobre temáticas sociales y ambientales y suscribiendo alegremente todo tipo de acuerdos. Con notables excepciones, los delegados han regresado a sus respectivos países y los gobiernos han hecho poco y nada para implementar esos compromisos. En el caso del Panel Intergubernamental de Bosques (IPF) y sus Propuestas para la Acción, una investigación liderada por ONGs y OPIs (Organizaciones de Pueblos Indígenas) ha confirmado esta falta de implementación de las propuestas en un gran número de países que participaron del proceso (ver: www.forestpolicy.org) - La falta de coordinación entre diferentes procesos internacionales, que aparecen como separados entre si por un abismo, que solamente parece ser percibido por las organizaciones de la sociedad civil. Tal es la situación, por ejemplo, en lo que respecta al Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que vé a los árboles como sumideros y reservorios de carbono y no como la base de la conservación de la biodiversidad forestal. Con tal cortedad de miras muchos negociadores en el tema clima suscribirían alegremente la plantación de millones de hectáreas de monocultivos forestales como una "solución" para contrarrestar el efecto invernadero, en tanto la mayoría de los negociadores en el tema biodiversidad verían esto como el peor enfoque que puede adoptarse.
- El predominio de políticas a nivel nacional y global orientadas a beneficiar los intereses de las corporaciones transnacionales, para las cuales la conservación de la biodiversidad es bien un obstáculo para lograr ganancias (por ejemplo, en el sector de la pulpa y el papel) o algo a ser robado y patentado (por ejemplo, en los sectores de la biotecnología y farmacéutico). Las poblaciones locales -los verdaderos conservacionistas- se interponen en su camino y se transforman así en víctimas del despojo y la destrucción de la naturaleza por parte de las transnacionales.
- La predominancia de un enfoque de mercado, en el que la biodiversidad carece de valor a menos que sea acompañada por una etiqueta con un precio y a menos que ese precio sea igual o mayor al de otras posibles actividades rentables.
- El divorcio entre producción y conservación de la biodiversidad. La mayor parte de las personas que trabajan en la Convención de Biodiversidad estarían plenamente de acuerdo en que las áreas protegidas son algo útil, pero que éstas no podrán cumplir su objetivo si terminan siendo meras islas en un mar de destrucción de la biodiversidad. No obstante, las políticas a nivel nacional parecen ir en esa dirección, al convertir paisajes enteros en mares de monocultivos agrícolas y forestales, pensando al mismo tiempo que puede lograrse la conservación de la biodiversidad preservando algunas áreas representativas.
A nivel de los procesos gubernamentales internacionales vinculados con el ambiente, la Convención de Biodiversidad puede y debe tomar la iniciativa para asegurar que la conservación de la diversidad biológica sea adecuadamente abordada en los demás procesos. Esperamos que a partir de esta Conferencia de las Partes los gobiernos adopten e implementen políticas positivas en relación con la biodiversidad en general y con la de los bosques en particular. Sin embargo, teniendo en cuenta lo que viene sucediendo en otros procesos internacionales relacionados con el ambiente -y su falta de implementación- es necesario que quienes están preocupados por la conservación de la biodiversidad sigan trabajando activamente, tanto dentro como fuera de estos procesos, a fin de generar suficiente presión como para asegurar que la actual tendencia mercantilista, que conduce al desastre, cambie de rumbo y se oriente en una dirección diferente y de signo positivo.

Chile: ¿la democracia demostrará ser distinta a la dictadura?

El denominado modelo de desarrollo chileno es presentado por los neoliberales como un ejemplo paradigmático a ser imitado por los países del Sur en procura del "progreso". Sin embargo, las hermosas cifras y los indicadores de la economía convencional que Chile ha mostrado en las últimas dos décadas no han podido ocultar los elevados costos sociales y ambientales del modelo. El sector forestal es uno de los más dinámicos y al mismo tiempo más conflictivos en este sentido. El pueblo mapuche del sur de Chile ha venido sufriendo la invasión de sus territorios ancestrales por parte de enormes compañías plantadoras, que han contado con el apoyo del estado desde los tiempos de Pinochet. Vastas extensiones de bosque han sido cortadas para dar lugar a monocultivos de pino y eucalipto. Los mapuche han ido ganado en organización y fuerza para enfrentar a un adversario -las empresas productoras de pulpa y madereras, los sucesivos gobiernos chilenos y los militares- que han utilizado la violencia física, las amenazas, el soborno, las denuncias judiciales y las detenciones arbitrarias como formas de "persuadirlos".
Durante los meses de febrero, marzo y abril de este año los mapuche han llevado adelante una serie de acciones: el 29 de febrero, mapuches de la comunidad de Ercilla ocuparon las oficinas centrales de Bosques Arauco, denunciando que esa compañía había usurpado sus tierras ancestrales en la región; el 1ro. de marzo un grupo de mapuches de la comunidad Pascual Coña en la región del BioBio ocupó la hacienda Lleu Lleu, que ellos reclaman como parte de sus territorios tradicionales; el 7 de marzo indígenas de la comunidad de Cotulmo -junto a campesinos no indígenas- bloquearon la ruta para impedir el acceso de los camiones de Forestal Minico; el 14 de abril -y coincidiendo con la celebración de la Pascua- un grupo de mapuches, en su mayoría constituido por mujeres y niños, ocupó la catedral de Temuco para protestar contra la detención arbitraria de los líderes indígenas de la Coordinación Arauco Malleco.
CORMA, el poderoso lobby de los empresarios forestales, quienes perciben que el control que hasta ahora han ejercido sobre el territorio y los recursos se está viendo amenazado, han reaccionado solicitando a los autoridades la aplicación de una política de "tolerancia cero" para castigar toda acción de los mapuches que pueda ser considerada delictiva. Por más que las empresas forestales han tratado de aparecer como defensoras de la ley, de hecho han continuado con su campaña de intimidación en perjuicio de los indígenas. El 21 de abril un grupo de diputados denunció que personal de la guardia privada de Bosques Arauco había atacado a miembros de la comunidad mapuche de Pablo Quintriqueo Huenumán en la VIII Región y había esparcido herbicidas en sus cultivos. Asimismo, los indígenas repetidamente han sido víctimas de la violencia desplegada por la policía, que siempre actúa en defensa de los intereses de las empresas y considera a los mapuche como terroristas. Esta imagen ha sido también difundida por los medios de información, como forma de influir sobre la opinión pública.
Una solución duradera para los mapuche puede lograrse sólo si se establece un diálogo verdadero, si se reconocen los derechos territoriales ancestrales de los pueblos indígenas y si se perciben y abordan las causas subyacentes de este prolongado conflicto. ¿El nuevo gobierno democráticamente electo en Chile está dispuesto a cambiar el curso establecido hace años por el viejo dictador, hoy asediado? ¿Podrá la democracia demostrar -a los mapuches- que es distinta de la dictadura?

Costa Rica: el beneficioso retorno del bosque

Junto al alarmante fenómeno de la destrucción de los bosques primarios en el trópico de América del Sur y Central, en Costa Rica se está dando algo positivo como lo es el incremento del área de bosques secundarios, es decir, de aquellos bosques que comienzan a regenerarse luego de haber sido sometidos a diversos grados de degradación. Estos bosques poseen un gran potencial en materia de producción de madera y de otros productos no maderables, así como en la provisión de servicios ambientales.
Una reciente investigación revela que en Costa Rica los bosques secundarios -cuya superficie alcanza las 425.000 hectáreas- constituyen el recurso forestal más abundante del país. La reconversión de bosques a pastizales para cría del ganado fue una de las principales causas de la deforestación en Costa Rica. La caída de rentabilidad de ese negocio y el consiguiente abandono de esta práctica destructiva por parte de los ganaderos ha permitido la regeneración de amplias áreas de bosques secundarios. A su vez, la implementación de programas de incentivos para la conservación de los bosques, iniciada con la Ley Forestal del año 1996, y la inclusión de los bosques secundarios dentro de un programa de pagos de servicios ambientales también han colaborado con este proceso.
El bosque secundario costarricense trae aparejados beneficios económicos. El estudio prueba que el mismo alberga diversas especies que tienen aceptación en el mercado nacional de la madera. Asimismo este bosque proporciona una variedad de productos tales como alimentos, plantas medicinales y ornamentales, miel y fibras textiles.
Pese a ello, el manejo adecuado de este recurso todavía encuentra dificultades. Por un lado, porque si bien la legislación vigente incentiva la regeneración natural en "terrenos de aptitud forestal denundados", excluye a los fragmentos menores a dos hectáreas, que son muy abundantes, con lo que se está promoviendo su eliminación, a la vez que no destina fondos para el manejo sustentable de los bosques secundarios. Por otra parte -y ésta tal vez sea la cuestión más preocupante- en la visión de los "expertos" forestales entrevistados en la investigación, subsiste una actitud más favorable a los monocultivos de gmelina que al bosque secundario como fuente de materia prima para la industria. La investigación puntualiza además que hasta ahora el estado no se ha interesado por la promoción de los bosques secundarios, actitud que deberá modificarse.
En materia ambiental, los bosques que han sido cortados y reinician su crecimiento son eficientes como sumideros de carbono, además de cumplir otras funciones ambientales. La investigación menciona que los bosques secundarios tienen una capacidad variable de fijar carbono, en función de su tasa de crecimiento y la densidad media de la madera de las especies que lo componen. Varios estudios previos en Costa Rica revelan asimismo la importancia de otras funciones ambientales de los bosques secundarios, tales como la protección de la calidad del agua, la conservación de la biodiversidad vegetal y animal y el mejoramiento de la estructura de los suelos.
El estudio de referencia confirma las conclusiones a que se arribó en el foro realizado en el norte de Costa Rica en setiembre del año pasado, en el sentido de que, a diferencia de las plantaciones, los bosques secundarios de dicha región constituyen una interesante opción para la producción de madera, a la vez que prestan valiosos servicios ambientales.
Dados los múltiples beneficios sociales y ambientales que los bosques secundarios pueden aportar, parece claro que una de las principales estrategias en la región debería apuntar a crear las condiciones necesarias para que el bosque vuelva a ocupar muchas de las áreas de las que fue eliminado para ser sustituido por actividades productivas que demostraron ser insustentables. Los interesados en recibir la versión completa de la investigación pueden solicitarla al Secretariado Internacional del WRM.






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